Reino Unido e Irlanda: ?sigue siendo Donald Trump el ¡°amigo americano¡±?

Desde el tiempo del primer ministro Winston Churchill, el Reino Unido ha cultivado siempre con mimo, fuera cual fuese el signo pol¨ªtico del inquilino de Downing Street, la ¡°relaci¨®n especial¡± con Estados Unidos. En el caso de Irlanda, su supervivencia econ¨®mica ha dependido en gran medida de que las cosas marcharan bien al otro lado del Atl¨¢ntico. Para Dubl¨ªn, las decisiones de la Casa Blanca o del Tesoro estadounidense tienen m¨¢s de pol¨ªtica dom¨¦stica que internacional. La llegada de Donald Trump, con su carga de imprevisibilidad y disrupci¨®n, inquieta a ambos gobiernos.

Los irlandeses temen por el posible fin del man¨¢ que durante d¨¦cadas han proporcionado los impuestos recaudados a las multinacionales estadounidenses que eligieron la isla como su sede social corporativa en la UE. Londres, con un Ejecutivo laborista en las ant¨ªpodas ideol¨®gicas del presidente republicano, y rotas todas las amarras con la UE despu¨¦s de un doloroso y nocivo Brexit, teme quedarse aislado, en tierra de nadie.

¡°Estados Unidos representa el socio bilateral m¨¢s importante del Reino Unido en materia de defensa, seguridad y pol¨ªtica exterior. Desde la II Guerra Mundial, sucesivos gobiernos brit¨¢nicos han entrelazado sus capacidades de defensa, seguridad e inteligencia con las administraciones estadounidenses¡±, ha escrito el profesor Richard Whitman, analista del centro de pensamiento UK in a Changing Europe. ¡°Todo esto ha tenido magn¨ªficos beneficios para el Reino Unido, pero tambi¨¦n ha supuesto admitir limitaciones a su autonom¨ªa. Las decisiones pol¨ªticas, de seguridad y de pol¨ªtica exterior de la nueva Administraci¨®n de Donald Trump tendr¨¢n, consecuentemente, un impacto directo en Londres¡±, concluye Whitman.

El mercado de la UE sigue acaparando m¨¢s del 50% de las exportaciones e importaciones del Reino Unido. Pero desde un punto de vista individual, pa¨ªs por pa¨ªs, Estados Unidos representa el principal destino de las exportaciones brit¨¢nicas (m¨¢s de 70.000 millones de euros en bienes, y casi 150.000 millones en servicios).

La amenaza de Trump de incrementar los aranceles sobre los productos de Europa ¡ªy de momento la advertencia incluye al Reino Unido¡ª supondr¨ªa una reducci¨®n del 0,7% del PIB brit¨¢nico durante 2025, seg¨²n un informe del Instituto Nacional de Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social. Todo un mazazo para un pa¨ªs con un crecimiento congelado (0,1% durante 2024) y para un Gobierno laborista que ve estos d¨ªas c¨®mo la deuda p¨²blica se dispara y los mercados le dan la espalda.

Parad¨®jicamente, son muchas las voces que resucitan la necesidad urgente de replantear el debate del Brexit, que tanto laboristas como conservadores quisieron encerrar en un caj¨®n. Fuera de la UE hace mucho fr¨ªo.

Un embajador cuestionado, una isla en disputa

A pesar de los estrechos lazos que la actual embajadora del Reino Unido en Washington, Karen Pierce, hab¨ªa forjado con el entorno de Trump ¡ªque sirvieron para montar una cordial cena en Nueva York entre el primer ministro brit¨¢nico, Keir Starmer, y el entonces a¨²n candidato republicano¡ª, el jefe de gobierno laborista ha decidido nombrar un nuevo embajador, y ha elegido a un personaje pol¨¦mico: Peter Mandelson, exministro de Tony Blair y excomisario de Comercio de la UE, apodado ¡°el pr¨ªncipe de las tinieblas¡± por su capacidad de influencia pol¨ªtica entre bambalinas.

Aunque el Gobierno de Starmer a¨²n califica de mero rumor la idea de que Trump rechace las credenciales, el pr¨®ximo febrero, de un pol¨ªtico que defini¨® en su d¨ªa al nuevo presidente estadounidense como alguien ¡°muy cercano a la idea de un hombre blanco nacionalista y racista¡±, ese miedo est¨¢ presente. Chris LaCivita, un hombre cercano a Trump y responsable de su campa?a electoral, ha definido en las redes sociales a Mandelson como ¡°un cretino absoluto¡±. La postura del pol¨ªtico brit¨¢nico respecto a China, favorable a un acercamiento con Pek¨ªn, choca frontalmente con las ideas de la nueva Administraci¨®n estadounidense.

El nuevo equipo de la Casa Blanca ya ha dejado claro que no respeta los compromisos adoptados por la Administraci¨®n de Joe Biden. El pasado octubre, el Gobierno de Starmer anunci¨® a bombo y platillo que hab¨ªa cerrado una disputa internacional hist¨®rica. El archipi¨¦lago de Chagos, en el oc¨¦ano ?ndico, volver¨ªa a formar parte de la naci¨®n insular de Mauricio. A cambio de la devoluci¨®n de la soberan¨ªa, tanto Londres como Washington se han asegurado el control, al menos durante 99 a?os, de la base militar conjunta de la isla Diego Garc¨ªa, en la parte sur del archipi¨¦lago.

El nuevo responsable estadounidense de Pol¨ªtica Exterior, Marco Rubio, ya ha advertido de que considera ese acuerdo ¡°una grave amenaza para la seguridad nacional¡± de Estados Unidos, al ¡°poner en riesgo la posici¨®n militar estadounidense en la regi¨®n¡±. Mauricio mantiene v¨ªnculos muy s¨®lidos con China e India.

Los impuestos de Irlanda

Irlanda no se entiende sin Estados Unidos. La isla tiene 6,6 millones de habitantes (4,75 en la rep¨²blica, y 1,8 en el territorio brit¨¢nico de Irlanda del Norte). Cerca de 35 millones de estadounidenses reivindican su sangre irlandesa. Es el ¨²nico pa¨ªs europeo donde existe un control estadounidense de fronteras en su aeropuerto. De ese modo, se puede viajar desde Dubl¨ªn a Chicago o Kansas City, por ejemplo, como si fuera un vuelo dom¨¦stico.

El ventajoso Impuesto de Sociedades (un 12,5%) que Irlanda ha cobrado durante a?os a las multinacionales tecnol¨®gicas ha convertido a Dubl¨ªn y a Cork en la sede corporativa europea de gigantes como Apple, Meta o Google. Solo en 2024, los ingresos generados para las arcas p¨²blicas fueron de 28.000 millones de euros, un 18% m¨¢s que el a?o anterior (sin contar el pago atrasado en impuesto al que la justicia europea oblig¨® a Apple, que supuso 14.000 millones m¨¢s).

La decisi¨®n anunciada por Trump, a trav¨¦s de una orden ejecutiva, de retirar a Estados Unidos del acuerdo de la OCDE de 2021, que impon¨ªa un impuesto m¨ªnimo de sociedades del 15%, as¨ª como de responder agresivamente contra aquellos pa¨ªses que impongan impuestos extraterritoriales a las empresas estadounidenses, ha desatado los nervios en el nuevo Gobierno de Dubl¨ªn, enfrascado todav¨ªa en la formaci¨®n de una coalici¨®n.

¡°Es importante se?alar que, aunque los impuestos son importantes, no son el ¨²nico factor que atrae inversi¨®n extranjera directa a Irlanda¡±, ha se?alado el Departamento de Finanzas irland¨¦s, preparado ya para colocar la venda antes de la posible herida.