Los mil achaques de Jap¨®n
A la deflaci¨®n y el d¨¦bil crecimiento se suma ahora una fuerte subida del yen
Hace tiempo que la econom¨ªa japonesa est¨¢ estancada. Y por si fuera poco, este verano ha deparado al pa¨ªs asi¨¢tico datos a¨²n menos halag¨¹e?os. Agosto trajo primero la noticia de que en el segundo trimestre China superaba por primera vez a Jap¨®n en t¨¦rminos de PIB nominal y se posicionaba como segunda econom¨ªa del mundo, solo superada por EE UU. Mucho m¨¢s problem¨¢tico es lo que trajeron los ¨²ltimos d¨ªas del mes: una gran subida del yen. A una deflaci¨®n end¨¦mica y a una recuperaci¨®n de la crisis m¨¢s lenta de lo esperado se suma ahora este factor, nefasto para una econom¨ªa tan dependiente de las exportaciones como la japonesa. En agosto, la moneda nipona se ha apreciado hasta el mayor nivel con respecto al d¨®lar y el euro en 15 y 10 a?os, respectivamente.
La apreciaci¨®n de la divisa es un dur¨ªsimo golpe para los exportadores
Lo peor es que el bache econ¨®mico nip¨®n se alarga ya casi dos d¨¦cadas, desde el estallido de la burbuja de activos a principios de los noventa. Los que vivieron el periodo m¨¢s boyante del pa¨ªs en los felices ochenta ven cada vez m¨¢s lejana aquella ¨¦poca, de la que se recuerda a la gente gastando alegremente peque?as fortunas en restaurantes o cogiendo taxis para ir a la vuelta de la esquina. Los hijos de muchos de ellos no han conocido eso. Han crecido escuchando t¨¦rminos como estancamiento o deflaci¨®n.
"La deflaci¨®n de Jap¨®n se debe a que el sector empresarial ha sufrido un problema de sobredeuda durante mucho tiempo despu¨¦s del estallido de la burbuja", opina Naoyuki Haraoka, director ejecutivo de la Japan Economic Foundation. "Es por eso que se redujeron dr¨¢sticamente los precios de sus activos al tiempo que aumentaba su deuda. Las corporaciones no han hecho otra cosa desde entonces que devolver el dinero prestado a los bancos y apenas han invertido. Esto nos ha llevado a esta fase deflacionaria actual, con una falta significativa de demanda", explica Haraoka.
En t¨¦rminos interanuales, los precios en Jap¨®n volvieron a caer en julio por decimos¨¦ptimo mes consecutivo. La guerra de precios desatada por tres de las mayores cadenas de comida r¨¢pida japonesa -Matsuya, Sukiya y Yoshinoya- para combatir sus p¨¦rdidas es un ejemplo palpable de esta tendencia. Tras las campa?as de descuento veraniegas, el gyudon (cuenco de arroz con carne de ternera que sustenta a millones de oficinistas y estudiantes a la hora del almuerzo o la cena) cuesta ahora en torno a los 2,50 euros de media, pr¨¢cticamente un euro menos que en diciembre de 2009.
La subida del yen en agosto ha acabado por obligar al Gobierno y al Banco de Jap¨®n a implementar una serie de medidas reclamadas en¨¦rgicamente por los l¨ªderes empresariales. El segundo anunci¨® una inyecci¨®n de 1 bill¨®n de yenes (93.000 millones de euros) destinado a cr¨¦ditos a seis meses para empresas con intereses muy bajos. Esa cantidad se suma a los 2 billones de yenes que el Banco de Jap¨®n ya hab¨ªa destinado a este fin. El Ejecutivo, por su parte, ultimar¨¢ el 10 de septiembre un programa de est¨ªmulo valorado en 8.500 millones de euros, que saldr¨¢n de los fondos de reserva del presupuesto de 2010. De momento, ha hablado de prorrogar otros tres meses -hasta marzo- los est¨ªmulos a la compra de electrodom¨¦sticos, al gasto corporativo en negocios de ¨¢mbito dom¨¦stico respetuosos con el medio ambiente y a la contrataci¨®n de j¨®venes reci¨¦n licenciados, el estrato m¨¢s castigado por el paro en Jap¨®n.
El primer ministro, Naoto Kan, ya ven¨ªa hablando de la necesidad de endurecer la pol¨ªtica monetaria cuando era ministro de Finanzas en el Gabinete del ex primer ministro Yukio Hatoyama. Lo volvi¨® a hacer al ser nombrado primer ministro en junio, pero su deseo se top¨® en principio con un problema t¨ªpico de la pol¨ªtica japonesa: las posiciones encontradas dentro del propio partido. De hecho, Kan tiene ahora tantos detractores en el seno del Partido Dem¨®crata de Jap¨®n (PDJ) que se arriesga a perder las elecciones a presidente de la formaci¨®n el pr¨®ximo 14 de septiembre ante el incansable Ichiro Ozawa. Si esto sucede, Kan tendr¨ªa que ceder a Ozawa el cargo de primer ministro. Del resultado de la elecci¨®n depender¨¢ qu¨¦ medidas se adoptar¨¢n en los pr¨®ximos meses. Si, por ejemplo, gana Kan, el Gobierno mantendr¨¢ este programa y seguramente acabe subiendo el IVA con el objetivo de sanear las hiperdeficitarias cuentas del Estado. En cambio, Ozawa ha anunciado una pol¨ªtica m¨¢s agresiva, incluyendo una depreciaci¨®n forzada de la divisa, algo que Jap¨®n no hace desde 2004.
Gane quien gane, lo que queda claro es que, de momento, las medidas del actual Gobierno no parecen haber contentado a casi nadie. "La deflaci¨®n es una de las principales razones de la apreciaci¨®n del yen, y esta solo puede resolverse mediante la creaci¨®n de demanda. Para ello creo que hacen falta m¨¢s pol¨ªticas en este sentido o pol¨ªticas inflacionistas para solventar la situaci¨®n", considera Naoyuki Haraoka.
El reciente fortalecimiento de la moneda japonesa se debe tambi¨¦n en parte a la decisi¨®n de los inversores, que la consideran una divisa segura en comparaci¨®n con el euro o el d¨®lar. Es por eso que algunos cr¨ªticos ven insuficiente el plan del Banco de Jap¨®n, al que piden que compre m¨¢s deuda japonesa a largo plazo o que rebaje los tipos de inter¨¦s, en contra de su decisi¨®n de esta semana de mantenerlos en el 0,1%.
"Pero el mayor problema es que este yen tan apreciado puede ahogar las exportaciones y traer m¨¢s deflaci¨®n, haciendo que la econom¨ªa japonesa entre en un c¨ªrculo vicioso", sostiene Haraoka. Los efectos de todo este conjunto de factores hacen mella en la Bolsa nipona, que lleva perdido en torno a un 15% desde principios de a?o. Como es l¨®gico, los grandes fabricantes nipones de coches o tecnolog¨ªa vienen sufriendo una ca¨ªda en sus exportaciones motivada por la crisis y ahora tambi¨¦n por la excesiva fortaleza de la divisa en la que venden. Como consecuencia de esto, Suzuki, una de las grandes de la automoci¨®n, acaba de congelar la construcci¨®n de un enorme parque industrial en la prefectura de Shizuoka. Noticias que hacen aflorar en los japoneses el temor a que se desate una posible ola de deslocalizaciones a otros pa¨ªses asi¨¢ticos para abaratar costes.
Jap¨®n tambi¨¦n mantiene desde el a?o pasado una tasa de paro superior al 5%, la peor cifra desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Muchos se?alan que los datos que publica el Gobierno son enga?osos, puesto que cada vez m¨¢s gente trabaja a cambio de salarios basura, lo que hace que se empiece a hablar de una brecha entre ricos y pobres en un pa¨ªs que siempre ha contado con una s¨®lida clase media. Los miles de j¨®venes que pernoctan en los cibercaf¨¦s porque no pueden permitirse pagar un alquiler o los ancianos obligados a sobrevivir con pensiones m¨ªseras inflan cada vez m¨¢s las filas de los pobres de Jap¨®n. Este a?o, el Gobierno hizo p¨²blicas las cifras de este colectivo por primera vez en la historia del pa¨ªs. Hablan de 19 millones de pobres, uno de cada seis japoneses. Lo peor es que esos datos son de 2007, antes de la crisis. "Est¨¢ claro que si esta situaci¨®n deflacionista persiste, subir¨¢ a¨²n m¨¢s el paro. Y entonces esa distancia entre ricos y pobres aumentar¨¢ a¨²n m¨¢s", dice Haraoka. -
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