La flexible mano dura con la inmigraci¨®n
El PP emplea los discursos de tinte m¨¢s xen¨®fobo en las comunidades aut¨®nomas donde no gobierna
El Partido Popular (PP) conoce bien los riesgos que entra?a el discurso con tintes xen¨®fobos del equipo de Alicia S¨¢nchez-Camacho. Probablemente por ello los de Mariano Rajoy solo agitan esta bandera en las comunidades donde no gobiernan ni prev¨¦n hacerlo a corto plazo. Catalu?a es el mejor ejemplo. El PP catal¨¢n es el ¨²nico que utiliza continuamente la inmigraci¨®n como principal baza electoral. Eclipsado su discurso econ¨®mico por Converg¨¨ncia i Uni¨® y con Ciutadans y el partido de Rosa D¨ªez pis¨¢ndole los talones en su cruzada ling¨¹¨ªstica, la cr¨ªtica a la inmigraci¨®n es el ¨²nico asunto que le garantiza titulares a diario en tan disputada campa?a.
En los ¨²ltimos seis meses, las ideas del PP catal¨¢n sobre inmigraci¨®n han copado incontables minutos de televisi¨®n con la batalla de su concejal de Badalona, Xavier Garc¨ªa Albiol, contra los gitanos rumanos. La pol¨¦mica por el empadronamiento de inmigrantes, en la que el PP ha rivalizado con CiU, ha acabado de sentar el discurso de S¨¢nchez-Camacho para las elecciones auton¨®micas. El pasado domingo, Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz puso la guinda rescatando su receta de exigir a los inmigrantes un certificado de "buena convivencia" antes de renovarles el permiso de residencia. Adem¨¢s propuso cerrar el acceso de los inmigrantes a la vivienda social subiendo hasta 10 a?os el tiempo m¨ªnimo de residencia para solicitar un piso. Ahora cinco a?os son suficientes.
S¨¢nchez-Camacho dice contar con el benepl¨¢cito de la direcci¨®n nacional
El partido propuso pedir un certificado de convivencia a los inmigrantes
El PP catal¨¢n asegura que tiene el apoyo de la direcci¨®n nacional del partido en esta batalla. Ciertamente, ni Mariano Rajoy ni ning¨²n dirigente de primera fila lo ha desautorizado abiertamente. Han preferido mantener una calculada ambig¨¹edad en todo momento. Pero tambi¨¦n es cierto que ni el PP de Valencia ni el de Madrid, los dos grandes feudos conservadores, se han sumado al discurso de Camacho. Es m¨¢s, destacados dirigentes populares de estas comunidades se han desmarcado de pol¨¦micas como la de sacar del padr¨®n a los inmigrantes en situaci¨®n irregular. "Las leyes est¨¢n para ser cumplidas", dijo Esperanza Aguirre cuando fue preguntada, hace unos d¨ªas, por la pol¨¦mica precampa?a popular en Catalu?a.
En Madrid, Torrej¨®n de Ardoz, gobernado por el PP, present¨® batalla contra el empadronamiento de inmigrantes en l¨ªnea con el alcalde de Vic, Josep M. Vila d'Abadal, de CiU. Pero retir¨® las medidas de endurecimiento ante la presi¨®n medi¨¢tica y de la direcci¨®n de la calle de G¨¦nova. En la comunidad, solo el peque?o pueblo de Robledo de Chavela aplica mano dura y, de forma irregular, lleva sin empadronar a inmigrantes en paro desde 2008. Su alcalde, Mario de la Fuente, desoye las cr¨ªticas de la oposici¨®n y hasta del Defensor del Pueblo. Mientras, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno de Aguirre, Francisco Granados, admite la irregularidad, pero apela a la autonom¨ªa local y no act¨²a.
Basta una ojeada a los programas electorales que el PP de Madrid y Valencia presentaron en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas para ver la distancia que separa el discurso del PP donde gobierna del que esgrime donde no lo hace. Los programas valenciano y madrile?o est¨¢n repletos de declaraciones de buenas intenciones que podr¨ªa firmar cualquier partido de la izquierda, con promesas de aumento de los recursos para la inserci¨®n de los inmigrantes, centros de acogida y pol¨ªticas de empleo para estos colectivos.
En cambio, el discurso catal¨¢n se empecina en la mano dura y en recortar derechos. Juegan, adem¨¢s, con aspectos que no aparecen en el programa electoral pero que tienen gran carga simb¨®lica, como el ya c¨¦lebre folleto del PP de Badalona con la fotograf¨ªa de una pancarta que reza: "No queremos rumanos".
La distancia de ambos discursos se vio claramente el pasado enero. Mientras que el PP catal¨¢n se alineaba con las tesis restrictivas sobre el padr¨®n de inmigrantes, el portavoz del PP valenciano hablaba en sentido contrario. "S¨ª al padr¨®n, aunque con m¨¢s dinero", asegur¨® el consejero valenciano de Inmigraci¨®n, Rafael Blasco.
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