Par¨ªs celebra la esquizofrenia art¨ªstica de Moebius

A Moebius le han ascendido. La Fundaci¨®n Cartier para el Arte Contemp¨®raneo inaugura hoy en Par¨ªs una antol¨®gica dedicada al dibujante franc¨¦s, al poseedor de una de las dualidades art¨ªsticas m¨¢s fascinantes del siglo XX: como Gir o Jean Giraud (su aut¨¦ntico nombre) firma los tebeos del teniente Blueberry, genial visi¨®n del western crepuscular; como Moebius ha creado un universo de sensaciones, con un trazo m¨¢s limpio y colorista que Gir, apostando por la ciencia-ficci¨®n y lo on¨ªrico. A sus 72 a?os, ya no es dibujante de c¨®mics, sino artista... al menos tal y como se presenta la exposici¨®n. "Me provoca gran alegr¨ªa ver reunida mi obra. ?Algo de melancol¨ªa? ?Nooo!", dice, mientras supervisa los remates.

"Gir es una profesi¨®n; Moebius, un estado del alma", dice de su dualidad

En la planta baja, una vitrina muestra en una l¨ªnea temporal, que asemeja la cinta de Moebius (ese bucle que retorci¨¦ndose sobre s¨ª mismo solo tiene una cara; de ah¨ª sac¨® su alias el franc¨¦s), a sus principales personajes. En una sala lateral, se proyecta el anonadante cortometraje en 3D El planeta Todav¨ªa. En el s¨®tano, las alucinaciones, una inmensa piedra de cuarzo, m¨¢s de 300 dibujos, proyecciones de criaturas misteriosas y un documental extravagante en el que Giraud se r¨ªe de s¨ª mismo, en la l¨ªnea que ha defendido en su ¨²ltima serie de c¨®mics, Inside Moebius.

El t¨ªtulo de la exposici¨®n, Metamorfosis, se?ala una de las caracter¨ªsticas de la obra de Moebius. "La metamorfosis corre por toda mi obra. No es la metamorfosis cl¨¢sica, la de Ovidio, que habla de la vida donde todo cambia siempre en una misma direcci¨®n, del nacimiento a la muerte... Va, cuentos para ni?os. Lo que hago es distinto: muestro el p¨¢nico de ver las cosas que se van, la dificultad de dar identidad a los actos".

En el documental filmado para la antol¨®gica, Giraud se desdobla para que Gir discuta con Moebius. ?Gir paga las locuras de Moebius? "Es una realidad hist¨®rica. Gir es una profesi¨®n; Moebius, un estado del alma. Me es dif¨ªcil definir a Moebius, porque ah¨ª soy artista. Pero, ?qu¨¦ es ser artista en nuestro mundo? Necesitas sobrevivir, y entonces los artistas se convierten en vendedores, debes gustar a los otros o ceder parte de ti para comer. No s¨¦, no s¨¦...".

Moebius reacciona con carcajadas ante los precios desaforados de las subastas de c¨®mics -"Esas pujas significan una intenci¨®n del mercado, muy alejada de su valor"-, antes de hablar de su nueva pasi¨®n -"Hago fotos de primer¨ªsimos planos de piedras y plantas con c¨¢maras digitales", y de su amor por el cine: "Mi mayor angustia es morirme ahora mismo y que no haya nada despu¨¦s de la muerte. Porque si existe la vida despu¨¦s de la muerte o me puedo convertir en fantasma, seguir¨¦ viendo cine. Me gustan las de acci¨®n de Hollywood. Tambi¨¦n me atrae el cine asi¨¢tico". ?Porque provoca sensaciones como su obra? "Eso, y por sus colores chillones". ?No le rob¨® muchas ideas James Cameron -con quien trabaj¨® en Abyss- en Avatar? "Son ideas de toda una generaci¨®n, la de Cameron y la m¨ªa, y James ha podido recrearlas. Somos la generaci¨®n que vivi¨® un cambio positivo; ahora todo es oscuro. Yo en cambio sigo con mi din¨¢mica optimista. Si el universo me da tiempo, tras haber dirigido mi primer corto para esta exposici¨®n, pasar¨¦ a los largometrajes. Y despu¨¦s de rematar un ¨¢lbum de Arzach, volver¨¦ a Blueberry". Incansable, Moebius r¨ªe: "Si me conceden el tiempo, claro".