Barbarie racial en G¨¦nova
Con t¨¢cticas de guerrilla, los ultras serbios sembraron el terror en G¨¦nova el martes pasado. Obligaron a suspender el partido de f¨²tbol entre Serbia e Italia y causaron disturbios que se saldaron con 17 detenidos y m¨¢s de 20 heridos. En el epicentro del miedo, el cabecilla serbio Ivan Bogdanov, un energ¨²meno tama?o montacargas, tatuado como un yakuza e intoxicado con las ideas de superioridad racial serbia que constituyen la matriz del genocidio practicado por criminales de guerra como Karadzic y Mladic. Porque la guerrilla de Bogdanovic que asol¨® G¨¦nova no es producto de la desinhibici¨®n alcoh¨®lica de los hooligans brit¨¢nicos o de la desesperaci¨®n de los barras bravas argentinos; es crudo terrorismo racial. Conste que la primera declaraci¨®n de culpabilidad es del propio Bogdanovic, cuando explica que la violencia desatada por sus muchachos iba dirigida contra el portero de la selecci¨®n serbia, Vladimir Stojkovic. El delito de Vladimir: fue traspasado desde el Estrella Roja al Partiz¨¢n. Para los racistas serbios, solo el Estrella Roja es Serbia; el Partiz¨¢n es un equipo musulm¨¢n.
Desde mediados de los ochenta, las clases dirigentes inficionaron el pa¨ªs con la idea de que los serbios son una raza superior. Serbia, por tanto, es un pa¨ªs superdotado para el deporte, pero humillado por confabulaciones extranjeras (el lobby germ¨¢nico, el Vaticano) que no pod¨ªan tolerar la superioridad racial. El deporte (f¨²tbol, baloncesto) se identific¨® con una guerra contra el enemigo exterior y las razas inferiores (bosnios). La matriz del odio (identidad deportiva = identidad nacional = guerra contra el complot antiserbio) se destil¨® primero en los alambiques futbol¨ªsticos y se aplic¨® finalmente en un genocidio que destruy¨® los Balcanes.
Bogdanovic y sus Tigres de Arkan forman una patulea feroz de racistas resentidos por la humillaci¨®n militar serbia. Nadie sabe cu¨¢ntas guerrillas destructivas como la de Bogdanovic pueden reproducirse en el pa¨ªs. Luego Serbia debe ser expulsada de la Eurocopa 2012 y de las competiciones internacionales hasta que est¨¦ fuera de duda que el Gobierno serbio es capaz de controlar los residuos t¨®xicos de la barbarie de aquellos a?os del genocidio.
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