?M¨¢s poder para Murdoch?

El plan de News Corporation para asumir plenamente el control de la brit¨¢nica BSkyB parece vulnerable. Justo cuando el grupo de comunicaci¨®n de Rupert Murdoch se prepara para conseguir que la Comisi¨®n Europea apruebe formalmente su plan de comprar el 61% que todav¨ªa no posee del operador de televisi¨®n de pago, las revelaciones sobre los pinchazos telef¨®nicos realizados por uno de sus peri¨®dicos sensacionalistas de Reino Unido han hecho surgir dudas sobre si es deseable una mayor concentraci¨®n de poder en manos del magnate de los medios de comunicaci¨®n. La perspectiva de una prolongada investigaci¨®n reguladora parece cada vez m¨¢s probable.

A principios de este mes, The New York Times sosten¨ªa que Andy Coulson, ahora jefe de prensa del primer ministro de Reino Unido, animaba a los periodistas a interceptar mensajes de tel¨¦fono cuando era director de News of the World, que es propiedad de Murdoch. La consiguiente tormenta ha arrojado una nueva luz sobre los v¨ªnculos entre el Gobierno de coalici¨®n y Murdoch, cuyos peri¨®dicos apoyaron al Partido Conservador, ahora en el poder, durante las ¨²ltimas elecciones.

La disputa llega en mal momento para el trato de Murdoch con BSkyB, que algunos esperaban que salvase f¨¢cilmente el escollo de los reguladores. Puesto que las actividades de radiodifusi¨®n y prensa est¨¢n perfectamente separadas, no hay problemas de competencia evidentes. Adem¨¢s, la participaci¨®n del 39% de News Corp ya le otorga control en la pr¨¢ctica.Aun as¨ª, hacerse con el control absoluto de BSkyB dar¨ªa a Murdoch m¨¢s libertad, sin tener que preocuparse por los dem¨¢s accionistas. Por ejemplo, podr¨ªa ofrecer a los usuarios de la televisi¨®n de pago suscripciones baratas a sus peri¨®dicos, lo que debilitar¨ªa a sus rivales y terminar¨ªa reduciendo la pluralidad de los medios de comunicaci¨®n brit¨¢nicos. Aunque Sky News est¨¢ obligada a cumplir unas estrictas normas sobre imparcialidad, las normas que gobiernan el contenido en los medios electr¨®nicos son menos claras. Esa es una preocupaci¨®n leg¨ªtima en un momento en que la l¨ªnea que separa la televisi¨®n e Internet se vuelve cada vez m¨¢s borrosa.

No est¨¢ claro, ni mucho menos, que el regulador de los medios de comunicaci¨®n vaya a encontrar argumentos para bloquear el acuerdo. Pero, como m¨ªnimo, una investigaci¨®n retrasar¨ªa m¨¢s el momento en que News Corp pueda hacerse con el control total de la empresa. La influencia pol¨ªtica de Murdoch, que tan a menudo ha jugado en su favor, podr¨ªa estar convirti¨¦ndose en un inconveniente. -