El mayor burdel de Europa abre en La Jonquera
El due?o est¨¢ imputado en dos causas por tr¨¢fico de personas
Jos¨¦ Moreno, un empresario gerundense imputado en dos causas judiciales por tr¨¢fico de personas, abri¨® a las ocho de la tarde de ayer el club de alterne m¨¢s grande de Europa. En el Paradise, un burdel de 2.700 metros cuadrados y 80 habitaciones ubicado en una nave industrial a las afueras de La Jonquera (Girona), supuestamente vender¨¢n servicios sexuales 160 chicas, aunque anoche hab¨ªa bastantes menos all¨ª.
"Tengo tres locales. ?Alguien piensa que me puedo involucrar en algo as¨ª? No tiene sentido", se justific¨® ayer Moreno por tel¨¦fono. El empresario asegura que ha sido imputado "de refil¨®n", al haber aparecido su nombre en unas escuchas telef¨®nicas. Pero la Polic¨ªa Nacional no opina lo mismo. A finales de septiembre detuvo a m¨¢s de 40 personas, entre ellas a Moreno, por su implicaci¨®n en una red de tr¨¢fico de mujeres y hombres. Seg¨²n los investigadores, tra¨ªan a sus v¨ªctimas de Brasil y las obligaban a prostituirse en varios pisos y en dos locales de Moreno en Girona. El empresario se encuentra en libertad con cargos; otros dos detenidos siguen en prisi¨®n.
Un tribunal forz¨® al alcalde del pueblo a conceder la licencia
La apertura del club se retras¨® por un incendio intencionado
Moreno ya estaba imputado por el mismo delito desde 2008. Pese a ello, el Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a dict¨® en febrero una sentencia en la que obligaba al alcalde de La Jonquera, Jordi Cabezas (CiU), a concederle las licencias de actividad y apertura del local.
Cabezas hab¨ªa intentado frenar la construcci¨®n del burdel vali¨¦ndose de informes del Departamento de Interior de la Generalitat de Catalu?a que advert¨ªan de los posibles problemas "de seguridad y de orden p¨²blico" ocasionados por el local. Moreno lo llev¨® ante la justicia, y el Tribunal Superior le dio la raz¨®n. "La t¨¢ctica de estimar esos informes no es procedente ni estimable", aseguraron los magistrados en su sentencia.
Montar un prost¨ªbulo en Catalu?a no es ilegal. Un decreto regula este tipo de locales como establecimientos de libre concurrencia en los que se ejerce la prostituci¨®n. Eso permite sobre el papel exigir unas condiciones laborales y sanitarias m¨ªnimas. Solo Catalu?a cuenta con una regulaci¨®n as¨ª en Espa?a.
El Paradise no es el ¨²nico macroburdel en esa zona fronteriza. A tan solo un par de kil¨®metros hay otro local similar con unas 60 habitaciones. En La Jonquera los vecinos mantienen opiniones encontradas: empresarios de peluquer¨ªas, perfumer¨ªas y restaurantes, por ejemplo, defienden su actividad porque a su juicio genera riqueza para el pueblo. Sin embargo, la apertura, prevista para finales de verano, tuvo que ser retrasada por un incendio intencionado que arras¨® parte de la nave industrial.
Cabezas declin¨® ayer hablar sobre el tema para evitar dar m¨¢s publicidad gratis al burdel.
Moreno, por su parte, alardeaba anoche de esperar la llegada de 160 mujeres. Despu¨¦s del atardecer comenzaron a arribar varios taxis de los que se bajaban corriendo sus presuntas empleadas, escabull¨¦ndose tras la valla met¨¢lica sin soltar ni media palabra. "Son mayores de edad, saben a lo que vienen. Es todo lo que les pregunto", se defendi¨® Moreno, que neg¨® que pudiera estar explot¨¢ndolas.
M¨¢s de 30 personas esperaban una hora antes de su apertura a las puertas de la nave, en su mayor¨ªa venidos del otro lado de la frontera. Claudio, terrateniente franc¨¦s de 52 a?os, ley¨® sobre la inauguraci¨®n del prost¨ªbulo en un diario de su pa¨ªs y decidi¨® acercarse con dos amigos desde Perpi?¨¢n, a una media hora de la localidad catalana. "En Francia est¨¢ prohibido; aqu¨ª no", dec¨ªa. Su amigo Said, de 40 a?os, lo resum¨ªa as¨ª de conciso: "Venimos a Espa?a por el sexo". Jos¨¦ Luis, un barcelon¨¦s de 30 a?os, aguardaba entre curioso y divertido: "Un amigo lo ha o¨ªdo por la radio y me he animado".
Junto a esos clientes en potencia esperaba un grupo de periodistas y c¨¢maras de televisi¨®n de medios de comunicaci¨®n espa?oles y franceses. Moreno estaba encantado: "Podr¨¦is entrar, pero solo con papel y boli. No quiero que se enfaden los clientes".
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