Lula reivindica su legado africano
Brasil busca diferenciarse de la pol¨ªtica del 'vale todo' de China a la hora de ampliar su presencia en el continente
El presidente de Brasil, Lula da Silva, ha visitado m¨¢s pa¨ªses africanos que todos sus antecesores juntos. Pero no ha cruzado el Atl¨¢ntico solo. Empresas como Petrobras, la constructora Odebrecht o la minera Vale, han secundado su pol¨ªtica. Esta misma semana, Bradesco, Banco do Brasil y el portugu¨¦s Banco Esp¨ªrito Santo anunciaron la formaci¨®n de un consorcio financiero para apoyar las inversiones en ?frica. Una noticia que -seg¨²n reconoci¨® ¨¦l mismo- hizo "feliz" a Lula.
"?frica representa alrededor del 6,6% de las importaciones y el 5,7% de las exportaciones brasile?as", apunta Julimar da Silva, profesor de Econom¨ªa en la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Pero "es un mercado importante, sobre todo por su gran potencial de crecimiento".
El Gobierno aprovecha el pasado colonial que une a brasile?os y africanos
El pasado colonial une a Brasil con ?frica. M¨¢s de la mitad de su poblaci¨®n, como consecuencia del comercio de esclavos, es de origen africano. Y Lula, seg¨²n Oladiran Bello, del think tank Fride, sabe c¨®mo aprovecharlo para "conectar emocionalmente", algo que no est¨¢ "al alcance de Europa ni de China". Seg¨²n Bello, el acercamiento brasile?o a ?frica puede situarse a medio camino entre la pol¨ªtica de intereses europea y el desembarco "sin preguntas" que practica China.
La pol¨ªtica exterior de Lula, en todo caso, se basa en el multilateralismo y su aspiraci¨®n m¨¢s visible es que Brasil acabe siendo miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero la apuesta por redefinir el papel internacional de Brasil ha llevado a Lula a discrepar de Occidente en cuestiones sensibles. A veces, adentr¨¢ndose en el terreno de los derechos humanos.
Lula visit¨® hace un mes Guinea Ecuatorial, un pa¨ªs que Teodoro Obiang gobierna acumulando denuncias de corrupci¨®n y violaciones de derechos humanos desde hace m¨¢s de 30 a?os. All¨ª Lula hizo referencia al apoyo de Brasilia ante la Comunidad de Pa¨ªses de Lengua Portuguesa y al comercio bilateral, que ha pasado de 7 a 411 millones de d¨®lares entre 2002 y 2008. Pero la parte inc¨®moda de su discurso pec¨® de timidez: "Brasil acredita que la verdadera democracia debe apoyarse en la riqueza y, sobre todo, en la justicia social".
Pedro Krupenski, director ejecutivo de Amnist¨ªa Internacional en Portugal, reconoce que es "sorprendente" que el Gobierno de Lula supedite los derechos humanos a sus intereses econ¨®micos. El viceministro brasile?o para ?frica y Oriente Pr¨®ximo, Piragibe Tarrag?, asegura, sin embargo, que no entiende por qu¨¦ se critica a Brasil y no a otros pa¨ªses. Los principales socios comerciales de Malabo, de hecho, son EE UU, China y Espa?a.
Lyal White, del Gordon Institute of Business Science (GIBS), apunta que Sud¨¢frica se enfrenta muy a menudo a esos mismos dilemas, y cree que Brasil, a diferencia de China, est¨¢ siendo "muy cuidadoso". Pero es dif¨ªcil "no seguir las mismas reglas que tus competidores", dice.
Uno de los proyectos m¨¢s reivindicados por Lula es la producci¨®n de biocombustibles. En julio, ante un foro de empresarios sudafricanos, el presidente brasile?o asegur¨® que "en los pr¨®ximos 15 a?os" la agricultura africana vivir¨¢ "una revoluci¨®n, especialmente en la sabana, que se parece mucho al cerrado brasile?o, el lugar que produce m¨¢s grano por hect¨¢rea del mundo". Lula apuesta por la producci¨®n de etanol procedente de la ca?a de az¨²car -que puede mezclarse con la gasolina- para exportar combustible "como Arabia Saud¨ª".
La Universidad de Reden?ao, que acoger¨¢ a 5.000 estudiantes -la mitad, africanos- para formarlos y que luego reviertan lo aprendido en sus pa¨ªses de origen, tambi¨¦n llena a Lula de orgullo. Lo mismo que un proyecto para producir medicamentos gen¨¦ricos contra el sida en Mozambique.
A menos de dos meses de las elecciones, Lula ya ha escrito el cap¨ªtulo africano de su testamento pol¨ªtico. En la cumbre que reuni¨® a Brasil con la comunidad de pa¨ªses del ?frica occidental, en febrero, Lula sentenci¨® que "el pr¨®ximo presidente de Brasil est¨¢ pol¨ªtica y moralmente obligado a hacer mucho m¨¢s".
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