Turgalicia cierra su oficina en Madrid en pleno agosto

La oficina de Turgalicia en Madrid -la ¨²nica que la Xunta tiene fuera de Galicia- lleva cerrada al p¨²blico todo el mes de agosto, precisamente, y m¨¢xime siendo Ano Xacobeo, cuando se concentra la mayor demanda de informaci¨®n tur¨ªstica. El cierre est¨¢ causando un profundo malestar en los cientos de personas que acuden en estas fechas a la oficina para preparar sus vacaciones y que no entienden c¨®mo la Xunta puede permitirse mantenerla cerrada, cuando Madrid es el principal mercado emisor de turismo hacia Galicia (casi el 20% de las entradas y un porcentaje similar de los ingresos por turismo).

La Sociedade de Imaxe e Promoci¨®n Tur¨ªstica de Galicia, S.A. (Turgalicia), empresa p¨²blica, es el instrumento primordial de la pol¨ªtica de turismo en Galicia, singularmente de la promoci¨®n exterior de la comunidad aut¨®noma. Administrativamente depende de la Conseller¨ªa de Cultura e Turismo. De su gerente, Carmen Pita, no se conocen anteriores experiencias en el sector tur¨ªstico, aunque s¨ª en el ¨¢mbito de los recursos humanos, que sorprendentemente es la clave del problema suscitado en la oficina de Madrid.

Continuas protestas ante los resignados funcionarios de la Casa de Galicia

"El funcionario que la atiende est¨¢ de baja laboral desde hace unos d¨ªas", explican el cierre de esa importante oficina desde los servicios de prensa de Turgalicia. ?Y no hay nadie que pueda reemplazarle? "Normalmente le sustituye un t¨¦cnico de la Casa de Galicia [la oficina de Turgalicia est¨¢ en el mismo inmueble], pero est¨¢ de vacaciones y no ha sido posible localizarle", responde la misma fuente, "aunque su b¨²squeda contin¨²a y, si se le encuentra, el problema podr¨ªa estar resuelto en cuesti¨®n de horas, o cualquier d¨ªa pr¨®ximo".

La oficina est¨¢ cerrada exactamente desde el 1 de agosto, seg¨²n ha comprobado este peri¨®dico, y en la Casa de Galicia no reconocen la identidad de ning¨²n t¨¦cnico que sustituya al titular de la plaza tur¨ªstica en sus periodos de vacaciones ni en ning¨²n otro caso, como el de su actual situaci¨®n de baja laboral.

Por el contrario, el personal de esa embajada de Galicia en Madrid ha de escuchar resignadamente las protestas, casi siempre airadas, de las personas que se acercan -en algunos casos desde poblaciones del extrarradio madrile?o- para consultar y contrastar las diversas opciones de la oferta tur¨ªstica gallega, ya que tampoco pueden resolver sus dudas telef¨®nicamente: nadie responde a la llamada, ni un mensaje que d¨¦ alguna alternativa de informaci¨®n. Nadie entiende ese desinter¨¦s.