Un papel secundario

Los debates sobre Presupuestos son, ante todo, sobre impuestos: cu¨¢les se pagan y qu¨¦ se hace con lo que se recauda. Los impuestos fueron uno de los temas estrella del debate presupuestario de hace un a?o. Ayer, sin embargo, quedaron relegados a un papel secundario.

Mariano Rajoy evit¨® a toda costa pronunciarse contra la subida del IRPF a las rentas m¨¢s altas, la principal novedad tributaria para 2011. Se limit¨® a criticar que esa medida y la nueva tributaci¨®n de las Sicav tendr¨¢n "un impacto m¨ªnimo en la recaudaci¨®n y son pura propaganda". El l¨ªder del PP prefiri¨® centrar su ataque tributario en subidas de impuestos que ya han quedado atr¨¢s y en la "eliminaci¨®n" -que en realidad es parcial- de la deducci¨®n por compra de vivienda, una medida reclamada una y otra vez por organismos internacionales, como se encarg¨® de recordarle Elena Salgado.

Al margen de esto, Rajoy pidi¨® "corregir -l¨¦ase rebajar- el impuesto de sociedades para pymes y aut¨®nomos". Las bajadas de impuestos forman parte del recetario m¨¢gico del PP en econom¨ªa. Pero Espa?a entr¨® en crisis y se instal¨® en ella en medio de una oleada de agresivas reducciones de impuestos (reforma del IRPF, cheque beb¨¦, deducci¨®n de los 400 euros, bajada del Impuesto sobre Sociedades, supresi¨®n de Patrimonio...) y la econom¨ªa ha vuelto a crecer coincidiendo -o a pesar de- la subida de impuestos de este a?o (supresi¨®n de los 400 euros, tributaci¨®n del ahorro, aumento del IVA). Pocos recuerdan ya que la primera medida tributaria del Gobierno de Aznar en 1996 fue una fuerte subida de los impuestos especiales.

Rajoy, muy eficaz y certero en la cr¨ªtica de los vaivenes econ¨®micos del Gobierno, no termina de articular una propuesta alternativa coherente. En su discurso de ayer, tras cultivar a la Escuela de Chicago ("racionalizar el gasto p¨²blico significa asegurar los servicios p¨²blicos esenciales, las prestaciones sociales... y poco m¨¢s"), pas¨® a criticar la reducci¨®n del gasto para acceso a la vivienda, servicios sociales o apoyo a la empresa en el exterior y acab¨® en Keynes al denunciar que el recorte de la inversi¨®n p¨²blica frenar¨¢ el crecimiento. "Mariano contra Rajoy", le espet¨® Salgado.

Tal vez con eso le baste para ganar las elecciones, pero si va a gobernar, le convendr¨ªa ir aclarando las ideas.