Los que predican la lapidaci¨®n
El desorden en el islam espa?ol lleva a algunos p¨²lpitos a imanes extremistas y sin formaci¨®n - Las comunidades isl¨¢micas temen que una minor¨ªa aliente la exclusi¨®n
"Podr¨ªa decirse que era pastor", sonr¨ªe. "Me encargaba de un reba?o de cabras al norte de Marruecos". Hasta que cruz¨® el Estrecho y se instal¨® en la provincia de Tarragona. Sin empleo, lastrado por la falta de formaci¨®n y por una enfermedad cr¨®nica, improvis¨® durante a?os la direcci¨®n de los rezos en varias mezquitas de las cercan¨ªas de Valls y Torredembarra. Podr¨ªa decirse que Rachid H. ejerc¨ªa de im¨¢n. "No lo soy, pero conoc¨ªa el islam mejor que los dem¨¢s", precisa tras admitir que carece de los estudios que los pa¨ªses musulmanes exigen para la tarea.
?Qu¨¦ plegarias realizaba este im¨¢n improvisado? "Hablaba de todo: la relaci¨®n entre hombres y mujeres, los problemas cotidianos", cuenta. Testigos de esos rezos aseguran que censuraba a las mujeres y j¨®venes musulmanes que se relacionaran con personas ajenas a esta creencia. Rachid lo niega sin dar m¨¢s detalles. Pero en su domicilio almacena revistas, grabaciones y v¨ªdeos que arrojan alguna pista sobre sus discursos. El material sostiene que una esposa ad¨²ltera debe ser castigada con la muerte y defiende otras conductas represivas sobre el papel de la mujer respecto al hombre, seg¨²n detalla el informe del registro del inmueble efectuado por los Mossos d'Esquadra en 2009. Rachid, que pide no revelar su apellido por su situaci¨®n judicial, ya solo dirige rezos de forma ocasional. Por su penoso estado de salud y tambi¨¦n por hallarse en libertad provisional tras ser imputado por promover actos violentos ligados al salafismo radical, la corriente ultraconservadora del islam.
Dice el im¨¢n de Alcal¨¢ que el islam no ataca a la mujer "si es muy limpia"
Mezclan religi¨®n y tradiciones rancias y las difunden como mandato sagrado
Los expertos creen que el riesgo es m¨¢s de exclusi¨®n social que de terrorismo
Cualquiera que convenza a sus correligionarios puede dirigir el rezo
Las diatribas machistas de Rachid y la t¨®nica represiva son elementos comunes entre los imanes improvisados. Son personas sin formaci¨®n religiosa que se han erigido como dirigentes de los rezos de sus comunidades, en su mayor¨ªa las m¨¢s precarias o aisladas de grandes n¨²cleos urbanos y sin medios para contratar a un im¨¢n m¨ªnimamente formado.
Como Abu Omar Hussein, el presidente de la comunidad musulmana de Alcal¨¢ de Henares (Madrid), quien, en una entrevista con este peri¨®dico, llega a decir que matar a una ad¨²ltera por lapidaci¨®n es justo y acorde con el islam y que el fin ¨²ltimo es defender a los hijos, estigmatizados si nacen fuera del matrimonio. Reflexiona: "Dios quiere que uno est¨¦ limpio. La lapidaci¨®n busca que no haya hijos de ad¨²lteros. Sale un hijo sin padre, con odio, que no tiene derechos. El islam no quiere muchos hijos de ad¨²lteros en el mundo".
Por esa raz¨®n, Omar Hussein, refiri¨¦ndose a la iran¨ª Sakineh Ashtian¨ª, condenada a muerte, deber¨ªa morir lapidada: "Esa mujer y su amante mataron al marido. Se deber¨ªa matar a esa mujer uno por uno, hombre por hombre (...) El islam respeta los derechos humanos y a las mujeres. El islam no ataca a una mujer muy limpia".
El im¨¢n de Alcal¨¢ cree que en Europa se fomenta la promiscuidad sexual: "Se ofrece el cambio de pareja ?esta es la civilizaci¨®n? Seis personas hacen el amor en la misma cama, sin verg¨¹enza. Se permite que dos mujeres o dos hombres se casen. Las playas nudistas... Si Jes¨²s, hijo de Mar¨ªa, llegara hoy tendr¨ªa verg¨¹enza".
Estas figuras se sirven de la improvisaci¨®n con que el islam se ha instalado en Espa?a: no hay normas, reglas ni criterios en relaci¨®n a los ministros de culto para el islam. No son propiamente islamistas radicales: entremezclan la religi¨®n con tradiciones represivas importadas de su pa¨ªs de origen y las difunden como mandatos sagrados. Ello propicia casos como el del im¨¢n de Cunit, juzgado y en espera de sentencia por coaccionar y amenazar a una musulmana por llevar una forma de vida occidental, que generan alarma social contra el islam y demonizan la figura del im¨¢n entre la sociedad espa?ola. En el caso de Cunit, el im¨¢n es en realidad un obrero que perdi¨® el trabajo tras sufrir una lesi¨®n en una pierna y se dedic¨® a dirigir la oraci¨®n de su colectivo pese a que solo conoce el Cor¨¢n de memoria, seg¨²n su propia versi¨®n.
Con todo, los expertos advierten de que es mayor el riesgo de exclusi¨®n social que un hipot¨¦tico peligro terrorista. ?Qu¨¦ mensajes difunden los imanes sin formaci¨®n adecuada y considerados radicales? "Si un musulm¨¢n se mezcla con un occidental, aunque solo le d¨¦ la mano, queda contaminado por sus pecados". "Las mujeres no pueden salir de casa si no es para ir al funeral del marido". "Los ni?os deben aprender el Cor¨¢n y no deben relacionarse con otros ni?os no sean musulmanes". "Occidente est¨¢ en contra del islam, quieren pervertirnos y nos amenazan porque somos nobles". Son frases extra¨ªdas de las plegarias que los imanes realizan los viernes, seg¨²n algunos fieles de las mezquitas de la zona de Reus y Tarragona. Tras ser consultados sobre esas afirmaciones, los imanes que dirigieron esas plegarias lo han negado tajantemente.
"Que cualquiera pueda ejercer de im¨¢n es un problema pero los casos pol¨¦micos son excepcionales", defiende Riad Tatary, secretario general del ¨®rgano representativo del islam ante el Gobierno desde 1992, la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a (CIE). "Pero los medios generalizan estos casos y han creado una islamofobia muy peligrosa", denuncia. Los casos pol¨¦micos son, en efecto, una minor¨ªa entre el millar de imanes que se estima que dirigen rezos en Espa?a. "Pero no pueden considerarse excepciones a la norma porque nadie ha fijado esta norma. La Comisi¨®n Isl¨¢mica debe imponer criterios para controlar qui¨¦n puede y qui¨¦n no puede ejercer de im¨¢n. Por su propio bien: los imanes sin formaci¨®n son los que difunden mensajes m¨¢s radicales y peligrosos", razona Jordi Moreres, soci¨®logo experto en el islam. Pero no parecen casos excepcionales, seg¨²n otros entendidos. "Tras 15 a?os viviendo en Espa?a no he visto en el pa¨ªs un solo im¨¢n v¨¢lido", opina Hesham El Sadr, promotor de la Asociaci¨®n Cultural Isl¨¢mica Attawwhid.
La indefinida figura del im¨¢n es el principal obst¨¢culo para la normalizaci¨®n del islam en Espa?a: 1,3 millones de ciudadanos siguen esta creencia en el pa¨ªs y ya no se trata de inmigrantes, sino que una creciente mayor¨ªa posee o est¨¢ en proceso de acceder a la nacionalidad espa?ola.
Pese a ello, cualquiera que logre convencer a sus compatriotas musulmanes puede erigirse en im¨¢n, sea de tendencia progresista, conservadora o tan solo un iluminado. Es una realidad que ha prendido entre las comunidades musulmanas de ¨¢reas empobrecidas, con inmigrantes pr¨¢cticamente analfabetos que apenas conocen el idioma, las leyes o las costumbres espa?olas. Este c¨®ctel provoca casos de imanes que fomentan el aislamiento y el rechazo a los occidentales o situaciones como el del im¨¢n de Lleida, Abdelwahab Houzi, vigilado por el Centro Nacional de Inteligencia como uno de los m¨¢s peligrosos por su radicalidad y que seg¨²n varios fieles defiende la poligamia en sus plegarias, una tradici¨®n ajena al islam. Otros promueven cr¨ªticas y ataques a los valores occidentales que derivan en sospechas de terrorismo.
"Puede que lancen este tipo de mensajes (extremistas) los imanes que viven en Espa?a y que intentan hacer prevalecer las tradiciones de su pa¨ªs de origen. Necesitamos tiempo y tranquilidad para contactar con ellos y hacerles entender", reclama Tatary. La CIE, sobre el papel el ¨¢rbitro que deber¨ªa regular y rendir cuentas de la actividad de los imanes, se halla enfrascada en una reforma para zanjar la actual crisis de representatividad que alienta el descontrol. Del millar de comunidades musulmanas que hay en Espa?a, unas 800 de ellas registradas, m¨¢s de 400 no est¨¢n representadas en el organismo.
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