"Me prometi¨® un puesto de trabajo si acced¨ªa a acostarme con ¨¦l"
Juicio contra un funcionario de Prisiones acusado de abusar de una reclusa
La mujer, Frida V. S., entr¨® despacio en la sala del juicio. Vest¨ªa un vistoso jersey verde. Estaba nerviosa pero logr¨® tranquilizarse cuando la fiscal le pregunt¨® sobre lo ocurrido en el verano de 2006 en la c¨¢rcel de Alcal¨¢-Meco, donde ella cumpl¨ªa condena. "Me prometi¨® un puesto de trabajo si acced¨ªa a acostarme con ¨¦l", resumi¨® en referencia a Jos¨¦ Mar¨ªa L. C., un funcionario de la prisi¨®n y jefe de mantenimiento, que est¨¢ acusado de abusar sexualmente de ella y que se enfrenta a la pena de nueve a?os y medio de c¨¢rcel. Junto a ¨¦l, en el banco de los acusados, est¨¢ otra reclusa, Eva Marta M. V., para quien la representante del ministerio p¨²blico pide otros siete a?os y tres meses.
"Es mentira que tuvi¨¦ramos un encuentro sexual", afirma el imputado
La supuesta violaci¨®n ocurri¨® la ma?ana de un martes de junio o julio de 2006. Frida ingres¨® en el m¨®dulo B-3 de la prisi¨®n en octubre de 2005. Entabl¨® amistad con la compatriota y acusada Eva Marta. Le pidi¨® que la ayudara a conseguir trabajo porque no ten¨ªa dinero. Estaba sola en Espa?a y toda su familia segu¨ªa en M¨¦xico. "Sab¨ªa que se iba a quedar un puesto libre en el grupo de mantenimiento y me dijo que me lo dar¨ªa siempre que tuviera un rollito con ¨¦l [con Jos¨¦ Mar¨ªa]", declar¨® Frida durante la primera jornada del juicio. Eso le habr¨ªa supuesto un sueldo mensual de unos 120 euros.
A los pocos d¨ªas recibi¨® una llamada de Eva Mar¨ªa, quien la condujo hasta el economato del m¨®dulo. Su amiga era la responsable del mismo, por lo que ten¨ªa llave para entrar y salir, seg¨²n Frida. Dentro, con la puerta entreabierta, estaba Jos¨¦ Mar¨ªa, que en aquella ocasi¨®n no iba de uniforme. "Mi compa?era le baj¨® los pantalones y empez¨® la relaci¨®n. Ella me dijo que participara y yo contest¨¦ que no, pero al final s¨ª abus¨® de m¨ª", resumi¨® la v¨ªctima con voz muy calmada y tras dar varios detalles a la sala de ese momento. "Cuando acab¨® todo, me sub¨ª el pantal¨®n. ?l me dijo que, como no hab¨ªa quedado satisfecho, me esperaba esa misma tarde en su oficina. Tambi¨¦n me dijo que Eva Mar¨ªa iba dos o tres veces a la semana a verle", a?adi¨®.
Durante los siguientes d¨ªas, el acusado le hizo, siempre seg¨²n su versi¨®n, varias proposiciones para mantener relaciones sexuales, a lo que ella se neg¨®. "Me insult¨®. Me dijo que era una pendeja y se march¨®. A partir de ah¨ª me hicieron la vida imposible y no me dieron ning¨²n puesto de trabajo", afirm¨® Frida.
Sin embargo, la denuncia no lleg¨® hasta unos ocho meses despu¨¦s. Primero la interna le cont¨® lo ocurrido a una funcionaria, despu¨¦s al sacerdote de la prisi¨®n y, por ¨²ltimo, a un responsable de seguridad. "Tard¨¦ tanto en desvelar el caso porque sent¨ªa mucha verg¨¹enza, pero hubo un momento en que no pod¨ªa aceptar tanta coacci¨®n y amenaza verbal. De hecho, Eva Mar¨ªa me golpe¨® en el comedor delante de otras reclusas", concluy¨® Frida.
Los primeros en testificar fueron los dos acusados. El funcionario de Prisiones, que est¨¢ en segunda actividad (prejubilado), contin¨²a en su puesto en la prisi¨®n. Asegur¨® en todo momento que era inocente y que nunca hab¨ªa tenido relaciones sexuales con Frida. "Me abord¨® un d¨ªa y me pidi¨® un puesto de trabajo. Yo solo le dije el procedimiento que ten¨ªa que seguir porque yo no ten¨ªa potestad para darlo", asegur¨® Jos¨¦ Mar¨ªa. "Si me hubiera propuesto relaciones sexuales para conseguirlo la habr¨ªa denunciado. Es mentira que hubiera un encuentro sexual entre nosotros", concluy¨® el imputado.
En similares t¨¦rminos se expres¨® la acusada Eva Mar¨ªa. Neg¨® en todo momento que fuera la encargada de llevar a Frida al economato para que mantuviera relaciones sexuales con el empleado p¨²blico. Rechaz¨® incluso ser la autora de una nota manuscrita en la que amenazaba a la denunciante de que podr¨ªan ocurrir accidentes dentro de la prisi¨®n. El juicio se reanudar¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles.
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