El maestro de de las fusiones
Jos¨¦ Luis M¨¦ndez hizo de Caixa Galicia su proyecto vital
Jos¨¦ Luis M¨¦ndez (A Coru?a, 1945) cumple hoy 65 a?os, aunque su biograf¨ªa oficial se?ale el nacimiento en el 11 de septiembre. En los ¨²ltimos 12 meses, el director de Caixa Galicia ha querido estar en un segundo plano, no ha concedido entrevistas ni se ha prodigado en actos p¨²blicos. Nadie sabe qu¨¦ tiene en la cabeza, si se marchar¨¢ sin hacer ruido desde la Fundaci¨®n (acaba de ser nombrado presidente) o si organiza su vuelta para cuando su enemigo ¨ªntimo, Julio Fern¨¢ndez Gayoso, est¨¦ fuera de juego. "No es positivo que se vayan a casa eminentes catedr¨¢ticos o pol¨ªticos a los 65", explicaba M¨¦ndez en 1994 al periodista Jos¨¦ Luis G¨®mez, que escribi¨® un libro dedicado a su figura. "Cuando uno ha pasado esa voluntad imperiosa de triunfar, cuando te quitas ese ego¨ªsmo juvenil o infantil que no es el m¨¢s sano en muchos sentidos, te quitas lastre", reflexionaba el banquero en su defensa del valor de la experiencia. A ¨¦l le sobra.
"Uno se siente seguro a su lado", dice un ex empleado
"Se crey¨® que era el rey de Galicia", critica Antonio Grand¨ªo
Cuida la seguridad. El asesinato de San Mart¨ªn fue muy duro para ¨¦l
En 1994 la caja ten¨ªa recursos de clientes que superaban el bill¨®n
Empez¨® su carrera muy pronto, tras estudiar Econ¨®micas en la Complutense, donde se licenci¨® en 1967. Hizo el doctorado bajo la direcci¨®n de Enrique Fuentes Quintana. "Le tentaba la ense?anza", recuerda Fernando Gonz¨¢lez Laxe, presidente de Puertos del Estado. "Pero entr¨® en el Banco Noroeste. Fue ah¨ª donde empieza a enamorarse del trabajo en el sistema financiero". De la mano de Paco Carrero y Fuentes Quintana entr¨® en el mundo de las cajas de ahorros como director de la entidad ferrolana. "Empez¨® a proyectar sus relaciones personales", se?ala el catedr¨¢tico Antonio Grand¨ªo. No tard¨® ni un a?o en organizar la fusi¨®n con la entidad de A Coru?a y Lugo. En marzo de 1978 nac¨ªa la Caja de Ahorros de Galicia con ¨¦l como n¨²mero dos. "Fue innovador en procesos de fusi¨®n, lo hizo con eficacia, sabiendo dimensionar y crear equipos gracias a la ayuda de Jos¨¦ Vidal y con Jos¨¦ Ram¨®n Docal en la trastienda del consejo", relata Grand¨ªo. El presidente de la Escuela de Finanzas, Venancio Salcines, lo compara con un boxeador: "Metaboliza r¨¢pido la derrota, sufre poco tiempo, en cambio, busca ¨¢vido la siguiente victoria".
Comenz¨® entonces una carrera fren¨¦tica por dimensionar Caixa Galicia, que nac¨ªa con apenas 150 oficinas. En marzo de 1980, un a?o antes de ser nombrado director general, la caja integra a la de Santiago para luego absorber las rurales de Pontevedra, A Coru?a y Ourense. La ¨²ltima operaci¨®n de ese proceso la organiz¨® una d¨¦cada despu¨¦s, con la compra de la Caja Rural de Le¨®n en 1992. En diciembre de ese a?o Caixa Galicia aparec¨ªa entre las 500 primeras empresas del mundo, seg¨²n la clasificaci¨®n de la revista Fortune.
Por el camino M¨¦ndez vivi¨® momentos complicados. En el 85 tuvo que sortear el primer gran rev¨¦s, cuando el Ministerio de Econom¨ªa sancion¨® a la caja, junto a otras 10 entidades y a la CECA, por la pr¨¢ctica de operaciones irregulares en las contrataciones burs¨¢tiles efectuadas a trav¨¦s del despacho del agente barcelon¨¦s Alejo Buxeres.
En el apodado caso Buxeres, a Caixa Galicia le toc¨® pagar la sanci¨®n m¨¢s alta, de 100 millones de pesetas. En los expedientes abiertos por el Banco de Espa?a entonces constaban movimientos simulados para encubrir las llamadas operaciones dobles prohibidas desde 1940. Buxeres, que podr¨ªa haber sido considerado como el Madoff espa?ol, pactaba unos rendimientos de hasta el 12% que le llevaron a la bancarrota cuando se hizo evidente un descubierto de 5.000 millones de pesetas.
Tres a?os despu¨¦s, un suceso tr¨¢gico marc¨® la vida de la entidad. Haci¨¦ndose pasar por empleados de Interflora, tres miembros de los GRAPO llamaron a la puerta de Claudio San Mart¨ªn, que acababa de abandonar la presidencia de la caja, y le mataron a tiros en su casa de A Coru?a. "Claudio estaba hablando con su hija por tel¨¦fono cuando le dispararon. El asesinato fue muy duro para M¨¦ndez y para todos", dice Laxe. A partir de entonces se hizo especialmente cuidadoso con la seguridad.
En ambos sucesos pas¨® p¨¢gina, quiz¨¢ porque una de sus m¨¢ximas es que "no hay que fijarse demasiado en lo negativo y seguir adelante". En 1994 los recursos de clientes de la caja superaron por primera vez el bill¨®n de pesetas y el beneficio antes de impuestos ascend¨ªa a 17.802 millones. Escalando, sumando oficinas (compr¨® las del Urquijo y las del BNP), convirti¨® a la financiera en un elemento fundamental en el desarrollo econ¨®mico y social de Galicia.
No se limit¨® a dar cr¨¦ditos, fund¨® lo que hoy se conoce como corporaci¨®n industrial, el brazo inversor que est¨¢ presente en casi todos los sectores productivos de la econom¨ªa. Lo hizo a finales de los 90, cuando se produjo otro de los cap¨ªtulos dif¨ªciles en la historia de su gesti¨®n. Descubri¨® -y denunci¨® a trav¨¦s del servicio jur¨ªdico- que uno de sus colaboradores, Jes¨²s Manuel Garc¨ªa Cort¨¦s, hab¨ªa desviado 1.200 millones de pesetas a trav¨¦s de una red de constructoras que realizaban obras y reformas en la red comercial. "Jos¨¦ Luis ?lvarez Naveiro, otro de los ejecutivos clave, fue el encargado de resolver aquella situaci¨®n de manera extrajudicial", recuerda Juli¨¢n Rodr¨ªguez, el periodista que destap¨® el caso.
En el cambio de siglo la caja contaba con 656 sucursales, un volumen de negocio de 18.000 millones y ganaba 120 millones de euros. Se inicia la ¨²ltima d¨¦cada de mando de Jos¨¦ Luis M¨¦ndez en un entorno econ¨®mico de fuerte expansi¨®n. El rubio de oro, como se le conoc¨ªa en c¨ªrculos coru?eses, consolidaba su proyecto para la entidad ampliando la cartera industrial, que dej¨® en manos de su hijo Jos¨¦ Luis, Lis. Su gesti¨®n en materia de inversiones se puede considerar brillante pese a la operaci¨®n de compra y salida a Bolsa de la inmobiliaria Astroc, que se desinfl¨® tras estallar la crisis provocando un peque?o tsunami. Yago, otro de sus v¨¢stagos, se hizo cargo de la banca de empresas. "Lis lo hace bien, pero su mero fichaje es una prueba evidente de nepotismo", atacan las voces cr¨ªticas.
"En los ¨²ltimos 10 a?os, gracias al apoyo de m¨¦dicos que lo acercaron a Fraga, se crey¨® el rey de Galicia", a?ade Grand¨ªo, quien lo fustiga en toda clase de foros. En esa ¨¦poca, Fraga, M¨¦ndez y Francisco V¨¢zquez constituyeron el gran tri¨¢ngulo de poder en Galicia. Sus colaboradores niegan que se dejara llevar por la ambici¨®n y cierran filas. "Sabe d¨®nde est¨¢ el futuro del negocio bancario, uno se siente seguro a su lado", elogia Pepe Castro, su antiguo director de comunicaci¨®n. Aunque lo cierto es que en 2006, no hace tanto, el propio M¨¦ndez aseguraba en dos entrevistas con EL PA?S y Cinco D¨ªas, que "en una fusi¨®n gallega los costes ser¨ªan muy superiores a las ventajas, no aportar¨ªa nada".
Una paradoja, pero sin ¨¦l nadie entender¨ªa el proceso de integraci¨®n firmado con Caixanova. "Se sacrific¨® porque sab¨ªa que era la ¨²nica manera de que Galicia no perdiera su sistema financiero", aplaude uno de sus directivos. Incuestionable como l¨ªder, trabajador hasta la extenuaci¨®n, de gran frugalidad, culto, inteligente, autoexigente y muy duro, M¨¦ndez, que seg¨²n la profesora Dolores Torres "hac¨ªa de cada consejo de administraci¨®n una clase magistral de econom¨ªa", no volver¨¢ a sentarse en lo m¨¢s alto de una caja, por ahora.
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