Amal, cine en b¨²squeda del encuentro con el otro
El festival euro¨¢rabe exhibe m¨¢s de 40 pel¨ªculas
Hace seis a?os que el argelino Salah Azzaz lleg¨® a Barcelona como refugiado. "Ahora podr¨ªa volver a Argelia, pero s¨¦ que no es lo que quiero. Y tampoco soy de aqu¨ª". Trabajador social y mediador intercultural, siente que no pertenece plenamente a ning¨²n lugar mientras trabaja creando territorios de encuentro entre culturas. Su relato, en forma de cortometraje, se present¨® ayer en Santiago en otro espacio de di¨¢logo entre el mundo occidental y el ¨¢rabe, el Festival Internacional de Cine Euro¨¢rabe Amal, que alcanza este a?o su octava edici¨®n con 45 pel¨ªculas de 22 pa¨ªses en cartel.
Con Azzaz, dos de los directores participantes, el marroqu¨ª Jawad Rhalib y la francesa Souad Amidou, se reunieron ayer para hablar de cine, de su cine, y de su capacidad para socavar el desconocimiento que conduce al miedo y al odio. "Lo que vivimos es una tercera guerra mundial", afirma Amidou sobre los conflictos abiertos, "y ante eso podemos hacer dos cosas: o lamentamos el fin del mundo o exploramos soluciones".
Souad Amidou: "Los medios nunca reflejan historias de integraci¨®n"
Rhalib las busca con su c¨¢mara. "Hago realismo social. All¨ª donde hay mierda, voy a revolverla", explica este reconocido documentalista, que ha filmado en Vietnam, Madagascar o Bolivia. Su denuncia de la explotaci¨®n sufrida por los trabajadores de los invernaderos almerienses, El Ejido y la ley del beneficio (2007), fue silenciada en varios medios y festivales espa?oles. "El cine comunica. Ante una pel¨ªcula ¨¢rabe, el p¨²blico puede pensar 'Ah, no hay solo desiertos y camellos', y eso favorece el encuentro con el otro. Hay que llevar a los ni?os al cine. La televisi¨®n transmite ignorancia e ideas negativas", defiende.
"Los ni?os no tienen prejuicios", a?ade Azzaz, en estrecho contacto con ellos por su trabajo. "Juegan, comparten. El problema es el choque con lo que perciben en sus casas". Y los medios, coinciden los tres, tampoco ayudan. Amidou lamenta que "solo se reflejan los conflictos, nunca historias de integraci¨®n", y propone ahondar en las relaciones entre ficci¨®n y reporterismo para difundir relatos positivos. Con realidad y ficci¨®n juega Rhalib en el corto que presenta al festival, Bumer¨¢n, sobre las mafias surgidas alrededor de la emigraci¨®n ilegal. "Dejo blancos en el gui¨®n y les digo a los actores: "Est¨¢s en esta situaci¨®n. ?Qu¨¦ haces?". A llenar blancos entre Occidente y el mundo ¨¢rabe pretende contribuir Amal hasta el pr¨®ximo s¨¢bado.
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