La volatilidad tambi¨¦n es arte
Los precios de las obras de artistas contempor¨¢neos est¨¢n a menudo re?idos con las leyes tradicionales de la oferta y la demanda
Jose Mugrabi es uno de los grandes coleccionistas de arte contempor¨¢neo. Apasionado de Andy Warhol, posee unas 800 pinturas del rey del arte pop. Teniendo en cuenta que el pintor estadounidense cre¨® entre 1952 y 1987, a?o de su muerte, 8.000 cuadros, Mugrabi controla el 10% del mercado mundial de warhols. "Es una situaci¨®n que en cualquier otro mercado ser¨ªa considerada monopol¨ªstica y, por tanto, no se permitir¨ªa", afirma el coleccionista y empresario Marcos Mart¨ªn Blanco, quien tambi¨¦n cuenta con obras de este creador en su colecci¨®n.
No es un mercado peque?o el que maneja Warhol. Hablamos de cientos de millones de euros. "Al fin y al cabo, Warhol es a este elitista mundo lo mismo que el ¨ªndice Dow Jones a la Bolsa", reflexiona el abogado y coleccionista Paco Cantos. De hecho, muchos competidores por la obra de Warhol han acusado a Mugrabi de manipular el mercado pujando en exceso, por ejemplo, por trabajos menores. ?l se excusa argumentado que "defiende" la obra "de un artista al que ama", como la defienden sus galeristas (Larry Gagosian o Bruno Bichofberger).
En estos momentos de crisis se est¨¢n haciendo descuentos muy altos
Es dif¨ªcil entender el porqu¨¦ de las cotizaciones de algunos artistas
Entonces, ?d¨®nde est¨¢ el l¨ªmite entre manipular y defender? Cuando se supo que la c¨¦lebre calavera de diamantes creada por el brit¨¢nico Damien Hirst, For the Love of God (Por el amor de Dios, la expresi¨®n que profiri¨® la madre de Hirst al enterarse del extravagante proyecto de su hijo), hab¨ªa sido comprada por 60 millones de euros por un consorcio en el que estaban el propio autor y algunos de sus galeristas, como Jay Jopling, due?o de White Cube, ?se estaba defendiendo al artista o alterando sus precios? "Pues m¨¢s parece lo segundo que lo primero", dice Mart¨ªn Blanco. "En puridad, el mercado del arte contempor¨¢neo y sus precios deber¨ªan regirse por las reglas de la oferta y la demanda, y encontrar un lugar intermedio de acomodo. Pero la pr¨¢ctica demuestra que no siempre es as¨ª". Para Mar¨ªa Garc¨ªa Yelo, directora del departamento de arte moderno y contempor¨¢neo de
Christie's, lo ocurrido con la venta de la calavera est¨¢ m¨¢s cerca de una performance que de una subasta. "Un hito", a su juicio, "en la historia del arte contempor¨¢neo".
Est¨¢ claro que la gravedad no es una fuerza que afecte a este mundo. Es dif¨ªcil entender el peso que alcanzan las cotizaciones de algunos creadores. "Los precios son absolutamente manipulables. El mercado, y no la trayectoria del artista, es quien manda. Puede ser un creador flojo, pero si tiene una galer¨ªa potente, entonces sus precios ser¨¢n altos", critica el coleccionista mallorqu¨ªn Juan Bonet. Subidos a esta aparente arbitrariedad, "hay muchos artistas cuyos precios no se corresponden con su curr¨ªculo", indica la coleccionista Ana Campesino. Y subraya: "El gran peligro lo corren los artistas j¨®venes, cuya carrera se puede poner, y se pone, en peligro por precios excesivamente altos al comienzo de su trayectoria". Y cita como ejemplo la bajada en los precios que est¨¢n viviendo las obras del d¨²o Muntean & Rosenblum tras varios a?os de fuertes subidas.
Y es que los riesgos est¨¢n muy presentes. Los galeristas norteamericanos o brit¨¢nicos no tienen reparos a la hora de bajar las cotizaciones de sus artistas si no se venden las obras o se hace con dificultad. Esto es impensable en las galer¨ªas espa?olas. Todo lo contrario. "Estamos pendientes de nuestros artistas y defendemos sus precios en las subastas, pues somos responsables de toda su obra. En ocasiones compramos sus trabajos cuando salen a subasta, ya que en ciertos casos lo hacen con precios gancho para atraer a los compradores", puntualiza la galerista Soledad Lorenzo. Se refiere a precios por debajo de los que marca la galer¨ªa.
"El veh¨ªculo para regular a la baja el precio de un artista es el descuento", matiza Carlos Urroz, director de la feria de arte contempor¨¢neo Arco. "Una galer¨ªa ofrecer¨¢ un descuento alto de aquellos creadores que tengan un precio por encima de lo que se?ala su mercado. Mientras que suceder¨¢ lo contrario con quienes disfruten de una demanda elevada", precisa Urroz. O como dice el artista Daniel Canogar: "Hay que distinguir entre los precios oficiales que se publican y los reales. En estos momentos de crisis se est¨¢n haciendo descuentos muy altos". Y aclara: "A pesar de todo, en Espa?a hay bastante transparencia en el mercado".
Interesante tambi¨¦n es c¨®mo afronta la disyuntiva de los precios otra de las galeristas espa?olas,
Elba Ben¨ªtez. Esta profesional distingue entre artistas que trabajan con ella, como galer¨ªa madre, por as¨ª decirlo, y los que proceden de una exterior. En este ¨²ltimo caso, es esa galer¨ªa externa quien fija el precio del creador. Y lo contrario sucede con los artistas propios. "Lo que hacemos es trabajar para formar una demanda de las obras. El precio ser¨ªa una suma de esa demanda y del curr¨ªculo del artista", indica Elba Ben¨ªtez.
Ahora bien, en el v¨®rtice de toda la inestabilidad en el mundo del arte se han instalado las casas de subastas. "La ilusi¨®n es pensar que el mercado de las subastas es el verdadero mercado. Y es una ilusi¨®n porque resulta f¨¢cil manipularlo", explicaba Josh Baer, periodista especializado en el mercado del arte contempor¨¢neo y editor del bolet¨ªn m¨¢s reputado de este mundillo, The Baer Faxt, en el documental La burbuja del arte contempor¨¢neo. Pues basta un selecto grupo de millonarios dispuestos a sostener entre ellos los precios de un artista para que se altere el mercado.
Mar¨ªa Garc¨ªa Yelo, de Christie's, niega la mayor y recuerda que comportamientos de este estilo son la excepci¨®n. Como la pr¨¢ctica, ahora desterrada, de que la propia sala de subastas financiara las compras de sus clientes, algo que distorsionaba los precios.
Por el contrario, Eduardo Bobillo, director del departamento de arte contempor¨¢neo de
Alcal¨¢ Subastas, admite esta situaci¨®n, aunque matiza que "si son solo unos pocos
[galeristas y coleccionistas] quienes mantienen esos precios y no se crea una base de mercado m¨¢s amplia y s¨®lida, esas cotizaciones no se podr¨¢n sostener a largo plazo". Ra¨²l Cocero, de la galer¨ªa
La Caja Negra, reivindica que son negocios distintos los que se desarrollan en el mercado primario y en el secundario. "Una galer¨ªa de arte no funciona como una casa de subastas, ya que esta solo atiende a la ley de la oferta y la demanda y a la inmediatez del resultado. Nosotros trabajamos a largo plazo, y prima la voluntad de situar a los artistas representados en colecciones importantes".
La fijaci¨®n de los precios es de una trascendencia capital. Un estudio de la consultora Arts Economics muestra que el mercado del arte en Reino Unido es responsable de m¨¢s de 60.000 puestos de trabajo directos y 66.000 indirectos. El a?o pasado se registraron 9.700 millones de euros en ventas, de las que el 40% procedieron del arte moderno y contempor¨¢neo. En total, generaron m¨¢s de 1.075 millones de euros en impuestos. De hecho, los brit¨¢nicos controlan el 34,5% del mercado internacional. En Espa?a no existen datos oficiales, pues el arte contempor¨¢neo se ha refugiado en la opacidad. Ni las galer¨ªas dan cifras durante el a?o de sus ventas ni tampoco lo hace Arco. -
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