Ahora, un televisor

En Apple, el artilugio, y no el contenido, sigue siendo el rey. Casi a diario aparece un nuevo competidor en la incipiente batalla por la atenci¨®n del estadounidense que pasa buena parte de su tiempo tirado en el sill¨®n. Netflix, Amazon, Hulu y YouTube quieren ofrecer contenidos. Aunque Apple tambi¨¦n alquila v¨ªdeos, su nuevo aparato de televisi¨®n permite a los usuarios visionar servicios rivales. A diferencia de los otros reproductores del sector del v¨ªdeo en Internet, que avanza con gran rapidez, Apple sigue centr¨¢ndose en los equipos.

Apple sol¨ªa decir que su oferta televisiva era un pasatiempo para la empresa. Pero ya no. Su ¨²ltimo artilugio, que permite ver v¨ªdeos de Internet en la pantalla del televisor, es m¨¢s peque?o y parece m¨¢s sencillo de manejar que la primera incursi¨®n de Apple en ese terreno. Y el mayor n¨²mero de contenidos disponibles, que van desde la filmoteca de Netflix a la colecci¨®n de programas televisivos de Hulu, lo hacen mucho m¨¢s ¨²til. Al haber reducido el precio a 99 d¨®lares, el aparato resulta m¨¢s asequible.

Aunque se ha hablado mucho de que los consumidores empiezan a prescindir de la televisi¨®n por cable, hay pocas pruebas de ello. Para la mayor¨ªa, pasarse a los medios de Internet de forma exclusiva es demasiado complejo, y el ahorro puede ser ilusorio para quienes deseen ver nuevos programas, sobre todo sin publicidad. Pero el nuevo aparato de Apple, y su plan de alquilar programas de dos cadenas por una tarifa reducida de 99 c¨¦ntimos cada uno, da credibilidad a esa idea.

Por supuesto, cabe la posibilidad de que el aparato no tenga buena acogida entre los consumidores, y existen aparatos y empresas rivales que compiten en el mercado. Pero la habilidad de Apple para dise?ar equipos f¨¢ciles de utilizar y su buena disposici¨®n para sacar provecho de otros distribuidores de contenidos con una enorme colecci¨®n de v¨ªdeos podr¨ªan convertirlo en un ganador.

En primer lugar, puede que venda bastantes aparatos por un mont¨®n de dinero. Y lo que es m¨¢s importante, podr¨ªa incrementar la demanda de otros productos de Apple y hacer que estos aparatos resulten m¨¢s ¨²tiles. No es descabellado suponer que a los que compren el televisor de Apple, un producto relativamente barato, les guste y adquieran luego un Mac que funcione bien con ¨¦l. El iPod, el iPhone y el iPad han seguido una pauta similar. Apple conf¨ªa en que la historia se repita.