Toronto se consolida como uno de los epicentros financieros del cine
El mercado del festival canadiense, cita clave en el sector audiovisual mundial
Le ha costado 35 a?os consolidarse como una cita capital del calendario de los festivales de cine, pero el de Toronto, que atraviesa hoy su ecuador y se prolongar¨¢ hasta el domingo, figura ya, gracias sobre todo a su mercado, en el podio de los acontecimientos fundamentales para la industria audiovisual en todo el mundo.
"Si quieres que tus pel¨ªculas se vendan, has de venir aqu¨ª", explica Miren Zamora, representante en el festival de Latido Films, quien ha acudido a la capital canadiense pese a que ninguno de sus filmes participa en el certamen. El suyo es un caso singular. Hace s¨®lo un par de a?os, venir a Toronto sin una pel¨ªcula que vender era un suicidio profesional, un gasto innecesario.
Los compradores acumulan hasta ocho visionados diarios
A diferencia de Cannes o Berl¨ªn, donde el mercado tiene una infraestructura definida -una sucesi¨®n de stands de productoras y distribuidoras similar a la de cualquier feria, por ejemplo, de calzado-, en Toronto el mercado como tal no existe.
En una de las salas de reuniones del Hotel Hyatt se agolpan seis stands de diferentes pa¨ªses en un panorama desolador. Ni rastro del movimiento de gente que se ve en otros festivales que entroncan la cita cinematogr¨¢fica con el negocio de la compra y venta de pel¨ªculas. En uno de esos seis stands, el de la representaci¨®n espa?ola que montan el Instituto de Cinematograf¨ªa y Artes Audiovisuales (ICAA) y el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), Rafael Cabrera, coordinador general de promoci¨®n cinematogr¨¢fica, da las claves para entender la presencia espa?ola en el mercado de Toronto: "Aqu¨ª, el pabell¨®n espa?ol no funciona como stand, sino como punto de referencia, como un escaparate para que la industria sepa qu¨¦ cinematograf¨ªa tenemos". Lo dice poco antes de ir a ver, en una de las salas pr¨®ximas al hotel donde bulle el ambiente festivalero, Chico & Rita, la pel¨ªcula de Fernando Trueba y Javier Mariscal que se estrena aqu¨ª.
"En Toronto, los compradores van al cine, no a reuniones", afirma Gorka Bilbao, jefe de ventas internacionales de DeAPlaneta, quien ha acudido al certamen canadiense con Los ojos de Julia bajo el brazo. Su definici¨®n es muy gr¨¢fica. En el Scotiabank, un moderno complejo de multicines donde se proyectan las pel¨ªculas para los representantes de la industria, hay much¨ªsimo m¨¢s movimiento que en la desangelada sala del Hotel Hyatt. Aqu¨ª est¨¢ el verdadero mercado, en el traj¨ªn de compradores que entran y salen de las 14 salas y que acumulan al d¨ªa hasta ocho visionados para, una vez hecha la criba de lo que les interesa, ponerse en contacto con quienes venden.
?Cu¨¢l es el secreto de que un festival que naci¨® sin prop¨®sito de convertirse en una cita para la industria del cine en todo el mundo haya generado un mercado casi clandestino? "Sus fechas, pues Toronto es el inicio de la temporada", responde Beatriz Setuain, de Imagina, quien a?ade una raz¨®n de peso: "la propia idiosincrasia del festival". En efecto, Toronto no es un certamen competitivo, no hay jurados y el ¨²nico premio lo otorga el p¨²blico con sus votaciones. Adem¨¢s, tiene una secci¨®n oficial inmensa que supera los 300 t¨ªtulos. Todo concursa, con el espectador como ¨²nico juez. Y eso es algo que la gente de la industria del cine valora mucho.

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