Cae por primera vez el n¨²mero de asistidos por la Ley de Dependencia
M¨¢s de 230.000 personas con derecho a recibir ayuda est¨¢n en lista de espera - Los profesionales del sector atribuyen el colapso a la crisis y la mala gesti¨®n
El n¨²mero de personas atendidas bajo la Ley de Dependencia ha descendido por primera vez desde que arranc¨® esta norma, en 2007, en lugar de incrementarse en varios miles como ven¨ªa ocurriendo mes tras mes. Y ello en un escenario en el que hay a¨²n 236.930 usuarios con derecho a una ayuda que siguen esperando a recibirla. Si esta lista de espera est¨¢ enquistada a pesar de que cada mes reciben su ayuda varios miles de usuarios, dif¨ªcilmente podr¨¢ deshacerse el nudo con meses como este de agosto, en que el n¨²mero de personas atendidas ha bajado.
"Este estancamiento es significativo, porque indica que si no se hace un esfuerzo mayor en personal, servicios y recursos, se puede decir que la ley ha dado de s¨ª todo lo que pod¨ªa, y hay miles de personas esperando", dice el presidente de la Asociaci¨®n Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez. "El par¨®n puede atribuirse en parte a la crisis, pero las estad¨ªsticas demuestran cada mes que buena parte de la culpa la tiene la incapacidad de gesti¨®n. Hay comunidades que, cuando ponen voluntad, mejoran sus datos notablemente", a?ade Ram¨ªrez.
El Gobierno explica el mal dato por una mayor eficacia al depurar las cifras
La concesi¨®n de plazas de residencia y centros de d¨ªa est¨¢ estancada
En febrero de este a?o se super¨® la cifra emblem¨¢tica de 500.000 ciudadanos atendidos, un n¨²mero que ven¨ªa creciendo imparable hasta agosto, cuando se ha producido el freno. El Gobierno lo achaca al esfuerzo de los meses anteriores y a la coincidencia con un mes vacacional, pero esa explicaci¨®n no concuerda con los datos: en agosto del a?o pasado, el n¨²mero de personas que ya recib¨ªa una ayuda se increment¨® en casi 26.000, y los meses anteriores la cifra hab¨ªa sido similar y, desde luego, mayor que la de los meses de este verano.
"Los datos actuales muestran que el sistema no tiene capacidad -o voluntad- de entrega de los servicios y prestaciones a los que las personas tienen derecho", critica Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez.
La estad¨ªstica de atendidos solo experiment¨® un decremento, en junio de 2009, pero debido a que se limpiaron los datos del registro oficial, que estaban inflados con miles de personas que ya hab¨ªan fallecido y de dependientes que aparec¨ªan duplicados. Tal era el caos en la recogida y volcado de informaci¨®n, que a¨²n no se ha resuelto por completo. De hecho, la directora del Imserso, Purificaci¨®n Causapi¨¦, sostiene que el descenso de este mes tambi¨¦n se justifica "porque ahora se cruzan con m¨¢s eficacia los datos de las personas fallecidas con los del INE", para ir depurando la estad¨ªstica. Siendo as¨ª, cabr¨ªa pensar que los fallecidos o las personas duplicadas a¨²n se contaban por miles. Y a saber si en la lista de espera no pasa lo mismo.
Significativa es tambi¨¦n la reducci¨®n que se viene produciendo en los ¨²ltimos meses sobre la cifra de grandes dependientes (grado III nivel II), no tanto por la cantidad, alrededor de 5.000 entre la primavera y el verano, sino porque indica que el n¨²mero de grandes dependientes se est¨¢ estabilizando. Estos son los usuarios m¨¢s graves y que requieren atenci¨®n urgente. Son, adem¨¢s, los casos m¨¢s caros, tanto si se les concede una ayuda para que les cuide un familiar en casa como si se les otorga una plaza de residencia.
Podr¨ªa decirse que el n¨²mero de grandes dependientes, los m¨¢s graves, ha tocado techo y simplemente hay un relevo de las bajas. Dado que desde que comenz¨® la ley se ha atendido con preferencia a estas personas, cabe pensar que se ha alcanzado con ellos la velocidad de crucero y que son los grados de dependencia inferiores los que est¨¢n entrando ahora en el sistema. As¨ª lo opina tambi¨¦n la directora del Imserso.
Esto reducir¨¢ las aportaciones que hace el Gobierno a las comunidades, m¨¢s cuantiosas cuanto m¨¢s necesitada de ayuda est¨¢ la persona dependiente. "De seguir la tendencia actual, con el n¨²mero de grandes dependientes estabilizado y la progresi¨®n del resto (severos y moderados), el Estado aportar¨ªa en total algo menos de 2.000 millones de euros, lo que significa, en la pr¨¢ctica, la congelaci¨®n presupuestaria por parte del Gobierno", explica Luis Barriga, de la Asociaci¨®n de Gerentes. "Las comunidades aut¨®nomas y los usuarios (v¨ªa copago) tendr¨ªan que aportar unos 3.000 millones, seg¨²n nuestros c¨¢lculos estimados", a?ade Luis Barriga.
La Ley de Dependencia muestra adem¨¢s otros signos de paralizaci¨®n, si se echa un vistazo a las prestaciones y servicios que se vienen concediendo. No para de crecer el n¨²mero de ayudas para que los familiares cuiden en casa al anciano o discapacitado, cuando esta prestaci¨®n est¨¢ recogida en la ley como algo que deber¨ªa ser excepcional, y no la norma en que se ha convertido. Estas ayudas suponen ya 357.841. Un 58% de los dependientes atendidos recibe una de estas pagas.
Sin embargo, la concesi¨®n de una plaza de residencia o centro de d¨ªa, los servicios propios para los ancianos m¨¢s incapacitados, est¨¢ tambi¨¦n pr¨¢cticamente estancada.
"El escaso desarrollo de los centros y servicios, frente a las prestaciones econ¨®micas que se est¨¢n concediendo, impide que el sistema desarrolle todo su potencial de creaci¨®n de empleo, algo lamentable dado el momento econ¨®mico que estamos atravesando", dice Ram¨ªrez.
Una gesti¨®n desigual para un derecho universal
- Personas atendidas. Si ha de tenerse en cuenta el n¨²mero de personas atendidas en relaci¨®n con la poblaci¨®n de cada comunidad aut¨®noma, tres de ellas destacan: Cantabria, La Rioja y Andaluc¨ªa, todas por encima del 2%, cuando la media nacional es de un 1,31%. En la parte alta de la tabla estar¨ªan Castilla y Le¨®n, Arag¨®n, Castilla-La Mancha y Pa¨ªs Vasco; y algo despu¨¦s, con 1,4% Extremadura, Catalu?a y Murcia. El resto no alcanza la media nacional. A la cola est¨¢n Canarias, Madrid, Comunidad Valenciana y Baleares, que no llegan al 1% de personas atendidas en relaci¨®n con la poblaci¨®n.
- Dictaminados. Indicador de buena gesti¨®n es tambi¨¦n el n¨²mero de solicitantes de una ayuda que ya tienen establecido su nivel y grado de dependencia, a partir del cual se dictaminar¨¢ qu¨¦ prestaci¨®n necesitan. En este caso brillan en la tabla oficial las mismas comunidades y vuelven a quedar en la cola tambi¨¦n las mismas. Castilla y Le¨®n marca la media nacional, 2,71% respecto a la poblaci¨®n. Canarias, Madrid, Baleares y Valencia no llegan al 2%. Estas diferencias, tanto en personas atendidas como en las dictaminadas, se traducen, de hecho, en graves diferencias entre unos ciudadanos y otros al acceder a sus derechos.
- Perfil. M¨¢s de la mitad de los solicitantes de una ayuda (el 52%) son personas de 80 y m¨¢s edad, en su mayor¨ªa mujeres. Un 26% tiene de 65 a 79 a?os. Los menores de tres a?os representan un 0,3% del total de solicitantes.
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