El tr¨¢fico de armas y EE UU

He aqu¨ª un detalle interesante del reciente arresto del capo del narcotr¨¢fico Edgar Valdez Villareal, m¨¢s conocido como La Barbie: cuando lo capturaron ten¨ªa consigo un rifle semi-autom¨¢tico M-16, un lanzagranadas MK19 y otras armas que los funcionarios mexicanos sospechan fueron contrabandeadas desde Estados Unidos.

En M¨¦xico, el contrabando de armas desde Estados Unidos es un tema cada vez m¨¢s candente. El presidente Felipe Calder¨®n dijo durante una visita a Washington en mayo que de todas las armas cortas y rifles de asalto confiscados en M¨¦xico en los ¨²ltimos tres a?os, "m¨¢s del 80% de las que hemos podido rastrear proven¨ªan de Estados Unidos".

Seg¨²n los funcionarios mexicanos, los carteles del narcotr¨¢fico se han convertido en ej¨¦rcitos cada vez mejor equipados gracias a una avalancha de armas semiautom¨¢ticas estadounidenses, que han sido m¨¢s f¨¢ciles de conseguir desde que el ex presidente George W. Bush dej¨® expirar una prohibici¨®n a la venta de rifles de asalto en el 2004.

Casi todas las armas de los carteles mexicanos se compran en el pa¨ªs vecino, seg¨²n un informe

La reanudaci¨®n de las ventas de rifles semiautom¨¢ticos en Estados Unidos, junto con la ofensiva militar de Calder¨®n contra los carteles de las drogas, ayudan a explicar la escalada de la violencia que ha causado m¨¢s de 28.000 muertos en M¨¦xico en los ¨²ltimos cuatro a?os, afirman los funcionarios mexicanos.

?Tiene raz¨®n M¨¦xico al decir que Washington tiene parte de la culpa por todo este derramamiento de sangre? ?O est¨¢ desviando culpas?

Seg¨²n un reciente informe de las Naciones Unidas titulado La globalizaci¨®n del delito, casi todas las armas de fuego usadas por los carteles mexicanos se compran en unas 6.700 armer¨ªas de Estados Unidos situadas a lo largo de la frontera con M¨¦xico.

Los contrabandistas usan testaferros para comprar las armas, y luego las llevan a M¨¦xico escondidas en autom¨®viles, aprovechando los 88 millones de cruces fronterizos que se realizan anualmente. M¨¢s de 20.000 armas sofisticadas son traficadas anualmente desde Estados Unidos a M¨¦xico, afirma el informe.

Un informe de la Oficina de Rendici¨®n de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos (GAO) publicado el a?o pasado concluy¨® que "las evidencias disponibles indican que una gran proporci¨®n de las armas de fuego que alimentan la violencia vinculada con la droga en M¨¦xico son de origen estadounidense, incluyendo un n¨²mero cada vez m¨¢s grande de armas letales''.

Los funcionarios mexicanos dicen que, tras la reanudaci¨®n de las ventas de armas semiautom¨¢ticas en Estados Unidos, los carteles mexicanos pueden comprar estas armas m¨¢s f¨¢cilmente porque despu¨¦s de la primera venta no pueden ser rastreadas.

"No hay un registro despu¨¦s de la primera venta", me dijo Ricardo N¨¢jera, el portavoz de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica de M¨¦xico. "As¨ª es como las armas terminan en manos de los narcotraficantes".

La Asociaci¨®n Nacional del Rifle (ANR), el mayor grupo defensor de la venta de armas en Estados Unidos, niega que el contrabando de armas estadounidenses sea un factor que aumente la violencia en M¨¦xico. Seg¨²n la ANR, decenas de miles de soldados del Ej¨¦rcito mexicano han desertado y pasado a las filas de los carteles, llev¨¢ndose sus armas consigo.

"Habr¨ªa que ser extremadamente ingenuo para suponer que esos desertores se fueron del ej¨¦rcito con las manos vac¨ªas", me dijo el portavoz de la ANR, Andrew Arulanandam.

Entonces, ?qui¨¦n tiene la culpa? El profesor de la Universidad de Miami Bruce Bagley me se?al¨® que "Estados Unidos tiene parte de la responsabilidad, que no hab¨ªa asumido hasta que (la secretaria de Seguridad Interna) Janet Napolitano empez¨® a reforzar el lado estadounidense de la frontera. Pero los mexicanos tienen la responsabilidad de asumir la protecci¨®n de sus propias fronteras, y no lo han hecho".

Los cuerpos de seguridad fronterizos de M¨¦xico est¨¢n minados por la corrupci¨®n, y casi todas las purgas destinadas a modernizar esas instituciones han sido puramente cosm¨¦ticas, dijo Bagley. M¨¦xico deber¨ªa invertir m¨¢s dinero en mejorar sus agencias policiales, agreg¨®.

Mi opini¨®n: estoy de acuerdo. M¨¦xico tiene la mayor responsabilidad por acabar con su ola de violencia. Si no toma medidas contundentes para reformar sus 2.200 -s¨ª, leyeron bien- agencias policiales para que dejen de proteger a los narcotraficantes, los carteles mexicanos siempre saldr¨¢n ganando.

Pero el presidente Obama podr¨ªa ayudar a reducir el derramamiento de sangre si reinstaurara la prohibici¨®n de las ventas de rifles de asalto en Estados Unidos, tal como lo prometi¨® durante su campa?a electoral, o si firmara el tratado interamericano contra el tr¨¢fico de armas peque?as, conocido como CIFTA, que requiere medidas concretas para reducir el contrabando de armas.

Hasta ahora, el Gobierno de Obama no ha hecho ninguna de las dos cosas. Mientras tanto, tal como lo vimos en la reciente captura de La Barbie, los capos del narcotr¨¢fico siguen pertrech¨¢ndose con cada vez m¨¢s armas -y m¨¢s letales- fabricadas en Estados Unidos.