Feria antes que pueblo
El Ayuntamiento de Monterroso conmemora 500 a?os de mercado - Los investigadores certifican que el encuentro comercial precedi¨® a la villa
A escasos kil¨®metros del coraz¨®n geogr¨¢fico de Galicia hace 500 a?os que gentes de toda condici¨®n y parte se re¨²nen para comerciar. "En la fer de Monterroso", comenzaba un acta del escribano Juan L¨®pez, datada en marzo de 1557, la menci¨®n m¨¢s antigua conocida a la feria de Monterroso. Ese documento, exhumado por la profesora Mar¨ªa Xos¨¦ G¨®mez Alvite, registraba la venta de propiedades en las aldeas de San Lorenzo y Santa Mar¨ªa de Pedraza efectuada por Juan de Rivadulla. El Ayuntamiento de la localidad lucense conmemora, a lo largo de todo el a?o, medio milenio de intercambio comercial en lugar.
"Es un orgullo ver que una creaci¨®n de los monterrosinos, verdaderamente popular, ha sobrevivido tanto tiempo", se ufana el alcalde, Antonio Gato Soengas. Porque para que la feria atravesase cinco siglos de historia, probablemente m¨¢s, fue necesario que los habitantes de aquellas coordenadas geogr¨¢ficas construyesen puentes, abriesen caminos, limpiasen fuentes, dieran posada. Y todo sucedi¨® antes de que Monterroso existiese: las menciones a su feria resultan anteriores cualquier alusi¨®n al pueblo.
Un acta de marzo de 1557 es la primera menci¨®n escrita del lugar
En 100 a?os, el mercado mensual s¨®lo par¨® durante la Guerra Civil
Fue as¨ª el comercio, durante centurias capitalizado por el ganado y la cosecha agr¨ªcola, la semilla de lo que hoy en d¨ªa es un peque?o municipio -algo m¨¢s de 4.000 personas censadas- en la cabecera del r¨ªo Ulla. "Todav¨ªa hoy la feria que se celebra cada primero de mes es econ¨®micamente importante", se?ala el regidor socialista. Pero para llegar a la actual, en la que los inmigrantes copan los puestos de venta -"a los trabajadores que vienen de fuera a vender aqu¨ª les debemos que la feria se mantenga", destaca Gato Soengas- y los animales han cedido protagonismo, la metamorfosis ha sido casi completa.
En la memoria que todav¨ªa guardan los mayores se almacenan recuerdos de cuando los tratantes llegaban, de toda Galicia y m¨¢s all¨¢ -abundaban los maragatos-, con varios d¨ªas de antelaci¨®n. Los hospedajes rebosaban y las tabernas herv¨ªan por las noches. El mercado acababa de desplazarse desde la Feira Vella, en el antiguo camino hacia Ourense, hasta el n¨²cleo del pueblo. El diputado en las Cortes de Primo de Rivera Antonio Salgado hab¨ªa cedido los terrenos del Campo da Feira al consistorio.
Entonces, durante la primera mitad del siglo XX -en 100 a?os, la feria solo dej¨® de organizarse durante la Guerra Civil-, se vend¨ªan y se compraban vacas, caballos, ovejas, cabras, cerdos. Cada especie contaba con su ubicaci¨®n en las calles del pueblo. En la Feira do Fruto, bajo una imponente carballeira que a¨²n se conserva, los agricultores ofertaban a la demanda trigo, casta?as, patatas, ma¨ªz. Y el gremio artesanal m¨¢s presente se dedicaba a la fabricaci¨®n de zocos y zocas o a la guarnici¨®n de los caballos. Tambi¨¦n hab¨ªa quien hac¨ªa negocio revendiendo los zapatos de los muertos y abundaban los tenderos de Melide.
Las vacas han perdido ahora su condici¨®n de estrellas. Los ganaderos prefieren negociar dentro de las cooperativas o esperar a los vendedores ambulantes que se acercan a las granjas. "As¨ª evitan que los animales se rompan una pata o el trabajo de transportarlos hasta el mercado", explica Antonio Gato. Es el intercambio de caballos el que se ha recuperado, aunque para funciones distintas a las de hace cuatro o cinco d¨¦cadas, cuando se los llevaban para hacer de tracci¨®n de arados en las llanuras castellanas, andaluzas o extreme?as. Un No-Do, el noticiario franquista, de 1952 cifraba en 12.500.000 las antiguas pesetas que cambiaban de manos en un 1 de noviembre -el mercado de Santos, el m¨¢s importante del a?o. Con todo, no existe una estimaci¨®n del dinero que mueve una feria de Monterroso en el siglo XXI. Y la econom¨ªa sumergida se encuentra a la orden del d¨ªa.
"La feria se va a mantener", asegura el alcalde, quien relata los motivos de la campa?a de los 500 a?os: "?sta es ahora una villa de aluvi¨®n, con gentes procedentes de toda la comarca; queremos que los monterrosinos de hoy interioricen que la feria es algo suyo, crear conciencia de la necesidad de conservarla". Antes de noviembre, el Ayuntamiento presentar¨¢ los resultados de la investigaci¨®n de G¨®mez Alvite. Y el 14 de octubre, los 20 millones de billetes de la Loter¨ªa Nacional ir¨¢n ilustrados con la feria de Monterroso. El pueblo acoger¨¢, dos d¨ªas despu¨¦s, uno de los ocho sorteos viajeros anuales de las apuestas del Estado.
![Imagen de la feria de Monterroso en los a?os veinte, que forma parte de una exposici¨®n de fotograf¨ªas dedicada a la misma en la localidad.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4STEUY4WHRMQJNOI3JFJO44NEA.jpg?auth=f3def7bf2fdf791bc5d5e5ddf2cb01c48ca56826a8fc3ef5a0f54b163c07c357&width=414)
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