Guerra de apuestas
El sector del juego convencional acelera su ofensiva contra las empresas online
Al sector del juego convencional no le tranquiliza la decisi¨®n del Gobierno de presentar una nueva ley del juego que regularice la situaci¨®n de las apuestas por Internet. "La raz¨®n es sencilla", explica Eduardo Antoja, presidente de COFAR, la gran patronal del sector. "No creemos que la ley, que tiene que pasar por muchos tr¨¢mites, se apruebe esta legislatura, y no estamos dispuestos a esperar dos o tres a?os m¨¢s".
Eduardo Antoja asegura que la expansi¨®n incontrolada de las punto.com le ha hecho mucho da?o a su sector, que perdi¨® en 2009 un 9,5% de su facturaci¨®n, 1.900 millones de euros. En los ¨²ltimos tres a?os cerraron 40 bingos (de 400) y tres casinos (de 40). Y dice que la p¨¦rdida de facturaci¨®n del sector "no se debe solo a la crisis, sino tambi¨¦n al trasvase de jugadores hacia Internet, m¨¢s atractivo y con premios m¨¢s altos, algo que pueden hacer debido a los mejores costes de Internet y porque estas empresas, al no estar reguladas, no pagan impuestos".
El sector tradicional aporta el 1,5% del PIB y emplea a 100.000 personas en Espa?a
Tambi¨¦n se muestra indignado con la inacci¨®n del Gobierno y exige respeto a un sector que "representa", dice, "el 1,5% del PIB (16.000 millones de euros), emplea a 100.000 personas y contribuy¨® en 2008 con 1.800 millones a las arcas p¨²blicas". En el sector no entienden que, si el Parlamento inst¨® al Gobierno a regularizar el juego en Internet en 2007, no se haya hecho nada. "En Francia o Italia, donde lo han regulado, a los que no tienen licencia les bloquean el acceso a trav¨¦s de los proveedores de Internet. ?No pod¨ªa hacerse aqu¨ª?", se pregunta Miguel Garc¨ªa Campos, secretario general de Femara, la patronal de las m¨¢quinas recreativas.
Dado que las casas de apuestas en la Red (todas extranjeras y sin estructura en Espa?a) habr¨ªan facturado unos 600 millones en 2009, el Gobierno habr¨ªa dejado de recaudar unos 50 millones. Pero lo inexplicable tiene sus razones. Como el juego est¨¢ transferido a las comunidades aut¨®nomas, el Gobierno opt¨® porque fueran estas las que solucionaran el problema. Algunas, como la de Madrid, sacaron normas, pero sin ¨¦xito. Las webs de juego tienen vocaci¨®n global y no quieren limitar su operativa a una regi¨®n. "Lo de las autonom¨ªas", dice Garc¨ªa Campos, "es una excusa sin fundamento. Dos sentencias del Constitucional de 1994 y 1998 reconocen competencia al Estado para regular los juegos de car¨¢cter estatal".
Lo que pasa, seg¨²n este ejecutivo, es que "el Gobierno no legisla porque quiere privatizar Loter¨ªas (LAE) y desea evitar abrir el sector a m¨¢s competencia y reducir as¨ª el valor de la empresa". Tampoco ha habido prisa. El juego en Internet sigue sin regularse en buena parte de Europa. "Apenas se ha regulado en Reino Unido, Austria, Italia, Francia y Malta", seg¨²n Sacha Michaud, presidente de AEDAPI, que agrupa a las empresas de juego en Internet.
Lo que si parece es que los empresarios del sector convencional van a dar la batalla a sus rivales en la Red. Por lo pronto han dirigido sus tiros hacia los 30 millones de euros de patrocinios deportivos que se pagan a clubes de la Primera Divisi¨®n de f¨²tbol. "Estamos analizando caso por caso para ver qu¨¦ hacemos". Lograron ya parar el patrocinio de PokerStars a la Liga ACB "tras recordar al secretario de Estado de Deporte", apunta Antoja, "que un organismo dependiente de su negociado, la FEB, aceptaba patrocinios de una empresa no legal".
Varias asociaciones han fichado al bufete Garrigues para demandar a esas empresas y lograr su paralizaci¨®n porque "no tienen licencia". El responsable de COFAR explica que la batalla de los empresarios del juego en Espa?a y otros pa¨ªses -con decenas de procesos en el Tribunal de Estrasburgo- empieza a afectar a las perspectivas de estas empresas, muchas de ellas en Bolsa.
En AEDAPI entienden la preocupaci¨®n del sector convencional, pero insisten en que no tienen responsabilidad en una situaci¨®n que es de "vac¨ªo legal". Con respecto a la demanda, Michaud la ve como un medio de "empujar al Gobierno a legislar". El director de Betfair en Espa?a agrega: "Queremos estar en situaci¨®n regular y pagar impuestos". La falta de legislaci¨®n, dice, "ha frenado el sector en Espa?a". "Creemos que el sector, una vez regulado, doblar¨ªa su facturaci¨®n en dos a?os". Adem¨¢s de que muchas empresas que operan desde fuera, al establecerse en Espa?a, instalar¨ªan centros de tecnolog¨ªa, equipos de marketing, call centers. Eso, de todos modos, solo ocurrir¨¢, dice, si la tributaci¨®n es atractiva.
Por curioso que parezca, la guerra de los convencionales no significa que estos quieran acabar con el juego por Internet. Al rev¨¦s, desean entrar. Grupos como Cirsa, que ya tiene apuestas en la calle (Sportium), y Codere (Victoria), ya est¨¢n preparadas para el desembarco en la Red. Igual que otras m¨¢s peque?as como Egasa,
Orenes o Acrismatic. ?C¨®mo lo har¨¢n, teniendo en cuenta que las existentes, que dominan el mercado a escala europea, son ya gigantes e incluso se est¨¢n fusionando para reducir costes? "Nuestra idea es aliarnos con ellas, como ha hecho Cirsa con Ladbrokes para las apuestas en la calle", explica Antoja. Ya se sabe que "lo cort¨¦s no quita lo valiente" .
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