"Pudo ser una matanza como Heysel"
La polic¨ªa detiene a 17 de los ultras serbios que acabaron con el partido en Italia - Su cabecilla, l¨ªder de los Tigres de Arkan, estaba escondido junto al motor de un autob¨²s
Mochilas llenas de bengalas, navajas, alicates, barras met¨¢licas, cuchillos... La lista de armas y objetos incautados por la polic¨ªa italiana a los hinchas serbios que obligaron a suspender el encuentro internacional del martes en G¨¦nova es tan larga como amenazante. El partido solo dur¨® seis minutos porque los serbios no pararon de lanzar bengalas al c¨¦sped y el ¨¢rbitro acab¨® con el choque, clasificatorio para la Eurocopa 2012, al poco de empezar. La UEFA abri¨® ayer un expediente para estudiar, y sancionar, lo ocurrido, mientras que en Italia y Serbia el esc¨¢ndalo se convirti¨® en un caso pol¨ªtico.
La oposici¨®n al gobierno italiano exigi¨® la dimisi¨®n del ministro del Interior y viceprimer ministro, Roberto Maroni, al que acus¨® de no garantizar las suficientes medidas de seguridad ante la entrada en el pa¨ªs de 1.600 hinchas serbios, algunos de ellos pertenecientes a conocidos grupos violentos de signo ultranacionalista y fascista. Tras reunirse con el jefe de la polic¨ªa, Maroni ech¨® balones fuera. Para ¨¦l, los agentes italianos no tuvieron "ninguna responsabilidad" e incluso evitaron "una posible matanza como la de Heysel", en referencia a la muerte de 39 hinchas, la mayor¨ªa italianos, antes de la final de la Copa de Europa de 1985 entre Juventus y Liverpool. El portavoz del Observatorio para la Violencia Deportiva, Roberto Massucci, sostuvo que una carga policial contra los ultras dentro del estadio hubiera podido resultar tr¨¢gica.
Los 1.600 hinchas entraron al estadio de G¨¦nova con bengalas y cuchillos
Otro dirigente carg¨® contra la polic¨ªa serbia por "escasa informaci¨®n" y por falta de colaboraci¨®n y previsi¨®n al no enviar refuerzos policiales, y explic¨® que la mejor medida fue dejar entrar a los hinchas al estadio "para que no destruyeran la ciudad". Antes del encuentro, los ultras ya hab¨ªan atacado el autob¨²s de su propio equipo y provocado varios incidentes. Hasta el punto de que el meta local, Vladimir Stojkovic, ex del Getafe, se neg¨® a jugar.
La alcaldesa de G¨¦nova, Marta Vincenzi, acus¨® al primer ministro: "Alguien deber¨ªa explicarme c¨®mo es posible permitir que 400 personas pongan a sus pies una ciudad entera". Y Massimo Donadi, jefe de los diputados de Italia de los Valores, exigi¨® la renuncia del titular de Interior: "Debe presentar su dimisi¨®n. La peligrosidad de los radicales serbios se conoce en toda Europa, se sabe que se organizan en grupos paramilitares y que hicieron cosas terribles en las guerras de los Balcanes". El balance de la batalla campal en G¨¦nova fue de 16 heridos (entre ellos, dos polic¨ªas) y 17 detenidos. Adem¨¢s, 35 ultras serbios fueron denunciados y 138 fueron identificados.
Entre los arrestados se encuentra el l¨ªder Ivan Bogdanov, el hombre grueso y cubierto con un pasamonta?as y los brazos tatuados que se encaram¨® a la valla de seguridad y armado con unos alicates comenz¨® a cortarla. Bogdanov fue detenido por la polic¨ªa a las dos de la madrugada en las cercan¨ªas del estadio. Estaba escondido en el hueco del motor de uno de los autocares de aficionados que iniciaba el regreso a Serbia. Tiene 29 a?os y es el l¨ªder del grupo Tigres de Arkan -nombre en honor del criminal de guerra del conflicto yugoslavo-, seguidores del Estrella Roja. De ah¨ª los ataques a Stojkovic, formado en ese club y ahora en el gran rival, el Partiz¨¢n.
Seg¨²n el Gobierno serbio, los incidentes fueron organizados por c¨ªrculos de ultraderecha contrarios a que el pa¨ªs sea aceptado en la Uni¨®n Europea. El gobierno pidi¨® disculpas por la actitud de los v¨¢ndalos, mientras que la Asociaci¨®n Serbia de F¨²tbol solicit¨® "una r¨¢pida investigaci¨®n" estatal por la "deshonra y verg¨¹enza que provocaron los aficionados": "Fue un acto de agresi¨®n que va m¨¢s all¨¢ del f¨²tbol".
En Italia, algunos diarios se preguntaban c¨®mo la polic¨ªa requis¨® las botellas de agua a los ni?os y permiti¨® a los radicales meter al estadio bengalas, cuchillos y alicates. "Dejaron pasar objetos ilegales. En Belgrado eso no habr¨ªa pasado", dijo el ministro serbio del Interior, Ivica Dadic.
La UEFA analizar¨¢ el caso el 28 de octubre, y se esperan sanciones para Serbia m¨¢s duras que la previsible derrota por 3-0. Ya en octubre de 2009, la FIFA amenaz¨® con severos castigos a Serbia tras la muerte de un aficionado franc¨¦s del Toulouse antes de un partido de la Liga Europa contra el Partiz¨¢n en Belgrado.
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