Huesos deshechos, manos atadas a la espalda

Huesos rotos, orificios de entrada y de salida de bala, manos pegadas a la espalda. Los cuerpos hallados en la fosa com¨²n del cementerio de Cazalla de la Sierra (Sevilla) atestiguan evidentes signos de violencia, similares a los encontrados entre las v¨ªctimas de otros enterramientos de la Guerra Civil y el franquismo. La excavaci¨®n, que se inici¨® en julio, ha permitido ya llegar a los restos de ocho personas de las alrededor de 300 que se cree que fueron enterradas all¨ª.

Los trabajos, a cargo de la empresa Arq?uatro, est¨¢n resultando m¨¢s complejos de lo que se esperaba. El terreno de la fosa, ubicada en la parte m¨¢s baja del cementerio y muy cerca de un arroyo, es tan h¨²medo que la tierra es pr¨¢cticamente arcilla, lo que ha perjudicado la conservaci¨®n de los cuerpos. Elena Vera, la arque¨®loga que coordina la exhumaci¨®n, admite que est¨¢ "asombrada" por el "mal estado" de los huesos. "Algunos, simplemente al darles un poco con la escobilla para limpiarlos, se deshacen". La mejor noticia es que los cr¨¢neos y los maxilares, huesos de especial importancia para la identificaci¨®n de las v¨ªctimas, no est¨¢n demasiado da?ados, por lo que los arque¨®logos esperan que la identificaci¨®n pueda completarse.

La fosa del cementerio de Cazalla tiene una extensi¨®n de 21 metros de largo por cinco de ancho y 2,18 metros de profundidad. All¨ª fueron escondidos los restos de alrededor de 300 hombres y mujeres de entre 17 y 65 a?os fusilados por el bando franquista entre el oto?o de 1936 y 1937. La Asociaci¨®n Andaluza de Memoria Hist¨®rica y Justicia (AMHyJA) tiene indicios de que, entre otros, en esta fosa deben encontrarse los cuerpos de miembros de la ¨²ltima corporaci¨®n republicana de Alan¨ªs de la Sierra, entre ellos el alcalde, Jos¨¦ Garc¨ªa Galindo, y el teniente de alcalde, Manuel Garc¨ªa Esp¨ªnola; tambi¨¦n el jefe de la estaci¨®n de tren en el momento del golpe, Pedro Doctor Arruga, y el matrimonio de jornaleros formado por Jos¨¦ Campos, El Pepino, y Antonia Gonz¨¢lez. Todos fueron fusilados en oto?o de 1936 y sus familiares han pedido que se busquen sus restos. Los t¨¦cnicos creen que la fosa alberga, adem¨¢s, a otros muchos fusilados de Cazalla, Alan¨ªs y El Pedroso, municipios de la Sierra Norte de Sevilla.

Los cuerpos fueron llenando la fosa hasta, al menos, mediados de 1937. La excavaci¨®n revela que las v¨ªctimas est¨¢n colocadas una sobre otras de cualquier manera. "No parece que fueran arrojados, pero sus posiciones tampoco son las habituales de un enterramiento, sino que cada uno est¨¢ de una forma", explica la coordinadora de la exhumaci¨®n. El Ministerio de Presidencia ha concedido una subvenci¨®n de 54.000 euros para abrir esta fosa y otra en La Puebla de Cazalla. La AMHyJA cree que esta cantidad resultar¨¢ "insuficiente", seg¨²n se?al¨® ayer en un comunicado.