El presidente culmina su golpe de mano en Ferraz
En una semana ha taponado los agujeros en Gobierno y Parlamento
Cuando en julio Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero fij¨® con la direcci¨®n del PSOE el d¨ªa de ayer como fecha de celebraci¨®n del comit¨¦ federal del PSOE -el m¨¢ximo ¨®rgano del partido-, procur¨® que coincidiera con la aprobaci¨®n de los Presupuestos de 2011 en el Congreso. Lo hizo as¨ª porque consideraba que la aprobaci¨®n de los Presupuestos iba a ser un momento clave, que pod¨ªa marcar la remontada socialista -ya en julio los sondeos pintaban mal para el PSOE- al asegurar el horizonte hasta el final de la legislatura.
Lo que no ten¨ªa decidido en aquel momento era el cambio de Gobierno. Pensaba m¨¢s bien en dejarlo para despu¨¦s de las elecciones catalanas de noviembre, como un elemento reactivo ante un posible resultado adverso. Con lo que no contaba Zapatero en julio era con el nivel tan extraordinario de la ca¨ªda de su imagen y de las expectativas electorales del PSOE que marcaron los sondeos de septiembre. Ni con las consecuencias que arrastraron: un nivel de desafecci¨®n externo e interno, cuyas expresiones fueron las actitudes de los barones Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda y Tom¨¢s G¨®mez.
En esas condiciones barrunt¨® adelantar el cambio de Gobierno de enero a octubre. Lo hizo, finalmente, en el centro de una secuencia calculada que empez¨® con el acuerdo presupuestario con PNV y CC el viernes, 15 de octubre; sigui¨® con el mitin de Ponferrada, el 17, donde anunci¨® el inicio de la recuperaci¨®n econ¨®mica para enero y la posibilidad de dar la vuelta a las encuestas con el horizonte de a?o y medio de legislatura, y cerr¨®, ayer, con la celebraci¨®n del comit¨¦ federal del PSOE en Ferraz.
En la reuni¨®n de ayer, final de la secuencia, Zapatero logr¨® la reconciliaci¨®n con los barones y con el PSOE, donde se expresaban desconfianzas inquietantes para ¨¦l ante su ca¨ªda en picado y su falta de respuesta.
Zapatero ha recobrado la confianza en sus filas porque con el golpe de mano que ha dado esta semana ha afrontado las grandes deficiencias que arrostraba su gesti¨®n pol¨ªtica. El que ya era un grave problema de inestabilidad parlamentaria, Zapatero lo ha resuelto con el pacto con el PNV y CC, pese a estar contra las cuerdas, y que se alarga hasta el final de la legislatura.
Otra gran deficiencia de su gesti¨®n eran los errores de coordinaci¨®n y la comunicaci¨®n del Gobierno, vinculados a su ausencia de pesos pesados de la pol¨ªtica, que causaban una gran irritaci¨®n en las filas socialistas. La colocaci¨®n de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba y de Ram¨®n J¨¢uregui en la sala de m¨¢quinas de la Moncloa es una garant¨ªa de que no volver¨¢n a repetirse o, al menos, ser¨¢n paliados.
Ante el colapso del programa social del Gobierno, tras los recortes de mayo y la reforma laboral, Zapatero relanz¨® ayer una iniciativa ante el comit¨¦ federal de su partido. Aunque a¨²n est¨¢ por ver su calado, el hecho mismo de anunciar una nueva agenda social supone retomar la iniciativa pol¨ªtica del Gobierno en el ¨¢rea social.
La toma de iniciativa de Zapatero, el haber taponado sus principales v¨ªas de agua, ha descolocado al PP y ha devuelto a los suyos la esperanza de no dar por perdida la batalla electoral. No obstante, el reto de la crisis econ¨®mica y su coste pol¨ªtico siguen ah¨ª. Pero, como dijo el jueves en su toma de posesi¨®n el nuevo ministro de la Presidencia, Ram¨®n J¨¢uregui: "Vamos a intentarlo y, si es preciso, moriremos en el intento".
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