Una larga madrugada
Los dirigentes sindicales encabezan piquetes - La 'batalla de Correos' en Valencia - Denuncias por el exceso de celo policial
Francisco Molina, Conrado Hern¨¢ndez y Vicent Mauri, secretarios generales de CC OO, UGT e Intersindical, no han dormido. Se han citado a las siete de la ma?ana ante la oficina de Correos de la plaza del Ayuntamiento de Valencia.
La huelga se ha cocido de madrugada. Ha habido un corte de tr¨¢fico en la avenida del Cid, problemas en el pol¨ªgono de Vara de Quart... Dos centenares de sindicalistas celebran la paralizaci¨®n del centro log¨ªstico de Correos en Quart de Poblet.
Los agentes antidisturbios de la polic¨ªa nacional tampoco han dormido. Hay cuatro o cinco furgones apostados en la plaza del Cap i casal.
Marga Sanz, coordinadora general de Esquerra Unida, se deja caer. Los compa?eros se abrazan. Y una veintena se planta en el ceda el paso. El sem¨¢foro se pone verde. Ahora ya son cuarenta. Rojo. Verde. Los agentes antidisturbios se acercan. Rojo. Verde. No se han acumulado muchos coches. Ninguno ha pitado. Pero empiezan los empujones. Un golpe, una carrera y cinco agentes con la porra en alto contra dos sindicalistas envalentonados.
El centro de la ciudad vivi¨® instantes de gran tensi¨®n
La polic¨ªa llega a impedir el paso con el sem¨¢foro verde
Hay dos contenedores bloqueando la entrada de Correos. Los polic¨ªas los levantan. El piquete se dispersa. Ahora cortan el tr¨¢fico en la calle de las Barcas. Ahora en Pascual y Gen¨ªs. Ahora en Pintor Sorolla. Los agentes llegan a impedir el paso de los sindicalistas con el sem¨¢foro verde. Todos denuncian el exceso de celo de los agentes.
A las ocho de la ma?ana, los piquetes toman los bancos y cajas en la calle de Pintor Sorolla. Nadie bloquea el Mercado Central.
A las nueve, el grupo hace presi¨®n a las puertas de Mercadona. Nada que hacer. Antes de las diez, el piquete se planta ante el Ayuntamiento de Valencia. "?D¨¦janos pasar, esta es la casa del pueblo!". Se corta el tr¨¢fico. La polic¨ªa nacional desaparece. Y llega Rita Barber¨¢. La alcaldesa de Valencia camina a lo largo de la fachada del Ayuntamiento por el centro de la plaza. Cruza. "?Trajes para todos! ?Trajes para todos!". La alcaldesa no se inmuta. Lleva unas flores en la mano y entra en la sede municipal.
"?Compa?eros, por Russafa hasta la calle de Col¨®n!", instruye Paco Molina a trav¨¦s del meg¨¢fono. "?Vamos a cerrar las tiendas!", replica un compa?ero.
Los comercios, efectivamente, cierran sus persianas al paso del piquete. Diez minutos despu¨¦s, las vuelven a levantar.
El recorrido por la calle de Col¨®n dura hora y media. A las once y media, Molina vuelve a la sede de CC OO. Se echa veinte minutos en el coche, en el aparcamiento subterr¨¢neo. Luego se afeita. Minutos antes de la una, los tres secretarios generales ofrecen una rueda de prensa conjunta. "Nada puede ensombrecer la contundencia del paro en las tres provincias".
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