El valor de los montes andaluces
La sabidur¨ªa de un pueblo puede medirse a partir de la relaci¨®n de convivencia que construye con el entorno. En Andaluc¨ªa, donde el 53% de su territorio se corresponde con superficie forestal -frente al 17% de Espa?a o el 31% de la UE-, sabemos valorar en su justa dimensi¨®n la riqueza ambiental y econ¨®mica que aportan nuestros montes al desarrollo de la comunidad. Hablar de montes en Andaluc¨ªa es hablar de empleo, de prestaci¨®n de bienes y servicios, de paisaje y calidad de vida; porque si algo caracteriza al monte mediterr¨¢neo es su multifuncionalidad.
Las bondadosas particularidades del bosque andaluz son las que inspiraron, all¨¢ por 1989, la aprobaci¨®n del Plan Forestal de nuestra comunidad con una vigencia de 60 a?os, convirti¨¦ndose entonces Andaluc¨ªa en la primera regi¨®n espa?ola en dotarse de un instrumento de planificaci¨®n para la gesti¨®n de sus montes.
"Hablar de montes es hablar de empleo, de prestaci¨®n de bienes y servicios, de paisaje"
La mejor prueba del acierto en el dise?o de este plan, sometido a actualizaciones peri¨®dicas para adecuar sus objetivos y programaci¨®n a una realidad cambiante, la encontramos en la contribuci¨®n de nuestro patrimonio natural al desarrollo de Andaluc¨ªa: entre 1990 y 2008 en el marco de este plan se ha ejecutado una inversi¨®n cercana a los 5.000 millones de euros con los que se han repoblado 215.000 hect¨¢reas; se han reforestado otras 150.000 de tierras agr¨ªcolas abandonadas y se han construido m¨¢s de mil equipamientos de uso p¨²blico y social y deslindado 6.500 kil¨®metros de v¨ªas pecuarias. Pero sobre todo, el Plan Forestal ha coadyuvado a asentar la poblaci¨®n rural en el territorio mediante la generaci¨®n de, aproximadamente, 50 millones de jornales que han permitido garantizar las rentas de miles de familias.
Frente al desconocimiento o, peor a¨²n, el desprecio que algunos sienten indisimuladamente por el medio rural andaluz y su poblaci¨®n, el presidente Gri?¨¢n ha situado al monte mediterr¨¢neo como una pieza fundamental dentro del proyecto Andaluc¨ªa Sostenible, y ha incluido en el conjunto de medidas de impulso y reactivaci¨®n de nuestra econom¨ªa la nueva adecuaci¨®n del Plan Forestal para el per¨ªodo comprendido entre 2010 y 2015, con una consignaci¨®n presupuestaria de casi 2.500 millones de euros.
Esta s¨®lida apuesta por nuestros montes responde a una doble constataci¨®n: son muchos los profesionales que, directa o indirectamente, dependen de su buen estado de conservaci¨®n, desde los motoserristas a los gu¨ªas de los espacios naturales, pasando por las empresas de gesti¨®n forestal y por los sectores maderero, cineg¨¦tico o tur¨ªstico. Y, por otro lado, no podemos soslayar el papel del monte mediterr¨¢neo como provisor de recursos imprescindibles para nuestro bienestar, como la calidad del aire, la diversidad biol¨®gica o el paisaje. Si a esto ¨²ltimo a?adimos el reconocimiento en los ¨²ltimos a?os de una nueva funci¨®n de los sistemas forestales, la de sumidero de carbono y, por tanto, amortiguador del cambio clim¨¢tico, coincidiremos en se?alar la idoneidad de la iniciativa que va a poner en pr¨¢ctica el Gobierno andaluz.
El aprovechamiento de los recursos naturales y el incremento de su valor a?adido, el control de los incendios o la puesta en marcha de proyectos de investigaci¨®n e innovaci¨®n tecnol¨®gica en el ¨¢mbito forestal son tan solo algunos de los que se han establecido en la nueva adecuaci¨®n de un plan que, en el pr¨®ximo quinquenio, se estructurar¨¢ a partir de siete programas espec¨ªficos.
Con el convencimiento de que los fondos p¨²blicos que se destinan a la conservaci¨®n y fomento de nuestro patrimonio natural no representan un gasto, sino una inversi¨®n productiva, la Junta de Andaluc¨ªa demuestra una vez m¨¢s con la adecuaci¨®n del plan forestal su voluntad de fijar en la comunidad un modelo de desarrollo f¨¦rtil en el presente y solidario con el futuro.
Desda la sabidur¨ªa popular, que tan bien se expresa en el campo andaluz, suele ser el mismo necio que confunde valor y precio el que, obstinado s¨®lo en contemplar el ¨¢rbol de la discordia, es incapaz de ver el bosque. Y su valor real.
Jos¨¦ Juan D¨ªaz Trillo es consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andaluc¨ªa.
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