Interior se?ala al juez por no echar a los violentos de Banesto antes del 29-S
Saura dice que los antisistema usaron el edificio para atacar a los Mossos - La contenci¨®n policial trat¨® de evitar m¨¢s da?os a costa de prolongar los disturbios
Los antisistema que enturbiaron la huelga en Barcelona contaron, por primera vez en su historial de disturbios, con un cuartel general desde donde organizar sus razias: el edificio de Banesto, en plena plaza de Catalunya, que ocuparon cuatro d¨ªas antes del paro general y transformaron en atalaya (para arrojar objetos a la polic¨ªa) y refugio (para huir de los antidisturbios).
Los Mossos previeron lo que se les ven¨ªa encima y alentaron a los propietarios a denunciar la usurpaci¨®n y pedir el desalojo expr¨¦s. Pero el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 22 no apreci¨® delito y deriv¨® el caso a la v¨ªa civil, como hacen la inmensa mayor¨ªa de sus colegas de Barcelona. Fuentes judiciales explicaron que el magistrado no acord¨® el desalojo expr¨¦s porque ni la fiscal¨ªa ni los afectados se lo pidieron expresamente.
Boada estaba en la manifestaci¨®n de Girona durante los incidentes
Esa decisi¨®n judicial de no acordar el desalojo fue clave, sostuvo ayer el Departamento de Interior, en el desarrollo de los incidentes que convirtieron el centro de la ciudad en un escenario de guerrilla urbana. Parapetados en su "castillo" de cinco plantas, los okupas "hostigaron" a la polic¨ªa y se hicieron fuertes en el uso de la violencia, seg¨²n el argumento del secretario de Seguridad, Joan Delort. Tambi¨¦n el alcalde de Barcelona, el socialista Jordi Hereu, se quej¨® de la lentitud de los jueces y precis¨® que los incidentes de d¨ªa de la huelga se hubiesen evitado si se hubiese desalojado a los okupas antes del mi¨¦rcoles
Entre el domingo y el 29-S la polic¨ªa estuvo con las manos atadas porque, como record¨® Delort, "no se pueden practicar detenciones preventivas". "Ese edificio fue el centro operativo y el refugio de gente que hostig¨® a los Mossos", a?adi¨® el consejero de Interior, Joan Saura.
Si los polic¨ªas entraron a primera hora de la tarde en el edificio Banesto y desalojaron a sus ocupantes fue, precisamente, porque los antisistema usaron su posici¨®n desde el inmueble para arrojar objetos a la polic¨ªa. Ante la comisi¨®n de un "delito flagrante" -la agresi¨®n a agentes de la autoridad-, Interior inform¨® al juez de guardia de que se dispon¨ªa a tomar el edificio, donde permanec¨ªan solo 19 personas de las 500 que llegaron a ocuparlo. Una de ellas fue detenida porque ten¨ªa una orden pendiente y a los dem¨¢s se les identific¨®, aunque la polic¨ªa trabaja ahora para acusarles tambi¨¦n por causar des¨®rdenes.
La v¨ªa m¨¢s lenta
El desalojo del fort¨ªn radical, por tanto, no se hizo coincidir con la ya complicada jornada de huelga (hip¨®tesis que hab¨ªa generado cr¨ªticas a Interior), sino que vino dado por las circunstancias. "No ha sido una decisi¨®n caprichosa de la polic¨ªa. Si por nosotros fuera, habr¨ªamos desalojado el mismo d¨ªa. Pero el juez opt¨® por la v¨ªa m¨¢s lenta", sentenci¨® Delort. Por la tarde, con el edificio ya desalojado y los agentes dentro, los Mossos informaron de los hechos al juez de guardia y este les indic¨® que comunicasen la situaci¨®n a los propietarios, quienes acabaron tapiando el edificio.
La expulsi¨®n de Banesto enfureci¨® a los antisistema, que por la tarde saquearon tiendas, quemaron contenedores y arrasaron el mobiliario urbano. Pero no fue, ni de lejos, la causa de unos disturbios que hab¨ªan cuajado antes, a mediod¨ªa, y que alcanzaron el cenit con el incendio de un coche patrulla.
Ante una masa que altera el orden p¨²blico y da?a bienes, los antidisturbios tienen medios para dispersarlos por completo o para contenerlos mediante cargas. Los responsables del operativo para la huelga se inclinaron por lo segundo. Tal estrategia motiv¨® que los disturbios se prolongaran durante nueve horas en una ciudad a medio gas por la huelga, pero tambi¨¦n evit¨® males mayores, objetivo esencial en un asunto tan delicado como la seguridad ciudadana."No podemos entrar como Atila y llevarnos a todos por delante, sobre todo cuando en la misma plaza hay gente que no tiene nada que ver con los incidentes", dijo Delort. Saura le respald¨® y record¨® que si durante la manifestaci¨®n de los estudiantes anti-Bolonia de marzo de 2009 se acus¨® a los Mossos de actuar "de forma indiscriminada", esta vez "las detenciones han sido selectivas".
Interior admiti¨® la gravedad de los hechos en el marco de una jornada que, por lo dem¨¢s, se desarroll¨® con cierta normalidad. Pero se?al¨® que ni ocurre a menudo que los v¨¢ndalos tomen el centro de la ciudad, ni las consecuencias han sido ahora tan graves como, por ejemplo, en 2002. "Hay menos comercios saqueados", dijo Delort de una jornada que dej¨® 81 heridos leves (la mitad, mossos) y 43 detenidos (60 en toda Catalu?a). Ayer se sumaron otros dos, un hombre y una mujer detenidos en Sant Andreu con cuatro pantalones de una tienda saqueada que a¨²n llevaban la alarma. De los arrestados en Barcelona, 30 quedaron ayer en libertad y el resto pasa hoy a disposici¨®n judicial. Est¨¢n acusados de des¨®rdenes p¨²blicos, da?os, atentado contra la autoridad y robo.
El discurso de Saura, criticado por no dar explicaciones p¨²blicas el d¨ªa de la huelga, fue de mano dura con los violentos: conden¨® los hechos de forma "contundente", dijo que los radicales no gozan de "ning¨²n apoyo en la sociedad" y "no tienen nada que ver con los trabajadores", y les advirti¨® que "no quedar¨¢n impunes".
A pocas semanas de las elecciones, la oposici¨®n critic¨® con dureza la actuaci¨®n de Joan Boada, el n¨²mero dos del departamento y candidato de Iniciativa, que estuvo en la manifestaci¨®n de Girona mientras se produc¨ªan los incidentes. Artur Mas, presidente de CiU, fue contundente: "En cualquier Gobierno serio, y est¨¢ claro que este no lo es, el presidente destituir¨ªa a un alto cargo que abandona su trabajo para, en clave partidista, ir a una manifestaci¨®n". La popular Alicia S¨¢nchez-Camacho censur¨® a Boada y acus¨® a Interior de no estar a la altura: "Hubo descoordinaci¨®n con el Ayuntamiento y la actuaci¨®n fue tard¨ªa". Boada se defendi¨® ayer y asegur¨® que no tiene "cargo de conciencia" por acudir a la manifestaci¨®n de Girona.
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