Olor a basura
Por si no bastaran las connivencias del PP valenciano con la red mafiosa de Correa, el fondo de armario regalado al presidente de la Generalidad por Orange Market y los crecidos ingresos sin justificar ante Hacienda del presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n, el caso Brugal (un acr¨®nimo de "Basuras Rurales Gesti¨®n Alicante") ha destapado un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n en la Comunidad Valenciana que implica al presidente de la Diputaci¨®n de Alicante, Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll. La complejidad de las operaciones afloradas y la lentitud de los procedimientos judiciales demorar¨¢n, sin embargo, la exigencia de responsabilidades penales de unos acusados amparados por la garant¨ªa constitucional de la presunci¨®n de inocencia.
El 'caso Brugal' muestra la gangrena de corrupci¨®n pol¨ªtica que invade la Comunidad Valenciana
La investigaci¨®n policial arranc¨® el a?o 2007 con la denuncia de un soborno pagado al Ayuntamiento de Orihuela, regido por el PP, para obtener la contrata de la recogida de basuras. Las cerezas de la cesta se fueron enredando hasta conducir a la concesi¨®n en enero de 2008 de la recogida y tratamiento de residuos en la comarca de la Vega Baja. Esa decisi¨®n fue tomada por la Junta de Gobierno del Plan Zonal de Residuos, presidida por Ripoll; detenido a comienzos del pasado julio durante pocas horas por la polic¨ªa, que registr¨® su despacho y su domicilio, el presidente de la Diputaci¨®n de Alicante ha sido imputado por cohecho, fraude y tr¨¢fico de influencias.
Esa subterr¨¢nea historia de corrupci¨®n, poder y dinero ofrece un nudo argumental y un elenco de personajes de corte cl¨¢sico. Sin llegar a los escalofriantes extremos italianos relatados por Roberto Saviano en Gomorra, las basuras han sido tambi¨¦n en Espa?a campo de actividad para la corrupci¨®n pol¨ªtica. La transcripci¨®n de las conversaciones telef¨®nicas mantenidas entre los personajes del caso Brugal trae a la memoria la chuler¨ªa prepotente, la sensaci¨®n de impunidad y los gustos horteras de los protagonistas del caso G¨¹rtel. La aparici¨®n en escena del portavoz socialista en la Diputaci¨®n de Alicante y concejal socialista de Elche, fulminado por la direcci¨®n del PSOE nada m¨¢s conocerse la noticia, podr¨ªa ser uno de esos entendimientos transversales a t¨ªtulo individual o en representaci¨®n de sus siglas entre militantes de diferentes partidos.
En ese abigarrado friso de pol¨ªticos que pretenden enriquecerse personalmente o allegar fondos irregulares para sus organizaciones, de empresarios inescrupulosos que sobornan a cargos p¨²blicos para hacer negocios ilegales a costa de los contribuyentes y de intermediarios que luchan por recibir comisiones destaca con luz propia -"la ¨®pera no termina hasta que no cante la gorda"- el promotor Enrique Ortiz, tan rumboso a la hora de apa?ar partidos de f¨²tbol -es el principal accionista del H¨¦rcules de Alicante- para que su equipo ascienda a Primera, como de repartir fant¨¢sticas propinas entre sus adl¨¢teres, siempre guiado por la voluntad de incumplir las leyes.
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