"Daimiel era un desierto gris"

Guillermo Rein Soto-Yarritu visit¨® en noviembre de 2009 el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y se le qued¨® grabada la vista: "Era horroroso, parec¨ªa Mordor, un desierto org¨¢nico gris, con la tierra resquebrajada y humo saliendo del subsuelo. Hab¨ªa polvo por todas partes. Era incre¨ªble que fuera un parque nacional".

Hoy la situaci¨®n no puede ser m¨¢s distinta. Rein (Madrid, 1975), investigador de la Universidad de Edimburgo y uno de los mayores expertos en incendios subterr¨¢neos, navega en una barca de quilla plana por Las Tablas. El diluvio de enero salv¨® un paraje agonizante. "Mucha gente no cree lo cerca que estuvo de desaparecer el parque", explica.

El ¨²ltimo a?o en Las Tablas es un mal gui¨®n de cine. Malo por incre¨ªble. En resumen, d¨¦cadas de sobreexplotaci¨®n del acu¨ªfero secan un parque nacional. Despu¨¦s de cinco a?os sin agua, el Gobierno env¨ªa un trasvase que se pierde por el camino, todo se infiltra (tal era el grado de sequ¨ªa). El 26 de agosto pasado, los guardas detectan que sale humo del suelo. Los cient¨ªficos le ponen nombre: incendio latente de turba. La materia vegetal acumulada durante 300.000 a?os est¨¢ tan seca que arde. Arde sin llama, como un cigarro, pero es casi imparable. Medio Ambiente construye de emergencia una tuber¨ªa y cuando, a principios de 2010, empieza por fin a llegar el agua del trasvase desde el Tajo, las mayores lluvias en la zona desde que en 1946 comenzaron los registros salvan el parque y lo devuelven, al menos por unos a?os, a una situaci¨®n que no viv¨ªa desde 1997.

"Mucha gente no cree lo cerca que estuvo el parque de desaparecer"

El viernes pasado, el parque ten¨ªa casi toda su superficie encharcada y Rein se deleit¨® navegando entre las fochas, los somormujos y los zampullines, aves que poco a poco vuelven a la laguna. "En Daimiel se hizo un trabajo fant¨¢stico. Con un incendio soterrado lo mejor es cavar enormes zanjas alrededor de una zona y sacrificar el interior impidiendo que se propague. Eso en un parque nacional era imposible. As¨ª que solo pod¨ªan remover el terreno para cortar los canales de ox¨ªgeno y enfriar las zonas calientes", se?ala. El director del espacio, Carlos Ruiz, le muestra feliz la ova, el mayor indicador de la salud del parque, una planta subterr¨¢nea que oxigena el agua y que ha vuelto a crecer. El parque es otro. En los siete primeros meses de 2010 ha recibido 302.000 visitas, cuando un a?o normal terminaba con 100.000.

El objetivo ahora es no dejar que se seque. Ocurri¨® por primera vez en los ochenta y desde entonces es frecuente. "Haciendo un s¨ªmil, una turbera seca es como una gran piscina de gasolina. Ser¨¢ una colilla, un rayo, una chispa o prender¨¢ sola, pero antes o despu¨¦s va a arder", explica Rein. "En Rusia cada verano hay incendios latentes, pero este a?o muchos m¨¢s, y por eso la nube de humo ha llegado a Mosc¨². Cuando las autoridades rusas dicen que han apagado la mitad de los incendios se refieren a los de llama, en superficie. Los fuegos latentes soterrados acabar¨¢n en invierno". Algunos ni eso. Rein cita la monta?a de carb¨®n en Australia que lleva quem¨¢ndose as¨ª desde hace 6.000 a?os: "Los ingleses cuando llegaron al continente creyeron que era un volc¨¢n".

Rein tiene una carrera peculiar. Estudi¨® ingenier¨ªa industrial en ICAI, en Madrid, y despu¨¦s pas¨® a investigar sobre combusti¨®n. "Me fui a Berkeley, un sitio fant¨¢stico en California, con una beca. La NASA est¨¢ muy preocupada por c¨®mo un fuego latente dentro de la nave espacial puede arruinar alguna de sus misiones (son m¨¢s probables que los de llama en ausencia de gravedad), y financiaron la tesis sobre el tema". Despu¨¦s de cuatro a?os all¨ª salt¨® a Edimburgo, al mejor departamento de investigaci¨®n en din¨¢mica del fuego. "A pesar de los planes de Bin Laden, las Torres Gemelas no cayeron por el impacto del avi¨®n sino por el fuego que se desat¨®, es algo que hemos estudiado".

Rein admite que es especialista en una materia extra?a: "Nadie tiene ni idea sobre los fuegos latentes porque los pa¨ªses con los incendios m¨¢s grandes son Indonesia y Rusia. A los de Indonesia solo se les da importancia cuando la nube de humo llega a Australia, que est¨¢ bien lejos. Pero si alg¨²n d¨ªa tom¨¢semos conciencia del CO2 que emiten a la atm¨®sfera estos incendios nos quedar¨ªamos asombrados. Probablemente m¨¢s que los de llama".