Sexo sentimental

Teatralizar una pel¨ªcula es m¨¢s dif¨ªcil que filmar una comedia, porque implica contar lo mismo con menos medios. En la versi¨®n f¨ªlmica de Una relaci¨®n pornogr¨¢fica, el director Fr¨¦d¨¦ric Fonteyne utiliza un arsenal de primeros planos y de cambios de encuadre y escenario. La versi¨®n teatral, diez veces m¨¢s austera, se sustenta solo en el trabajo interpretativo contenido de Juan Rib¨® y de Pastora Vega, que encarnan a una mujer todav¨ªa joven deseosa de materializar una fantas¨ªa sexual largamente anhelada y a un hombre que responde a su anuncio por palabras.

Philippe Blasband, su autor, expone con sensibilidad la arriesgada primera cita de los amantes, la manera en que cada uno testa las intenciones del otro, su deseo de gustar y su manera de comprobar si est¨¢n gustando, los resultados de sus primeros encuentros sexuales y su complicidad incipiente. La escena donde ella le pregunta si alguna vez le declar¨® su amor a alguien y ¨¦l le acaba haciendo una relaci¨®n de sus enfermedades, man¨ªas y fobias, est¨¢ delicadamente resuelta por Vega y Rib¨®, espl¨¦ndidos tambi¨¦n cuando escudri?an sus intenciones respectivas nada m¨¢s conocerse.

En este montaje de Manuel Gonz¨¢lez Gil, los di¨¢logos de la pareja est¨¢n bien resueltos, y tambi¨¦n el interrogatorio al que los somete una anodina voz en off an¨®nima que, por su tono y su acento, pudiera ser la de un psicoterapeuta. En las p¨²dicas escenas de cama, pocas afortunadamente, el erotismo hasta entonces impl¨ªcito se disipa y el espect¨¢culo se vuelve sentimental.

Con tanto oscuro para que los actores cambien de sitio sin que se les vea desnudos y tanta s¨¢bana trab¨¢ndoles, se produce un bache durante el cual es m¨¢s evidente lo poco atractivo del cuerpo central de la escenograf¨ªa: un ventanal abierto sobre la ciudad.

Entre Rib¨® y Vega hay qu¨ªmica y verdad. Ella tiene encanto y consigue emocionarnos cuando le confiesa su amor, pero no es un acierto que interprete tambi¨¦n el papel de la vieja suicida: mejor ser¨ªa d¨¢rselo a una actriz veterana o eliminarlo. Una historia pornogr¨¢fica no acaba de dar lo que promete, y no me refiero a su t¨ªtulo equ¨ªvoco. Tras el ¨²ltimo encuentro de los protagonistas, seguimos sin saber pr¨¢cticamente nada de ellos, su historia de amor se vuelve melodrama y nos quedamos pensando que el desencuentro final de dos que se quieren se cuenta mejor y con m¨¢s recorrido en Ionich, fant¨¢stico relato de Ch¨¦jov.