Rabanne fuera de cuadro
Mientras me dirijo hacia el centro de Par¨ªs, al mismo lugar en el que la tarde anterior se present¨® a la prensa Lady Million, el nuevo perfume de Paco Rabanne, recuerdo la primera vez que entrevist¨¦ a este mago de la moda hace casi 20 a?os: su expresivo rostro, su imponente figura vestida de riguroso negro, la fuerza de su mirada y, ?c¨®mo no!, su discurso.
Imposible olvidar que no par¨® de hablar de sus vidas anteriores; de c¨®mo con siete a?os sal¨ªa de su cuerpo y literalmente volaba al cielo, donde conversaba con "los maestros" que le ense?aban. De sus encuentros con Dios y la Virgen Mar¨ªa, y especialmente de la tranquilidad con la que afirmaba "no pretendo que nadie me crea, solo quiero comunicar lo que me han pedido que les diga".
"Si hay idiotas, son los hombres. Las mujeres tienen la fuerza, pero una que sigue la moda es una perfecta imb¨¦cil"
Me repito que esta vez ser¨¢ diferente. Hace m¨¢s de una d¨¦cada que vendi¨® su rentable negocio a la familia Puig, vive retirado en una peque?a casa de pescadores sobre un acantilado en la Breta?a francesa, ha cumplido 76 a?os. Predijo que en 2000 llegar¨ªa el?fin del mundo, y no pas¨® nada. Vaticin¨® la destrucci¨®n de Par¨ªs el 11 de agosto de 1999, y no pas¨® nada? Se habr¨¢ cansado de percibir la incredulidad en sus interlocutores.
Le encuentro otra vez vestido de negro, con el pelo y la barba ya totalmente blancos y con alg¨²n kilo de m¨¢s. Su mirada es la misma y mantiene el porte enigm¨¢tico y la audacia que siempre han caracterizado sus declaraciones y su trabajo.
Le veo casi como hace veinte a?os. No, no? Es que me paso el d¨ªa rezando, soy muy creyente. Para m¨ª es una manera de vivir y de respirar. No tengo vicios extra?os, y eso se nota. Hay que saber refugiarse en el coraz¨®n.
Usted siempre ha sido un rompedor, una persona que ha investigado? No, he intentado ser un hombre de este tiempo haciendo los gestos justos que se tienen que hacer, sin preocuparme de la reacci¨®n de los otros. Por eso siempre he pensado en hacer una moda para el futuro apoy¨¢ndome en el conocimiento del pasado y las t¨¦cnicas de hoy. Por eso mis vestidos no est¨¢n pasados de moda. Porque sigo esa cosa maravillosa que es el cuerpo de una mujer. Mi madre, que trabajaba en la casa Balenciaga, me dec¨ªa: "Tienes que ir lo m¨¢s lejos posible con tu imaginaci¨®n, tienes toda la libertad y solo una limitaci¨®n: no tienes derecho a destrozar la belleza de una mujer". Para m¨ª era una obsesi¨®n. La mujer es una maravilla? y un modista es un maquillador del cuerpo que debe respetar a la mujer y su personalidad.
Y esa b¨²squeda del futuro ?qu¨¦ tal se lleva con la edad? Yo tengo 78.000 a?os. Llegu¨¦ a este planeta de la constelaci¨®n del ?guila, de la estrella azul, era un cient¨ªfico y lo recuerdo todo, las etapas, las reencarnaciones, la vida que he tenido? Vamos a pasar de la era de Piscis, del materialismo, el catolicismo? y vamos a entrar en 2012 en la era de Acuario. Dos mil a?os de felicidad, los a?os de oro. Es un momento fant¨¢stico.
Intento volver a la figura del creador. A esos a?os en los que el arquitecto de origen espa?ol, franc¨¦s de adopci¨®n desde que lleg¨® al pa¨ªs galo huyendo de la guerra civil espa?ola despu¨¦s de que su padre fuera fusilado por las tropas franquistas, sedujo a los grandes modistas con sus imaginativos y osados accesorios. Y a finales de la d¨¦cada de los sesenta, cuando empez¨® a labrarse su fama de modista-manifiesto con esos vestidos en los que los metales, los remaches y las pinzas sustituyeron al tejido, el hilo y la aguja.
Aunque hoy est¨¦ retirado, ha vivido un momento de gran creaci¨®n en la moda. No se puede retirar uno de este mundo. Escribo, leo, pinto y trabajo. Pero ?la moda? No s¨¦ lo que es, me olvid¨¦. Cuando era joven quer¨ªa ser arquitecto y no modista. Pero intent¨¦ hacer bien ese trabajo.
En 1994, en colaboraci¨®n con una revista femenina, edit¨® un malet¨ªn que conten¨ªa todo lo necesario para montar uno de sus vestidos. Un hecho ins¨®lito entre los creadores de moda? Todos deber¨ªamos compartir lo que sabemos. Usted me habla de gente que se dicen creadores de moda? y son monigotes.
?Admira a alguno de ellos? S¨ª.
?D¨ªgame uno? No.
Vale, no me d¨¦ un nombre, pero ?qu¨¦ cosas han hecho otros que usted hubiese deseado crear? ?C¨®mo se llama esa loca?? ?De la Prada? Agatha Ruiz de la Prada. Me gusta esa chica, ?qu¨¦ talento, qu¨¦ locura! Hace cosas nuevas, intenta alcanzar un horizonte diferente. Y ella? ?qu¨¦ mujer!
Usted precisamente vaticin¨® a finales de los a?os sesenta que las mujeres llegar¨ªan a ser incuestionablemente superiores a los hombres. ?Le hemos defraudado? ?Nooooo! Si hay idiotas en el mundo, son los hombres. Estos hombres tontos que vienen de religiones monote¨ªstas: jud¨ªos, ¨¢rabes, cristianos? Las mujeres tienen la fuerza. Pero una mujer que sigue la moda es una perfecta imb¨¦cil. Cada mujer tiene algo encantador. Deben elegir lo que va con su personalidad y olvidarse del resto.
As¨ª que sigue pensando que el futuro es femenino. Claro. Mire mi nuevo perfume, Lady Million? El masculino, One Million, es un lingote de oro, refleja la ¨¦poca de Piscis, la materia y la mentira. Y este [dice se?alando el envase de la esencia femenina que recuerda a un diamante] es la perfecci¨®n, la luz, la atracci¨®n. Es la llegada de Acuario y todo va a cambiar.
Tiene fama de austero en lo material. Vendi¨® su exitoso negocio a la familia Puig y ahora casi todo lo que ingresa lo dedica a ayudar a la gente. S¨ª, ni?a? Los pies tienen que estar en el suelo, y la cabeza, en el cielo. Pero no me gusta hablar de a quienes ayudo, me parece atrevido.
Siempre ha dicho que no quiere convencer, sino comunicar. ?Qu¨¦ quiere hacer llegar a la gente? Los temas en los que yo creo. Con la libertad que todos los humanos tienen de re¨ªrse de m¨ª. No me importa.
Cuando nos despedimos, afirma a carcajadas: "Soy un loco". La convicci¨®n con la que habla me recuerda lo que pens¨¦ en nuestro primer encuentro: "Yo no creo en las brujas, pero ?haberlas? haylas!". Quiz¨¢ lo que Paco Rabanne no puede dejar de ser es un provocador decidido a abrir mentes dispuestas a cuestionarse todo. Aunque le llamen lun¨¢tico.
Deseos a un chasquido
Se llama Lady Million y acaba de salir al mercado. Un diamante dorado es la r¨¦plica femenina al lingote en el que se comercializa 1 Million, la fragancia masculina que lleva vendidas m¨¢s de 10 millones de unidades en el mundo. La mujer fuerte y creativa de Rabanne retratada en "un perfume 'sexy' y dulce" creado por los perfumistas Anne Flipo, B¨¦atrice Piquet y Dominique Ropion, autores de otras fragancias de ¨¦xito. ?Recuerdan el 'spot' del perfume masculino? ?Matt Damon consiguiendo sus deseos con un simple chasquido de dedos? Pues el humor no decepciona en su
versi¨®n femenina. Dree Hemingway, la bisnieta del famoso escritor norteamericano, dobla los sue?os masculinos y no defrauda. Efectos de la fuerza irresistible que Rabanne otorga al llamado 'sexo d¨¦bil'.
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