"Genial que exista un c¨®mic para que el lector piense"

Una tarde sinti¨® la necesidad de realizar un gran c¨®mic. Busc¨® 500 folios en blanco, los dividi¨® en vi?etas y empez¨® a dibujar impulsivamente. As¨ª fueron los comienzos de Lewis Trondheim (Fontainebleau, 1964), que llega a Madrid acompa?ado de Brigitte Findakly, su esposa. Ahora, ¨¦l firma ejemplares para sus miles de seguidores; ella ilustra la r¨²brica del autor franc¨¦s. "Los viajes son m¨¢s divertidos acompa?ado", comenta mientras invita a su esposa a sentarse junto a ¨¦l en el restaurante madrile?o Kulto al plato. Es considerado uno de los creadores de la nouvelle bande desin¨¦e: la novela gr¨¢fica o "la literatura del c¨®mic", como ¨¦l mismo la define. Parece t¨ªmido curioseando en la carta y mirando los platos rotos que decoran las paredes negras, pero se libera cuando empieza a hablar de vi?etas, c¨®mics y cultura.

El dibujante es uno de los creadores del concepto de novela gr¨¢fica

"Se dice que vivimos la edad dorada de la novela gr¨¢fica porque ahora hay un p¨²blico adulto que quiere c¨®mics menos adolescentes. No tengo nada en contra del mainstream, le¨ª Los pitufos, Tint¨ªn o Spirou, pero est¨¢ bien que haya historietas con las que el lector pueda pensar", resume con una cerveza el autor de Lapinot, su original y reconocida opera prima, publicada en 1992.

El historietista no se sinti¨® atra¨ªdo por las vi?etas hasta que pas¨® los 20, cuando conoci¨® a Jean-Christophe Menu y, junto a otros creadores, fundaron L?Asociation. "?ramos compa?eros de trabajo y amigos; estuvimos juntos en el momento adecuado", rememora mientras sigue con la mirada una raci¨®n de jam¨®n que llega a la mesa. De la ruptura de ese taller de dibujo cultureta y de la crisis de los treinta surgi¨® Aproximativement (Mis circunstancias, Astiberri 2002), realismo minimalista aderezado con mala leche. "Pasaba un momento vital particular. Ten¨ªa un estudio en Par¨ªs y estaba enfadado conmigo mismo, con mi trabajo... Dibujaba lo que ve¨ªa", explica con una carcajada al recordar ese tiempo en el que le daba ca?a a casi todo.

Visita muchas ciudades. A finales de mes estar¨¢ en Toronto, pero a Trondheim le gusta Madrid. Al comparar el mercado de c¨®mics franc¨¦s con el espa?ol no puede evitar alabar a Carlos Gim¨¦nez, mencionar la editorial Astiberri, dedicada al c¨®mic pol¨ªtico-social, y hacer una referencia a Sins Entido -editorial y espacio de exposiciones- que define como una delicatessen de la novela gr¨¢fica.

"?Y esto qu¨¦ es?". La tempura de verduras sorprende al autor. Para que Trondheim entienda el concepto de pintxos 2.0 le regalan un recetario. Cada receta tiene banda sonora recomendada y viene acompa?ada de vi?etas. "Muy interesante", agradece el ilustrador que reconoce no poder trabajar sometido al rigor de la presi¨®n. "Muchos dibujantes tienen crisis continuas al enfrentarse al folio en blanco. No quiero estar obligado a dibujar. Siempre tengo varios trabajos en mente. Si me bloqueo en uno, cambio a otro", explica.

Ante la falta de papel, el creador no duda en apostar por lo digital. Su ¨²ltimo proyecto, Bludzee, es una tira de un gatito negro que se recibe a diario en el m¨®vil o se lee online (www.bludzee.com). Una novedad en el mundo del c¨®mic, como el postre -meloso de txocolate- lo es a las tapas. "Un sitio original, pero lo mejor, el jam¨®n", concluye el autor. Y con una sonrisa desaparece en el metro del brazo de su mujer.