Rousseff vuela hacia la presidencia de Brasil gracias al carisma de Lula

El tradicional ¨²ltimo debate entre los candidatos a las presidenciales en Brasil en la red nacional Globo ha definido en el pasado en m¨¢s de una ocasi¨®n el resultado de las elecciones. En la noche del jueves, ese debate, con una audiencia r¨¦cord de cerca de tres millones, frustr¨® a los 135 millones de electores, ya que los dos grandes contendientes, Dilma Rousseff, la candidata de Lula, y Jos¨¦ Serra, el candidato m¨¢s fuerte de la oposici¨®n, se ignoraron hasta el punto de no hacerse entre ellos una sola pregunta.

Ninguno de los temas candentes de la campa?a: el aborto, los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n en el Gobierno o las duras cr¨ªticas del presidente saliente, Luiz In¨¢cio Lula da Silva a los medios de comunicaci¨®n, tres asuntos que le hab¨ªan hecho perder seis millones de votos a Rousseff los ¨²ltimos d¨ªas, aparecieron ni una sola vez en los 100 minutos de debate.

El miedo a enfrentarse con la candidata a la que los sondeos dan como probable ganadora el domingo, convirti¨® el tan esperado duelo en una conversaci¨®n "entre monjitas" como coment¨® un analista independiente.

La candidata verde, Marina Silva, que es la que m¨¢s ha crecido en los ¨²ltimos d¨ªas en los sondeos y que est¨¢ recogiendo el voto joven, tampoco quiso enfrentarse con la favorita y se limit¨® a abogar por un proyecto para Brasil a 20 a?os vista.

A la candidata oficial la falta de debate y de preguntas pol¨¦micas, le evitaron tener que defender sus propuestas, que a estas alturas y en v¨ªsperas de ser la nueva presidenta de Brasil, nadie conoce a¨²n, ya que a las preguntas sobre sus proyectos, responde siempre con lo que ya ha hecho por Brasil su tutor Lula.

Jocosamente la oposici¨®n la llama "un gen¨¦rico de Lula". Ayer, antes del debate, Lula apareci¨® en varios anuncios durante una telenovela de Globo, la de mayor audiencia, para decir: "Quien vota a Dilma, me vota a m¨ª". Preguntada la candidata oficial semanas atr¨¢s sobre si en el 2014 dejar¨ªa, en caso de ser elegida, que Lula volviera a disputar las elecciones respondi¨®: "Lula me ha pedido que nunca responda a esa pregunta".

?Quiere eso decir que qui¨¦n va a seguir gobernando, aunque desde la sombra, va a ser Lula? Esa es la gran inc¨®gnita. El peligro, seg¨²n los analistas, es si ella, sin el carisma del ex tornero y sin sus or¨ªgenes humildes, al que los brasile?os le acaban perdonando todos sus desmanes, ser¨¢ capaz, como lo fue ¨¦l, de hacer frente a las presiones del ala m¨¢s radical del Partido de los Trabajadores (PT), cada vez que pretendieron atacar su pol¨ªtica macroecon¨®mica o la apertura del pa¨ªs a los capitales extranjeros. Rousseff, que fue escogida por Lula y no por el partido, al que lleg¨® tarde y en el que nunca tuvo poder, sabe que deber¨¢ contar con el PT. Quienes la conocen de cerca, su pasado en la lucha armada y su car¨¢cter fuerte que llegaba, cuando era ministra, a hacer "llorar a sus colegas ministros", aseguran, sin embargo, que no le va a fallar el pulso. Que hasta ahora se ha mimetizado, para poder ganar las elecciones, en la fuerza de su tutor y creador de su candidatura de la nada, pero que cuando alcance el mando, el mismo Lula tendr¨¢ que hacer las cuentas con ella, deseosa de demostrar que ella es m¨¢s que una invenci¨®n del l¨ªder m¨¢s carism¨¢tico que ha tenido Brasil.