Un cul¨¦ en La Zarzuela
Un rastro de canciones y recuerdos, buenos y malos, une a Madrid con Joan Manuel Serrat, que inicia ma?ana una serie de conciertos en el teatro l¨ªrico
Sabemos que no nos pertenece: Joan Manuel Serrat es y ser¨¢ el cantautor oficioso de Barcelona, el cronista de la ciudad biling¨¹e, el alumno de Jacques Brel capaz de componer rumba catalana, el hombre sensato que lleva sangre de quemaconventos, el urbanita que no deja de anhelar la mas¨ªa y el mar. Pero este p¨ªcaro del Poble Sec, que ocupar¨¢ el escenario del teatro de la Zarzuela entre el 16 y el 26 de septiembre, tambi¨¦n ha hallado en Madrid est¨ªmulos para su inspiraci¨®n.
Y eso que ten¨ªa sobrados motivos para mirar Madrid con recelo. Aqu¨ª fue donde se urdi¨® el boicoteo gubernamental que, tras el esc¨¢ndalo de Eurovisi¨®n en 1968, pretendi¨® convertirle en un artista invisible. Una jugada que se repiti¨® en 1975, cuando conden¨® los ¨²ltimos fusilamientos del general: el Sindicato Espa?ol del Espect¨¢culo se apresur¨® a expulsarle de sus filas. En Madrid estaba Zafiro, la discogr¨¢fica que editaba sus discos en castellano, que un d¨ªa decidi¨® dejar de pagar las regal¨ªas que generaban aquellos temas cl¨¢sicos. As¨ª, por las bravas, en un arranque patri¨®tico: lo justificaban como una revancha por marcharse a Ariola, una compa?¨ªa de capital alem¨¢n, entonces con sede en Barcelona.
Aqu¨ª se urdi¨® en 1968 el complot que pretendi¨® convertirle en artista invisible
"Pajarillo pardo / en la carrera de San Bernardo", canta en 'Como un gorri¨®n'
Sin embargo, cabe imaginar que uno de sus m¨¢s hermosos esbozos femeninos naci¨® en Madrid: Como un gorri¨®n. Recuerden: "Pajarillo pardo / en la carrera de San Bernardo / qued¨® tu nido seco y vac¨ªo / quiz¨¢ alg¨²n ni?o ya lo rob¨®". El callejero dice que aqu¨ª no existe una carrera de San Bernardo pero carrera de San Jer¨®nimo no encajaba. T¨¦cnicamente, puede incluso que "carrera" fuera un catalanismo pero resultaba hasta apropiado para la calle de San Bernardo, que tantas manifestaciones ha visto.
Siempre he sospechado que Balada de oto?o o Tiempo de lluvia, tan ajenas al sol mediterr¨¢neo, pudieran tener partida de nacimiento madrile?a. Y que la protagonista de Poco antes de que den las diez pertenec¨ªa a una rancia familia capitalina, que saludaba a las criaturas de Los debutantes o la misma Muchacha t¨ªpica: "Anda esa muchacha t¨ªpica / los domingos en la H¨ªpica / y a las dos en Jos¨¦ Luis". ?Rencor social? ?Naturalmente! El primo del Pijoaparte ten¨ªa que dejar su marca seminal en las manzanas doradas del franquismo.
Nada nos asegura que Romance de Curro El Palmo ocurriera en Madrid. Pero este pin¨¢culo del Serrat narrador nos suena tan plaza de Santa Ana como De pur¨ªsima y oro, el escalofriante recorrido por la capital del Tercer A?o Triunfal que construyeron Joaqu¨ªn Sabina y Antonio Oliver en 1999.
Para el m¨²sico de gira, una ciudad son los amigos y los amores, el nada glamuroso hotel habitual y los restaurantes favoritos donde los camareros reciben imp¨¢vidos al visitante. Sobre todo, una ciudad es el entramado del cari?o que despliega su gente. En Madrid, se gest¨® el primero de los muchos homenajes colectivos, Serrat... eres ¨²nico!, incluyendo grupos tan castizos como Los Enemigos o Ketama. Colchoneros o merengues, saben que el coraz¨®n del Noi solo vibra con el Bar?a pero est¨¢n dispuestos a perdon¨¢rselo, incluso en jornadas aciagas.
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