'La fama no es real'

Mientras Justin Timberlake triunfa como actor con La red social, en Internet se bromea glosando los motivos por los que el m¨²sico deber¨ªa dejar el cine. ?nicamente est¨¢ guapo con sombreros estilo fedora, se?ala uno, lo que reduce sus opciones de epatar a papeles de detective. Otro hace un chascarrillo sobre uno de sus viejos videoclips, What comes around?, un veh¨ªculo de lucimiento interpretativo de nueve minutos en el que el cantante, en un registro involuntariamente folletinesco, se acuesta y se pelea con Scarlett Johansson. Y entre tanta tesis de calado cient¨ªfico, subyace una idea con cierto sentido: cada vez que Timberlake habla o act¨²a, suena irremediablemente arrogante. Algo que no le ocurre cuando canta sobre un escenario. Quiz¨¢ porque ah¨ª est¨¢ demasiado ocupado para parecerlo. "La fama no es algo real. Al final del d¨ªa, todos nos vamos a dormir, todos tenemos las mismas inseguridades, esperanzas y miedos. Solo por el hecho de que yo pueda hacer algo extraordinario no significa que yo sea extraordinario", se defiende como puede esta ex estrella del Club Disney, que lleva 20 de sus 29 a?os en una relaci¨®n manifiestamente complicada con su celebridad. "Yo no me creo mejor que nadie. Los m¨¦dicos s¨ª deber¨ªan ser celebridades. Ellos salvan vidas. Yo, como mucho, puedo hacer que la gente olvide sus problemas. Pero nunca podr¨¦ salvarles de ellos". Una bonita idea que el cantante acostumbra a recitar en varias de sus entrevistas.

"Me encantar¨ªa quedar como alguien que hizo cantar, bailar y re¨ªr a la gente. Y llorar tambi¨¦n. Todo a la vez"

"El hecho de que pueda hacer algo extraordinario no significa que yo sea extraordinario"

Repite como cara de un perfume de Givenchy. Es verano y est¨¢ en Par¨ªs promocion¨¢ndolo. A Play, una fragancia masculina hecha a su imagen, se le une ahora Play For Her, destinada al p¨²blico femenino. La firma de lujo francesa ha montado un sarao importante y Timberlake cumple con profesionalidad. En la rueda de prensa despliega cercan¨ªa y carisma. Asiste incluso a la fiesta en su honor. Se sienta unos minutos y bebe agua mientras un s¨¦quito de gorilas y publicistas le protege del centenar de temibles periodistas de belleza que hay como invitados. Cierto que en las dos jornadas promocionales que dedic¨® al perfume y otra a la de su pel¨ªcula en Madrid, al menos tres periodistas consiguieron burlar el dispositivo de seguridad para pedirle un aut¨®grafo. Ante la tensi¨®n de su equipo, ¨¦l responde con tres segundos de g¨¦lido silencio que acaban en un s¨ª encogido de hombros, finalmente cordial. "En el fondo, no hay ning¨²n motivo real para asustarse", confirma al d¨ªa siguiente. "Cuando me reconocen, generalmente no supone un gran problema. Yo le digo hola a todo el mundo. No me dejar¨ªa sacar fotos, por ejemplo, en un concierto de otro. Porque creo que tengo que mostrar respeto por los artistas que est¨¢n en el escenario. Pero esa es solo mi opini¨®n. Tengo que proteger mi vida".

Tras abandonar *NSYNC, la boy band que le transform¨® en ¨ªdolo de instituto, sorprendi¨® en solitario con dos discos extraordinarios. Vendi¨® 17 millones de copias. La prensa le proclam¨® en¨¦simo heredero de Michael Jackson. Cuando no el definitivo. Flanqueado por dos productores que marcar¨ªan ¨¦poca, Pharrell Williams y Timbaland, encaden¨® entre 2002 y 2007 por lo menos ocho ¨¦xitos mundiales. En 2006, Justin ya era una estrella a la altura de Beyonc¨¦ o de su ex Britney Spears. Y canciones como SexyBack o LoveStoned, aparte de pedir a gritos que alguien le regalara un teclado con barra espaciadora, le otorgaron una credibilidad que le acerc¨® al circuito alternativo. "Nunca he sentido presi¨®n por hacer un hit. Solo busc¨¢bamos lo que pens¨¢bamos que sonaba nuevo, lo que faltaba. Mi sello solo apost¨® por esas canciones despu¨¦s de un gran esfuerzo. Nadie entendi¨® SexyBack. Cre¨ªan que estaba loco", recuerda de FutureSex/LoveSounds, su ¨²ltimo ¨¢lbum. Publicado hace cuatro a?os: algo que inevitablemente dificulta la entrevista con cualquier m¨²sico. ?

En honor a la verdad, Timberlake nunca ha dejado estrictamente la m¨²sica. Desde 2007 le hemos visto en colaboraciones o d¨²os m¨¢s o menos ambiciosos con T.I, Ciara, 50 Cent, Snoop Dogg o Madonna. Aunque ni siquiera este ¨²ltimo colm¨® las expectativas. Pero que no se ose justificar as¨ª su gradual inter¨¦s por el cine. "?Cu¨¢les son mis obsesiones musicales ahora mismo? No lo s¨¦. Es probable que ese sea el motivo por el que no estoy haciendo un disco ahora mismo". Estupefacci¨®n. ?Es posible que Justin est¨¦ atravesando una crisis creativa? "No lo creo. Es solo que no tengo ganas. Estoy disfrutando de mi vida. Haciendo pel¨ªculas. Creo que cada uno tiene su propia medida del ¨¦xito. Todo el mundo dici¨¦ndote que quiere que publiques otro ¨¢lbum?, es genial, gracias, pero creo que debo ofrecer lo mejor que sea capaz. Si no estoy cien por cien centrado en ello, no creo que vaya a ser mi mejor trabajo". Considerado en su d¨ªa la vanguardia del mainstream, ?comulga con lo que ahora escucha en la radio? "Todos esos sintetizadores? Empieza a sonarme todo igual. Lo que har¨ªa ahora no sonar¨ªa as¨ª". ?Se refiere a Lady Gaga? Despu¨¦s de ella, casi se requiere un esfuerzo extra para llamar la atenci¨®n en el negocio. "Ella tiene una voz propia, un argumento, un punto de vista. Es extraordinaria como comunicadora en un registro muy espec¨ªfico. Pero siempre se ha requerido un esfuerzo extra. Todo el mundo tiene que disfrazarse en el escenario. Ella, simplemente, est¨¢ llev¨¢ndolo lo m¨¢s lejos que puede. No va a cambiar el mundo, pero es guay".

Es evidente que Timberlake ha sido lo bastante prudente como para no seguir los pasos cinematogr¨¢ficos de estrellas pop como Michael Jackson o Mariah Carey. En vez de protagonizar biopics sospechosamente parecidos a su vida, lo tenemos cosechando buenas cr¨ªticas. Como en la pel¨ªcula sobre Facebook, en la que da vida a Sean Parker, cofundador de Naspter. Su personaje es la viva definici¨®n del geekster: una mezcla de geek, cerebrito de la tecnolog¨ªa, y hipster, t¨ªo moderno y cool, en la l¨ªnea de Justin. Y el responsable de haber arruinado el negocio de las discogr¨¢ficas tal y como lo conoc¨ªamos. "Es bastante ir¨®nico, lo s¨¦. Pero no tengo ning¨²n problema con ¨¦l. Ni con el hecho de interpretarle", confiesa. "Yo no soy qui¨¦n para decirle a un ni?o lo que tiene que hacer. Cuanta m¨¢s m¨²sica robe, menos se publicar¨¢. Pero si ¨¦l quiere seguir descarg¨¢ndola ilegalmente? Conoc¨ª a Sean Parker brevemente antes de que me seleccionaran para la pel¨ªcula. No tengo una opini¨®n negativa o positiva sobre ¨¦l. Cuando interpretas a un personaje tu trabajo es intentar simpatizar con ¨¦l para ser honesto en el retrato humano. Y yo encontr¨¦ muchas simpat¨ªas".

Mientras el cantante/actor concluye tratando de aclararse sobre cu¨¢l le gustar¨ªa que fuera su legado -"Me encantar¨ªa quedar como alguien que hizo cantar, bailar y re¨ªr a la gente. Y llorar tambi¨¦n. Todo a la vez"-, en la habitaci¨®n contigua del hotel parisiense donde se realiza la entrevista Suiza derrota a Espa?a en el debut del mundial del f¨²tbol. Timberlake, un forofo de los deportes, no est¨¢ sorprendido, espera que Brasil gane la copa. Meses despu¨¦s, en Madrid, aprovecha para revisar sus impresiones: "Que Espa?a ganara fue realmente emocionante. Algo anhelado durante mucho tiempo y por ello a¨²n m¨¢s merecido".

play for her: a justin le gusta jugar Ligeramente almizclada, c¨¢lida y delicada, la madera de Amyris evoca en Play For Her al s¨¢ndalo y al cedro. Un perfume que nace en dos variaciones olfativas del mismo esp¨ªritu. La ligera, Eau de Parfum, y la intensa, Eau de Parfum Intense. Los frascos, que recuerdan a un iPod o a cualquier 'smartphone', representan el acercamiento de la 'maison' francesa a la era digital, pero manteniendo la coqueter¨ªa y el 'glamour' sutil que hizo a Hubert de Givenchy universal en los a?os sesenta. En palabras del propio Justin Timberlake, que inspir¨® y particip¨® en su creaci¨®n y protagoniza su publicidad: "Creo que esta nueva fragancia femenina es muy complementaria a la masculina, que creamos hace dos a?os. Van mano a mano. Hacer la campa?a fue tambi¨¦n muy divertido, la idea era crear magia y romance, y creo que lo conseguimos. Si tuviera que describir a la mujer que llevara Play For Her dir¨ªa que es muy Givenchy, que sabe adaptarse a los tiempos, arriesgada, nada tradicional. Siempre he amado la marca, es pulcra, con un dise?o arquitect¨®nicamente limpio". Precio, desde 70,50 a 92 euros, en funci¨®n del tama?o. 1. Harmonie Calm Fluide-cr¨¨me lact¨¦ d¨¦licat, de Decl¨¦or Paris (52,90 euros). Emulsi¨®n de d¨ªa de alta tolerancia. Textura suave y fresca que calma y reconforta la piel, mientras la hidrata y reafirma. 2. Timexpert SRNS. Repair Night Progress, de Germaine de Capuccini (79,55 euros). Serum con gran concentraci¨®n de activos antioxidantes que calman de forma inmediata los s¨ªntomas de irritaci¨®n y falta de confort de la piel. 3. Hair Clipper Maverick, de Remington (49,90 euros). Cortapelo digital que detecta autom¨¢ticamente la velocidad adecuada a cada tipo de cabello. Con 15 longitudes predeterminadas. 4.?Spray Hydratant Corps, de Clarins Men (28,50 euros). Hidrataci¨®n r¨¢pida sin efecto graso ni pegajoso. 5. Capital Force, de K¨¦rastase Homme (14,50 euros). Nueva l¨ªnea que combate las causas hormonales de la ca¨ªda del pelo. Tres tipos de champ¨² y un tratamiento activador de uso diario. 6. Gentle Gel Cleanser, de Sundari (38 euros). Ideal para una primera limpieza tambi¨¦n puede emplearse como gel de afeitado de efecto suavizante y calmante. 7. agua de musgo, de Secretos del Agua (32 euros). Agua de musgo-relajante para pieles sensibles. Recomendable tras el afeitado.