"Me considero una trabajadora social del esp¨ªritu"
Elsa Rovayo (Ceuta, 1976) era una bailaora muy sui g¨¦neris de flamenco hasta la noche misma en que le dio "el venazo" y se puso a interpretar La bien pag¨¢ en un garito de Chueca. Acababa de nacer La Shica, una coplera-cabaretera-jipjopera que ya suma dos trabajos discogr¨¢ficos algo m¨¢s que heterodoxos (Trabajito de chinos y Supercop) y que desde ma?ana se encerrar¨¢ durante once fechas en el teatro Galileo (calle de Galileo, 15; 20 euros) con un invitado distinto cada noche: Pau Don¨¦s, Jorge Drexler, Javier Lim¨®n, Amancio Prada, Leonor Watling, Alex Ferreira, Ajo o sus dos fuentes de inspiraci¨®n m¨¢s evidentes, Bebe y Martirio. "Ni la Reina puede poner excusas de agenda, seguro que alg¨²n d¨ªa le queda libre", bromea con su sentido del humor chisporroteante y el balanceo leve de su nuevo peinado, un poco a lo Am¨¦lie Poulain.
Pregunta. ?Elsa o La Shica?
Respuesta. Ah, ll¨¢meme como quiera, que yo soy muy normal. Con el tiempo he aprendido a flipar, para bien, con la cantidad de matices del ser humano.
P. Qu¨¦ valor, ser optimista...
R. Me he convertido en una optimista radical. La ¨¦poca del sufrimiento ya la super¨¦ en los a?os del baile y ahora me he alistado en el otro bando. Yo no eludo los problemas, pero creo que, salvo la muerte, todos se solucionan. ?Mis buenos cuartos en cinco a?os de terapia me ha costado comprenderlo!
P. ?Qu¨¦ circunstancias le mueven a la sonrisa?
R. Muchas cosas chiquititas. Que haya 11 personas a las que admiro dispuestas a cantarse una canci¨®n conmigo, por ejemplo. Es que en mi familia somos mucho de re¨ªrnos como la manera m¨¢s eficaz de arreglar las cosas. Me considero una trabajadora social del esp¨ªritu, ayudo a la gente a salir de los dramas durante el rato en que se est¨¢n echando unas risas conmigo.
P. ?A usted le dio por cantar porque es as¨ª de impulsiva?
R. A partir de cierta edad, algunas cosas las haces o no las haces. Yo cantaba en la ducha o tendiendo, as¨ª que pens¨¦: lo que no sepa ya lo ir¨¦ aprendiendo en el escenario. No en el Teatro Real, claro, pero s¨ª de bar en bar. Y como no existe la polic¨ªa de la m¨²sica, nadie me tiene que encerrar en el calabozo. Hago todo lo que me da la gana, con mucha cara y mucho respeto.
P. ?A su novio le canta eso de Te quiero mucho, pero no pa todos los d¨ªas?
R. Lo he dicho y me lo han dicho, porque no puedes ir de rom¨¢ntica con todos. Necesito un micromundo propio donde solo yo tenga pasaporte. Si no tienes ratos para ti sola, malo, malo.
P. ?C¨®mo ser¨¢ su vestido de boda?
R. Si no me dejan vestirme de ratita, paso de casarme. Pero no me veo en la situaci¨®n. Me parece bien que la gente crea en el amor eterno, pero yo solo me voy comprometiendo d¨ªa a d¨ªa.
P. ?Qu¨¦ piensa una mujer de Ceuta del guirigay en Melilla?
R. Me da miedo. Las fronteras son una mierda, porque eso de decidir que hasta aqu¨ª es tuyo y desde aqu¨ª es m¨ªo se convierte en una movida complicada. Pero mi familia est¨¢ all¨ª, las cosas andan revueltillas y me preocupa.
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