Alan McGee: 'No me gusta la m¨²sica'

Alrededor de 30 millones de d¨®lares. Ese es el precio por el que Alan McGee vendi¨® Creation Records a Sony en 1999. No est¨¢ mal, teniendo en cuenta que la hab¨ªa fundado 15 a?os antes con las sobras de los beneficios de montar conciertos. "La creamos en Londres, pero es una discogr¨¢fica muy escocesa", advierte McGee, como si no fuera bastante claro por su endiablado acento de Glasgow que ni 30 a?os en Londr¨¦s sacan a Escocia de un escoc¨¦s.

Con 50 a?os, vive con su mujer y sus hijos una "retirada temprana" en Hay, el pueblo de Gales que se ha hecho famoso gracias a su festival de literatura. "La verdad es que ya no me gusta la m¨²sica. Me aburre. Estoy m¨¢s interesado en Aleister Crowley, Austin Osman Spare, Kenneth Anger... soy un viejo", dice. Es decir, al se?or McGee, el que fuera asesor en pop de Tony Blair, hoy le interesan los ocultistas brit¨¢nicos cl¨¢sicos y sus estudiosos. Bueno es saberlo, sobre todo pocos d¨ªas antes del estreno de Upside down, the Creation story, el repotaje sobre su sello, que en Espa?a se presentar¨¢ dentro del festival de documentales musicales In-Edit Beefeater, que comienza en Barcelona el pr¨®ximo viernes.

"Creamos el colch¨®n sobre el que Oasis pudo convertirse en la banda m¨¢s grande del mundo"

La cinta cuenta ?a lo largo de hora y media de im¨¢genes de archivo y entrevistas a sus protagonistas? la profunda huella que el sello independiente dej¨® en el rock durante los ochenta y noventa y su posterior ca¨ªda. La misma mitificaci¨®n de un fracaso glorioso que Michael Winterbottom narr¨® de otra discogr¨¢fica, Factory, en el largometraje 24 hours party people. Solo que aqu¨ª no hay dramatizaci¨®n. "Factory fue mucho mejor sello que Creation. Lo nuestro no fue para tanto, la verdad es que la cagamos", dice McGee. Quiz¨¢, pero, antes de hundirse, Creation fue el sello de Jesus & Mary Chain, Primal Scream, Teenage Fanclub y, sobre todo, Oasis: "No creamos a Oasis, no digo eso. Creamos el colch¨®n sobre el que Oasis pudo convertirse en la banda m¨¢s grande del mundo". Ya lo hab¨ªan hecho antes con bandas como House of Love o Ride, que ahora pocos recuerdan, pero que en su momento eran enormes. "La m¨²sica pop es un momento en el tiempo. Es et¨¦rea. No vive en el pasado ni en el futuro, vive en el presente, por eso pasan esas cosas, porque son bandas de su momento".

Esa es una de las constantes del sello, vivir el momento sin pensar demasiado en el futuro. "Nunca nos preocupamos por el dinero. Nunca. ?Lo que m¨¢s nos importaba? Follar", dice. "Si tengo que hacer una lista, ser¨ªa: conseguir drogas, conseguir chicas, follar y hacer discos. Hacer discos es la cuarta prioridad. No est¨¢ mal". Esa es la actitud que crea las leyendas. Se cuenta que la grabaci¨®n de Loveless, primer y ahora m¨ªtico ¨¢lbum de My Bloody Valentine, fue el que llev¨® al sello a la bancarrota y oblig¨® a McGee a vender Creation. "No es exacto: a los Valentine los conoc¨ª en los ochenta un d¨ªa que nos dijeron que mi banda Biff Bang Pow! iba a ser su telonera y nos negamos ?Nosotros tocando detr¨¢s de aquellos cr¨ªos? Ni hablar, pero cuando les vi me di cuenta de que efectivamente eran muy buenos. Desde aquel d¨ªa no pod¨ªa negarles nada. Loveless no llev¨® al sello a la bancarrota. Es cierto: tardaron mucho en grabarlo, se gastaron mucho dinero, pero nosotros tom¨¢bamos demasiadas drogas y est¨¢bamos fuera de control. No fue su culpa".

McGee pag¨® un precio por esa vida. En 1994 sufri¨® una crisis nerviosa motivada por el abuso de drogas. Para muchos, los nueve meses que dej¨® el trabajo, recuper¨¢ndose y desintoxic¨¢ndose, fueron el principio del fin del sello. "Desde entonces estoy sobrio. Al principio fue duro. Ahora me encanta, pero no siempre fue as¨ª". n

In-Edit se celebra en Barcelona del 28 de octubre al 7 de noviembre. www.in-edit.beefeater.es