El fiasco de los cereales

Hace solo unos a?os, el Kremlin alardeaba de las ambiciones de Rusia de alimentar al mundo. Los inversores se abalanzaron sobre la agricultura rusa, atra¨ªdos por su enorme potencial de exportaci¨®n. Pero la depresi¨®n econ¨®mica, la sequ¨ªa y ahora una prohibici¨®n prolongada de exportaci¨®n de cereal han demostrado lo lejos que est¨¢ este sue?o de hacerse realidad.

Se supon¨ªa que iba a ser distinto. La abundante y f¨¦rtil tierra negra de Rusia parec¨ªa la soluci¨®n perfecta al aumento de las necesidades alimentarias mundiales. El pa¨ªs suministraba una fracci¨®n rid¨ªculamente peque?a de los alimentos del mundo, lo que reflejaba una baja productividad debida a d¨¦cadas de mala gesti¨®n. Pero, al parecer, no era algo que no se pudiera arreglar con nueva inversi¨®n y tecnolog¨ªa. La l¨®gica parec¨ªa aplastante. A los inversores, entre ellos extranjeros emprendedores, les entr¨® una verdadera locura por los terrenos. El Kremlin tambi¨¦n estaba fascinado por el potencial. Hablaba de impulsar las exportaciones de cereales hasta los 50 millones de toneladas de aqu¨ª a 2020, en comparaci¨®n con los 20 millones de toneladas del a?o pasado, lo que restaurar¨ªa su papel presovi¨¦tico de granero del mundo.

?Qu¨¦ pod¨ªa salir mal? Por lo visto, todo. La depresi¨®n mundial dej¨® por los suelos los precios de los alimentos. Luego, una devastadora sequ¨ªa ha arruinado la cosecha, que ser¨¢ un tercio menor que la del a?o pasado. Y ahora, la crueldad de la naturaleza ha ido acompa?ada de la del hombre: la decisi¨®n de Vlad¨ªmir Putin de prohibir todas las exportaciones de cereales otro a?o m¨¢s implica que los agricultores se ver¨¢n obligados a vender sus cereales a un precio m¨¢s bajo en el mercado interno.

Putin, con los ojos puestos en las elecciones del a?o que viene, sabe que no hay nada que enfade m¨¢s a los rusos que unos alimentos caros. Pero prohibir la exportaci¨®n tambi¨¦n supone un duro rev¨¦s para las ambiciones mundiales de Rusia en cuanto a los cereales. Para ello siguen siendo necesarias unas inversiones de calado tanto en la tierra en s¨ª como en el transporte y en los centros de almacenaje, necesarios para transportar los cereales al extranjero. ?Qui¨¦n va a financiar eso cuando, por decreto del Gobierno, puede que esos centros se pasen un a?o inactivos?

Los inversores han aprendido una dura lecci¨®n sobre los riesgos de esta oportunidad supuestamente f¨¦rtil. Y eso no contribuir¨¢ a que Rusia haga realidad su sue?o de ser una superpotencia agr¨ªcola. -