Negociaci¨®n para llevar a todos los hospitales clases de medicina
Este curso vuelven a crecer los estudiantes en Santiago
Toda universidad que se precie anhela tener una facultad de medicina. Formar m¨¦dicos da prestigio, dicen los rectores. Y esa es la esencia de la batalla de A Coru?a y ahora tambi¨¦n de Vigo, cuyas universidades cumplen 21 a?os, para reclamar una titulaci¨®n que ostenta en exclusiva en Galicia el campus de Santiago desde el siglo XV. Hace ya m¨¢s de una d¨¦cada que el Sergas dio la categor¨ªa de universitario a los hospitales de A Coru?a y Vigo para que compartan con el de Compostela la tarea de dar clases pr¨¢cticas a los alumnos de los tres ¨²ltimos cursos de una carrera -ahora llamada grado- de seis.
Galicia necesita m¨¦dicos y los estudiantes son cada vez m¨¢s numerosos. El cupo de plazas en primer a?o de carrera que determina el Gobierno en base a la demanda de cada comunidad aut¨®noma creci¨® en Galicia un 53,8% desde 2005, por encima de la media nacional. La explosi¨®n de matriculados en medicina de Santiago as¨ª como el proceso de Bolonia, que prima la ense?anza cl¨ªnica obligar¨¢n a crear m¨¢s plazas en hospitales gallegos para estudiantes en pr¨¢cticas. Este curso arranca en Compostela con 400 nuevos aspirantes a m¨¦dicos, 50 m¨¢s que en los ¨²ltimos dos a?os acad¨¦micos. Es la facultad espa?ola que m¨¢s plazas oferta. Y habr¨¢ que prever las pr¨¢cticas en hospitales para esos estudiantes cuando lleguen a cuarto a?o de carrera. Pero la docencia te¨®rica sigue exclusivamente en manos de Santiago.
A Educaci¨®n le corresponde decidir si hacen falta m¨¢s facultades
300 alumnos tendr¨¢n que ir y venir de Santiago a Vigo y A Coru?a
Y de ah¨ª el foll¨®n en el que se mezclan reivindicaciones localistas, argumentos acad¨¦micos y razones de econom¨ªa de recursos y tambi¨¦n de calidad de la ense?anza. La pol¨¦mica est¨¢ continuamente sobre la mesa. Nadie quiere ceder. Es la Xunta a la que corresponde decidir si es necesario crear m¨¢s facultades de medicina. Santiago dice que no entra ni sale en esa cuesti¨®n. Pero no quiere ni o¨ªr mentar la posibilidad de ceder competencias y perder autonom¨ªa. Mientras haya una ¨²nica facultad, debe haber un ¨²nico programa de docencia sobre el que tiene toda la autonom¨ªa, reivindica. Y sostiene que puede sin problemas responder sola a la demanda de nuevos profesionales, como demostr¨® al asumir, como le pidi¨® la Xunta, el aumento de estudiantes en un 53,8% en el ¨²ltimo quinquenio.
Pero fuertes son las reticencias para descentralizar, como se proponen las Conseller¨ªas de Educaci¨®n y de Sanidade, lo que hasta ahora se llamaba el segundo ciclo de medicina y permitir que todos los hospitales del Sergas participen en la docencia tanto te¨®rica como pr¨¢ctica de los futuros m¨¦dicos. Los cl¨ªnicos de Ourense (dependiente de la universidad viguesa) y de Lugo (asociado a Santiago) tambi¨¦n desean darles formaci¨®n.
"Se est¨¢ trabajando" en ese proyecto, dice el conselleiro de Educaci¨®n. Pero este a?o tampoco va a poder ser, como pretend¨ªan A Coru?a y Santiago. Los 300 alumnos de cuarto, quinto o sexto a?o a los que les tocar¨¢ a partir de octubre realizar su formaci¨®n cl¨ªnica en A Coru?a o en Vigo tendr¨¢n que ir y venir durante todo el curso entre Santiago y la ciudad del hospital que les corresponda para completar sus estudios pr¨¢cticos y te¨®ricos. Desde la universidad compostelana, se aduce problemas de organizaci¨®n del departamento y de ubicaci¨®n f¨ªsica del alumnado para descentralizar ya la docencia pr¨¢ctica y te¨®rica a hospitales de toda Galicia.
Es una vieja bandera del coru?esismo tener facultad de medicina. Todos los estamentos de la capital provincial la enarbolan con mayor o menor virulencia. Vigo tambi¨¦n se ha sumado al carro. Hace unos meses, la mecha volvi¨® a encenderse cuando la Universidade da Coru?a se rebel¨® contra la de Santiago y, sobre la base de un viejo protocolo firmado por los tres rectores que nunca se aplic¨®, exigi¨® su derecho a decidir los profesores que impartir¨¢n este curso las pr¨¢cticas en el hospital de su ciudad.
La pelea fue fuerte. Los estudiantes de medicina son de la Universidade de Santiago, replic¨® su rector, y deben tener docentes de esta instituci¨®n, no de otra. "Los profesores son nuestros y nosotros los elegimos". Al final, tras varias reuniones de los tres rectores con Educaci¨®n y Sanidade -que decide los m¨¦dicos docentes conjuntamente con Santiago-, gan¨® la universidad compostelana y se firm¨® una declaraci¨®n de intenciones para seguir avanzando en descentralizar la formaci¨®n te¨®rica y cl¨ªnica de los futuros m¨¦dicos. En ello siguen todas las partes del conflicto.
Pero de crear nuevas facultades de medicina, nada de momento. Al igual que Galicia, otras seis comunidades (Asturias, Cantabria, Pa¨ªs Vasco, Extremadura, Murcia y Navarra) cuentan con una ¨²nica facultad. Pero con muchos menos matriculados. Castilla y Le¨®n tambi¨¦n tiene este a?o un cupo de 400 nuevos alumnos, aunque repartidos en dos facultades. Desde 2005, hay 11 nuevos centros autorizados a formar m¨¦dicos en Espa?a, de los cuales seis son de universidades p¨²blicas.
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