Shakespeare pasado por el absurdo
A Sanchis Sinisterra le encanta dar vida extra a personajes c¨¦lebres de otros autores. En el primer acto de Pr¨®spero sue?a Julieta (o viceversa) se imagina al protagonista de La tempestad asm¨¢tico, achacoso e insomne, exaltando en su gruta la vida retirada, lamentando su declive y habl¨¢ndole de Ariel, Calib¨¢n y S¨ªcorax a su hija Miranda, de la que est¨¢ secretamente enamorado, mientras ella, metida entre s¨¢banas, ni rechista, como el encamado interlocutor de la protagonista de La noche de Molly Bloom, el mon¨®logo m¨¢s c¨¦lebre de Sanchis.
En el segundo acto, se imagina a Julieta muerta e incorrupta en la cripta familiar, exclamando mientras se despereza con medio cuerpo fuera de las s¨¢banas que arropan su sue?o eterno (como una prefiguraci¨®n de la semienterrada Winnie de D¨ªas felices): "?Otro d¨ªa divino: todo est¨¢ como siempre, todo en su sitio!". Lleva 30 a?os abrazada a un cofrecito con las cenizas de Romeo, poniendo buena cara a la rutina.
PR?SPERO SUE?A JULIETA (O VICEVERSA)
Autor: Jos¨¦ Sanchis Sinisterra. Int¨¦rpretes: H¨¦ctor Colom¨¦ y Clara Sanchis. Direcci¨®n: Mar¨ªa Ruiz. Teatro Espa?ol, sala peque?a.
Hasta el 3 de octubre.
El espect¨¢culo podr¨ªa haberse reducido a estos mon¨®logos, que funcionan, el segundo mejor que el primero, porque en este a Sanchis se le va el tiempo en poner al p¨²blico en antecedentes de una obra no muy popular, mientras que en aquel vuela con libertad mayor y le saca partido a una Julieta desorientada y lun¨¢tica, interpretada con humor por Clara Sanchis. Hay un tercer acto donde se encuentran Pr¨®spero y Julieta, pero no parece que tengan mucha curiosidad el uno por el otro ni nada interesante que decirse. Al contrario, cada cual sigue pendiente de su respectivo universo literario, se pregunta por su identidad antes que por la del otro y desemboca en un juego metateatral muchas veces visto en obras del propio Sanchis, quien en lugar de darles nueva vida ha hecho de ellos peones de un procedimiento recurrente.
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