Educados a la fuerza

Acostarse en el c¨¦sped de Marbella (M¨¢laga), jugar con un avi¨®n de aeromodelismo en una calle en Sevilla, o mover a deshora los muebles en Granada tienen multa. Los ayuntamientos andaluces han sucumbido al furor de las ordenanzas de convivencia, aunque resulten de dif¨ªcil cumplimiento.

Granada abri¨® la espita en noviembre de 2009 con una normativa inspirada en la de Barcelona, ciudad famosa por sus problemas vecinales con la prostituci¨®n. El articulado regula hasta 250 conductas inc¨ªvicas, incluidas las que se desarrollan en el interior de las viviendas. Saltos, golpes, m¨²sica o portazos est¨¢n vedados a la hora de la siesta. Por la noche, no se pueden hacer ni reparaciones dom¨¦sticas ni cambios de muebles. Prev¨¦ hasta 3.000 euros por mantener relaciones sexuales en la calle, y 300 euros por vender pa?uelos o hacer malabarismo.

El pr¨®ximo jueves, la capital de la Costa del Sol llevar¨¢ a pleno su ordenanza. Como ya han hecho en Granada, Marbella o El Ejido (Almer¨ªa), sancionar¨¢n las relaciones sexuales, con pago o sin ¨¦l, en el n¨²cleo urbano. La Uni¨®n de Polic¨ªas Locales y Bomberos de Andaluc¨ªa (UPLB) ha reclamado al Ayuntamiento malague?o la definici¨®n de "relaci¨®n sexual", para que no haya confusiones. Julio Andrade, edil de Participaci¨®n Ciudadana , alega que "s¨®lo hace falta sentido com¨²n para identificar estas pr¨¢cticas". A¨²n as¨ª, dar¨¢n charlas formativas a los agentes sobre la ordenanza.

M¨¢laga se ampara en los resultados de Granada. En los 11 meses que lleva en vigor, las prostitutas se han trasladado a los pueblos colindantes para evitar las multas, que s¨ª se apresuran a pagar los clientes para que no les llegue la notificaci¨®n a casa. Contra los gorrillas, otro de los colectivos afectados, se han abierto m¨¢s de 100 expedientes, pero s¨®lo se ha recaudado una multa. Las vendedoras de claveles no han dejado de leer el futuro de los turistas en los alrededores de la catedral granadina, y los mimos y artistas callejeros siguen actuando, aunque con permiso.

En Sevilla tampoco se multa a los aparcacoches ilegales, a pesar de que su ordenanza, de 2008, prev¨¦ sanciones de hasta 120 euros. La normativa sevillana castiga tambi¨¦n el vertido de desag¨¹es de aparatos de aire acondicionado en la calle, el uso de juguetes de aeromodelismo en lugares no autorizados o las apuestas de los trileros. Las multas que oscilan entre 1.500 y 3.000 euros.

El municipio almeriense de Carboneras es uno de los ¨²ltimos en sumarse a las ordenanzas de convivencia. Prev¨¦ multas de 600 euros por tender en los balcones o por salpicar a un peat¨®n. La capital almeriense ya prepara su ordenanza.