Madrid y Rabat concluyen el bloqueo de Melilla mientras Aznar aviva el conflicto

De improviso y por sorpresa, horas despu¨¦s de que los activistas marroqu¨ªes que amenazaban con bloquear la frontera con Melilla hubieran desconvocado la protesta y poco antes de la primera reuni¨®n del Gobierno espa?ol con el marroqu¨ª para tratar el conflicto diplom¨¢tico , el ex presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar aterriz¨® en la ciudad aut¨®noma. Solo pretend¨ªa, seg¨²n afirm¨® m¨¢s tarde, ofrecer a los melillenses "un modesto y humilde gesto de apoyo". El Ejecutivo respondi¨® de inmediato acusando al ex presidente de "deslealtad" hacia Espa?a por la visita, que coincidi¨® con el d¨ªa en el que finalmente Espa?a y Marruecos emitieron un comunicado conjunto que parece dar por concluido el asunto al constatar las "especiales relaciones" entre ambos pa¨ªses y la buena cooperaci¨®n existente en distintas materias.

Melilla vive "entre el acoso y la dejadez", afirm¨® el ex l¨ªder del PP

El conflicto con Marruecos comenz¨® de forma callada a mediados de julio, cuando el Gobierno alauita emiti¨® su primera queja a Espa?a sobre unos supuestos malos tratos de la polic¨ªa espa?ola en la frontera con Melilla. La tensi¨®n diplom¨¢tica fue creciendo desde entonces hasta llegar a los cinco comunicados oficiales de protesta. El jueves pasado los activistas marroqu¨ªes llegaron a bloquear la entrada de pescado y verduras en la ciudad aut¨®noma.

Los agitadores -dos personas con apenas una veintena de seguidores- han estado seis d¨ªas jugando a la confusi¨®n y contemplando c¨®mo los medios espa?oles amplificaban cada una de sus acciones. Pero a primera hora de la ma?ana de ayer, Marruecos recul¨®. Los activistas renunciaron, horas antes de la visita a Rabat del director general de la Polic¨ªa y la Guardia Civil, Francisco Javier Vel¨¢zquez, al bloqueo de mercanc¨ªas de varios d¨ªas a la ciudad aut¨®noma con el que hab¨ªan amenazado. Por la tarde, tras la reuni¨®n de Vel¨¢zquez con Brahim Boufus, director general de Asuntos Interiores, y otros mandos de las fuerzas y cuerpos de seguridad marroqu¨ªes, los dos pa¨ªses emitieron el comunicado conjunto en el que, sin mencionar a Melilla, daban cuenta de sus buenas relaciones.

En principio, y aunque los prop¨®sitos de Marruecos al crear este extra?o conflicto diplom¨¢tico siguen sin conocerse, la cuesti¨®n parec¨ªa concluida. Se podr¨ªa haber cerrado el tel¨®n. Pero Aznar, que nunca visit¨® Melilla durante sus a?os al frente del Gobierno de Espa?a, aterriz¨® en la ciudad aut¨®noma para visitar la frontera, reunirse con su presidente, el popular Juan Jos¨¦ Imbroda, y hacer unas declaraciones ante la prensa sin dejar preguntar a los periodistas. Dijo que no iba a "criticar a nadie". Pero lo hizo: al Gobierno y a Marruecos. Denunci¨® que la ciudad aut¨®noma vive entre "el acoso y la dejadez" del Ejecutivo, y que la actitud del pa¨ªs vecino no se entiende "desde una pol¨ªtica de buena vecindad".

No era el primer popular en viajar de urgencia a Melilla. Lo hab¨ªa hecho dos d¨ªas antes el vicesecretario de comunicaci¨®n del PP, Esteban Gonz¨¢lez Pons, que, esta vez s¨ª en mitad del conflicto, habl¨® de "m¨¢xima tensi¨®n" en la frontera mientras exig¨ªa que Rubalcaba visitara la ciudad aut¨®noma antes de su reuni¨®n en Rabat, el lunes 23, con su hom¨®logo marroqu¨ª, Taieb Cherkaoui.

Aznar, que a diferencia de Gonz¨¢lez Pons el d¨ªa anterior no hizo ninguna petici¨®n concreta al Gobierno en torno al conflicto, lleg¨® a la ciudad aut¨®noma poco antes de las once de la ma?ana. Le acompa?aba su hijo Alonso, que hizo m¨¢s tarde de fot¨®grafo cuando algunos melillenses -grupos de se?oras lo recibieron al grito de "guapo"- se retrataron con su padre. En el aeropuerto les esperaba Imbroda, con unas pr¨®ximas elecciones ante s¨ª, quien m¨¢s tarde declar¨® que Aznar hab¨ªa atendido "una vez m¨¢s" a su "llamada" y que la ciudad hab¨ªa vivido "sus mejores a?os" durante los Gobiernos de Aznar, al que le deb¨ªan pr¨¢cticamente todo su actual desarrollo.

Imbroda llev¨® a su invitado a visitar muy fugazmente los puestos fronterizos -en uno de los cuales habl¨® durante un par de minutos con un guardia civil que se acerc¨® a saludarlo- y poco despu¨¦s estaban desayunando en una cafeter¨ªa frente a la sede del PP, desde la que caminaron hasta el Palacio de la Asamblea de Melilla. All¨ª se hicieron las declaraciones, que fueron aplaudidas por algunos seguidores del ex presidente, muchos de ellos funcionarios de la Asamblea.

El PP estaba al corriente del viaje. La secretaria general del PP, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, dijo que hab¨ªa sido por iniciativa propia pero con el conocimiento de Mariano Rajoy. Otras fuentes precisaron que Aznar comunic¨® su intenci¨®n a Rajoy con s¨®lo 12 horas de antelaci¨®n.

El Ejecutivo entr¨® en escena calificando de "deslealtad al Gobierno y a Espa?a" la visita de Aznar. Si hasta el momento se hab¨ªa mantenido resguardado y negociando con Marruecos sin publicidad, las visitas de Aznar y Gonz¨¢lez Pons le han hecho recuperar la voz. El ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco, dijo, entre muchas otras cosas, que no conoc¨ªa "a ning¨²n ex presidente que sin conocimiento del Gobierno" tuviera "este comportamiento".

La crisis pol¨ªtica interna puede durar, pero el conflicto en torno a la frontera parece calmado. Los carteles desaparecieron ayer por la tarde y el paso de Beni Enzar vuelve a ser el de siempre: polvo, trapicheos de contrabando y aglomeraciones humanas y de coches. Sin reivindicaciones.

Blanco califica la visita de Aznar a Melilla de "deslealtad al Gobierno"