Rajoy da por hecho que el Gobierno lograr¨¢ aprobar los Presupuestos
El l¨ªder popular cree que no habr¨¢ elecciones anticipadas porque las cuentas p¨²blicas contar¨¢n con el apoyo del PNV o la abstenci¨®n de los nacionalistas
La semana pasada, Mariano Rajoy explic¨® a los miembros de su Comit¨¦ de Direcci¨®n que, en su opini¨®n, Zapatero conseguir¨¢ sacar adelante los Presupuestos de 2011 con apoyo del PNV o, en el peor de los casos para el Gobierno, con la abstenci¨®n de los partidos nacionalistas. Es decir, que el l¨ªder del PP tiene m¨¢s claro que el propio Gobierno que no habr¨¢ que prorrogar las cuentas y poner fin a la legislatura.
Y eso que el eslogan pol¨ªtico de Rajoy, desde el pasado debate sobre el estado de la naci¨®n, es exigir la convocatoria de elecciones anticipadas. Pero el que menos cree en eso es ¨¦l.
Rajoy explic¨® tambi¨¦n aquel d¨ªa que las encuestas coinciden en que el PP ganar¨¢ las pr¨®ximas elecciones generales, que la ¨²nica duda es saber con qu¨¦ diferencia, pero que sus sondeos muestran que ya la diferencia es insalvable para el PSOE.
Explic¨® tambi¨¦n que todos los datos muestran que la recuperaci¨®n econ¨®mica se retrasar¨¢ y eso seguir¨¢ desgastando al Gobierno, que, adem¨¢s, tendr¨¢ que mantener las medidas impopulares.
En el curso pol¨ªtico, la primera cita ser¨¢n las elecciones catalanas en octubre o noviembre, pero en ellas el PP tiene poco que perder en su propio resultado. Se juega su futuro m¨¢s en c¨®mo quede conformado el Parlamento catal¨¢n. La situaci¨®n so?ada por Rajoy es la de un Gobierno de CiU sin mayor¨ªa absoluta, pero en la que el PP le pueda dar apoyo sin pacto estable ni por supuesto coalici¨®n en la Generalitat. A cambio, Rajoy tendr¨ªa la perspectiva del apoyo de CiU si en 2012 lo necesita en el Congreso.
El objetivo electoral siguiente es el de las auton¨®micas y municipales de mayo de 2011. Y el reto para el PP es mantener el desgaste del Gobierno, si no incrementarlo. La expectativa de los populares es mantener las comunidades en las que gobierna y arrebatar alguna al PSOE. La primera parte no parece dif¨ªcil y la segunda pasa por Castilla-La Mancha, donde Rajoy quiere coger el fruto de su gran apuesta de mantener como secretaria general y l¨ªder auton¨®mica a Dolores de Cospedal. Se trata de hacer realidad el viejo sue?o del PP de arrebatar al PSOE uno de sus feudos tradicionales. De nuevo les mueve la ilusi¨®n de la ventaja en generales en esa comunidad, que no es nueva, pero que nunca se ha hecho realidad en las auton¨®micas y suele acabar en espejismo. Los populares mencionan otras comunidades como Arag¨®n, con la lista encabezada por Luisa Fernanda Rudi. Y, por supuesto, lograr alguna capital de provincia que les catapulte hacia las generales y acelere el desgaste de Zapatero y la impresi¨®n de fin de ciclo.
La estrategia del PP pasa por ponerse de perfil en asuntos comprometidos. Mejor estar callado que provocar rechazo, viene a ser su tesis. As¨ª lo har¨¢ sobre las pensiones, como lo ha hecho sobre la reforma laboral. Sin mojarse, ni comprometerse.
El PP conf¨ªa en la movilizaci¨®n permanente de los suyos y el desencanto de la izquierda con Zapatero. Es decir, dicen que a Zapatero le ha abandonado la izquierda, que no puede ir a Rodiezmo, que le convoca una huelga general y que no parece dispuesta a votarle. Incluso, los estudios que maneja G¨¦nova muestran que hay una capa notable de descontentos dispuestos a castigar al PSOE con papeletas del PP.
?Qu¨¦ le puede distorsionar el discurso al PP? La corrupci¨®n. O, por mejor decir, el horizonte penal de destacados dirigentes, especialmente Francisco Camps. Del caso G¨¹rtel solo ha hecho explosi¨®n una parte, y si la conclusi¨®n es la acusaci¨®n al l¨ªder valenciano de m¨¢s delitos que el de los trajes regalados, Rajoy tendr¨¢ que cambiar al candidato.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.