El etarra Cubillas: "No tengo nada que temer"

"No tengo nada que temer", espet¨® Arturo Cubillas Font¨¢n, de 46 a?os , al fiscal que le recibi¨® el pasado d¨ªa 11 en Caracas cuando se present¨® para denunciar "el acoso" que asegura padecer de la prensa espa?ola y pedir una investigaci¨®n sobre el testimonio de los dos presuntos etarras que afirman haber sido entrenados por ¨¦l en armas y explosivos en Venezuela. El encuentro entre Cubillas y el fiscal dur¨® quince minutos.

As¨ª describe Marino Alvarado, su abogado venezolano, la comparecencia del presunto jefe de ETA en Venezuela que ¨¦l mismo presenci¨®. Cubillas, etarra y alto cargo venezolano, ha sido acusado de adiestrar a miembros de ETA

"Le acompa?¨¦ a la fiscal¨ªa, aunque ha sido una iniciativa suya. ?l mismo redact¨® el documento de su pu?o y letra. Antes me lo ense?¨® para que lo leyera y le di el visto bueno. Me pareci¨® bien. Me acaba de llamar para decirme que ha cometido un error. El escrito comienza con su n¨²mero de c¨¦lula de identificaci¨®n y lo firma con otro diferente. Ha utilizado un formato empleado antes por otra persona. Ha cometido un tremendo fallo", se?ala en conversaci¨®n telef¨®nica.

"Es un bravuc¨®n y un imprudente", se queja uno de sus conocidos

Alvarado, de 50 a?os, es director de la ONG Provea donde trabaj¨® Goizeder Odriozola, la mujer venezolana de Cubillas, hoy asesora personal de El¨ªas Jaua, vicepresidente ejecutivo de la Rep¨²blica. El letrado mantiene una estrecha relaci¨®n de amistad con el matrimonio y tiene su despacho en el centro de Caracas, junto a una plaza en la que juegan al f¨²tbol los ni?os del barrio. "Arturo sigue trabajando en el ministerio. Vive en la misma casa y mantiene sus amistades y contactos. Si no trabajara en ese ministerio a lo mejor no habr¨ªa tanto revuelo. Adem¨¢s, el ministro para el que trabaja es vicepresidente de la Rep¨²blica y eso lo complica m¨¢s", asegura. Cubillas es jefe de seguridad del Instituto Nacional de Tierras (Inti), el organismo encargado de confiscar las tierras improductivas que desde 1999 ha expropiado m¨¢s de 40.000 fincas, algunas de espa?oles. El pasado 22 de junio, el presidente del Inti, Juan Carlos Loyo, fue nombrado tambi¨¦n ministro de Agricultura y Tierras, por lo que el presunto etarra ocupa una segunda oficina en el ministerio.

Al igual que su esposa, Cubillas no se oculta y acompa?a al ministro en sus comparecencias p¨²blicas. "Tiene un cargo intermedio y una buena relaci¨®n con su jefe, no tiene por qu¨¦ esconderse", reconoce Alvarado. El presunto etarra disfruta de la nacionalidad venezolana desde 2003, a?o en que se cas¨® con Goizeder, y su nombre figura en el censo electoral. Vot¨® en las recientes elecciones, no oculta su apoyo a Ch¨¢vez y particip¨® en su campa?a.

Algunos de los expropiados que se agolpan en fila india ante la Oficina de Atenci¨®n al Campesino, situada en el enorme complejo del Inti, lo recuerdan dirigiendo a las brigadas de choque que ocupan las tierras con la ayuda de la Guardia Nacional. "Ponen una bandera y la foto de Ch¨¢vez y confiscan tus tierras por la fuerza", describ¨ªa el pasado mes de marzo Orlando Lincon, de 65 a?os.

La seguridad que Cubillas ofreci¨® ante el fiscal el d¨ªa de su comparecencia encaja como un guante con la descripci¨®n que hacen de ¨¦l ex miembros de la comunidad etarra que residen en Venezuela deportados en los ochenta por un acuerdo entre Felipe Gonz¨¢lez y Carlos Andr¨¦s P¨¦rez. "Es un bravuc¨®n y un imprudente. Nunca le he visto voluntad alguna de pasar desapercibido. Puede perjudicar a otros que est¨¢n fuera de cualquier actividad", se queja uno de sus conocidos. La mayor¨ªa de los 60 etarras que residen en Venezuela no est¨¢n activos. Gracias a su puesto como jefe de seguridad, Cubillas mantiene estrechos contactos con jefes de la Guardia Nacional y de la Direcci¨®n de Inteligencia Militar (DIM). Un testigo asegura haberle visto en un b¨²nker militar construido por Ch¨¢vez en Caracas donde se celebran reuniones de seguridad. Este testimonio coincide con los de desmovilizados de las FARC que han declarado c¨®mo vieron a Cubillas recibiendo a los instructores que envi¨® ETA a Venezuela. Y c¨®mo entre las personas que le acompa?aban estaba "un var¨®n con vestimenta civil, pero que llevaba un chaleco con el escudo de la DIM y un grupo de personas armadas que a juzgar por sus conversaciones parec¨ªan militares venezolanos, que prestaban escolta y seguridad al resto del grupo".

Los etarras Xabier Atristain y Juan Carlos Besance, que han confesado haber sido entrenados por Cubillas en la selva venezolana en verano de 2008, incidieron tambi¨¦n en su proximidad a la polic¨ªa de Ch¨¢vez: "Daba la sensaci¨®n de que mandaba sobre la polic¨ªa porque resolv¨ªa los problemas. Pon¨ªa un salvoconducto en el salpicadero del coche y pas¨¢bamos los controles", afirma el primero en su declaraci¨®n.