Verdades de un payaso

Lleg¨® a San Sebasti¨¢n a contrarreloj, casi con la lengua fuera. Media hora escasa antes de que le fuera entregado el Premio Nacional de Cinematograf¨ªa. Veinticuatro horas sin dormir, dos aviones perdidos, incidentes "lamentables" a punto de alcanzar el grado de "diplom¨¢ticos" en el aeropuerto de Nueva York, en escala desde Toronto. Subida veloz a la habitaci¨®n, cambio a un serio traje negro, un r¨¢pido bloody marie y eso es todo. Aparece de nuevo el Alex de la Iglesia de siempre, feliz, en¨¦rgico, brillante. El director de Balada triste de trompeta, reciente ganador en Venecia como mejor director y guionista, y presidente de la Academia recibi¨® ayer en San Sebasti¨¢n de la ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez Sinde, el Premio Nacional de Cinematografia. Fue el momento para estar cerca del hombre que ha conseguido un¨¢nimes halagos por su capacidad de conexi¨®n en el sector del cine.

El cineasta recibi¨® el Premio Nacional de Cinematograf¨ªa

"He llegado a contrarreloj, como he hecho mi ¨²ltima pel¨ªcula y he vivido toda mi vida. M¨¢s para bien que para mal. Creo que la premura funciona, la falta de condiciones id¨®neas es algo que estimula, al menos a m¨ª. Soy de los convencidos de que para hacer cine, para vivir y para sobrevivir tiene que haber una relaci¨®n fundamental entre la creaci¨®n y el sufrimiento. No hay manera de disfrutar si no se sufre, en mi caso puede que se deba a la educaci¨®n cat¨®lica de los jesuitas con los que estudi¨¦. Solo a trav¨¦s del sufrimiento se llega al placer. ?Por qu¨¦? No lo s¨¦", reflexion¨® el cineasta en un discurso de agradecimiento directo y veloz.

?C¨®mo superarlo? ?l prefiere no superarlo: "Igual la clave es acostumbrarse, conseguir que las condiciones que tenemos para hacer cine, literatura, gobernar y convivir sean precisamente en un estado no id¨®neo de cosas y encontrar la manera de estar c¨®modo. Nunca van a ser las cosas como uno quiere. De hecho, en esta ¨²ltima pel¨ªcula he sufrido m¨¢s que nunca. Me ha costado m¨¢s que la primera pero creo que me ha quedado mejor. Creo que he conseguido acostumbrarme al dolor".

Y en medio del barullo de ayer, ?lex de la Iglesia se encontr¨® de nuevo protegido y querido por la gente de su profesi¨®n. Por su antes colega ?ngeles Gonz¨¢lez Sinde, quien resalt¨® su transgresi¨®n e innovaci¨®n. "Dicen de ¨¦l que hipnotiza a la gente, que mira a los ojos mientras te toca un poquito el l¨®bulo de la oreja y en pocos segundos haces lo que te manda. Eso dicen sus amigos. Dicen tambi¨¦n que es terco y discutidor y voraz", dijo la ministra.

Solo ha encontrado un escollo en este camino de rosas. Y ha sido en la Academia que ¨¦l preside. Balada triste de trompeta no ha sido votada por los miembros de la Academia dentro de la terna que opta a los Oscar. "La Academia es democr¨¢tica, soy el presidente y caigo bien, estoy aqu¨ª con la ministra, me dan premios, pero no me han elegido para representar a los Oscar, cosa que me molesta mucho, pero tengo que aceptarlo y hacerlo con alegr¨ªa porque los que lo deciden son mis amigos y miembros de la Academia". Porque como ¨¦l mismo confiesa: "Los payasos -y yo soy uno de ellos- siempre dicen la verdad".