S¨¢cate el Estado de la cabeza
Hace un d¨ªa que hemos vuelto a ser el otro nosotros, el de los d¨ªas laborables, las oficinas y los horarios, y ya nos persiguen los s¨ªndromes para mordernos. Porque no me digan que esa palabra no suena un poco a ladrido de perro psicol¨®gico: s¨ªndrome, s¨ªndrome, s¨ªndrome. Lo bueno de esas cosas en las que todo es malo, es que demuestran una vez m¨¢s que, como suele decirse, la ¨²nica diferencia entre los ni?os y los adultos es el precio de los juguetes, porque en lo dem¨¢s nada cambia, una persona de 50 a?os es la talla grande de una de 10 y los caminos de septiembre deprimen igual cuando llevan al trabajo que cuando llevan a la escuela. Mi amigo Juan Urbano suele decir que la vida consiste en ir cambiando de ruedas: del carrito de beb¨¦ al triciclo, de ah¨ª a la bicicleta, la moto, el coche, la silla ortop¨¦dica y, finalmente, la camilla de hospital. Pero, claro, tampoco hay que tom¨¢rselo al pie de la letra, porque ya saben c¨®mo es.
Dicen que el precio de las casas en Madrid baj¨® un 0,2%. Casi nada: estaban un 60% sobrevaloradas
"Ya estamos en Madrid, como quien dice", termina un poema de Jaime Gil de Biedma, y as¨ª es, de modo que se acab¨® el agua salada y hay que arrancarle el motor a lo que llamamos la vida normal, qui¨¦n sabe por qu¨¦. En la ciudad nos esperan las elecciones primarias de los socialistas y las subidas de ivas y eur¨ªbores que, de una manera o de otra, aseguren que el dinero est¨¦ siempre en las manos que lo inventaron, las de los pol¨ªticos y las de los banqueros, que en mitad de la crisis han conseguido que las hipotecas empiecen a subir y los cr¨¦ditos se encarezcan. No s¨¦ por qu¨¦, deben de ser cosas m¨ªas, pero en estos casos siempre me acuerdo de aquello que escribi¨® Mark Twain: "Si ves que un banquero se tira por la ventana de un tercer piso, no te lo pienses y salta detr¨¢s de ¨¦l, porque seguro que hay algo bueno abajo".
El IVA sube, el Eur¨ªbor tambi¨¦n y las hipotecas lo mismo, pero las noticias dicen que el precio de las casas en Madrid ha bajado un 0,2%. Casi nada, ya que estaban un 60% sobrevaloradas, en la ¨¦poca de las vacas G¨¹rtel, pero parece que el objetivo es que vuelvan a estarlo, y que en lugar de aprovechar la ruina para intentar que el disparate no se vuelva a repetir, se lucha por conseguir que regrese.
En realidad, habr¨¢ que mirar a esas primarias del PSOE a ver de qu¨¦ lado sopla el viento, porque se supone que los dos candidatos tendr¨¢n que ofrecerles algunas cosas a sus militantes y otras a los ciudadanos en general, para llevarse el gato al agua, nunca mejor dicho, trat¨¢ndose de Madrid. Estar¨ªa bien que el debate entre ellos se centrara en decirnos qu¨¦ planes tienen para la vivienda social, la regulaci¨®n del mercado inmobiliario, la subida de impuestos a la banca y la defensa de la sanidad y la educaci¨®n p¨²blicas. Porque eso s¨ª que ser¨ªa cambiar de ruedas y conseguir unas que vayan hacia delante.
Un sindicalista hist¨®rico, antiguo dirigente de la UGT, me dec¨ªa un d¨ªa que el problema de este pa¨ªs es que aqu¨ª todo el mundo lleva al Estado en la cabeza, que hablas con un concejal del ¨²ltimo pueblo de Espa?a y, en lugar de verlo preocupado por los problemas de sus vecinos, te lo encuentras arreglando la naci¨®n de arriba abajo ma?ana, tarde y noche. Quiz¨¢ si eso cambiara, volver a la vida ordinaria no se nos har¨ªa tan cuesta arriba. Si todo fuera menos dif¨ªcil, ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil. A ver qui¨¦n se atreve a negar eso.
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