?C¨®mo pudo saberlo, doctor House?
Hollywood ha insistido con tal ensa?amiento en su particular estereotipo del genio cient¨ªfico que casi logra salirse con la suya: ese sabio bondadoso y despistado, exacto y met¨®dico, laborioso como una colonia de hormigas y m¨¢s aburrido que un reba?o entero de ovejas. Ya est¨¢bamos todos a punto de tragarnos esa f¨¢bula de Esopo despu¨¦s de un siglo de machaconer¨ªa cuando, de pronto, apareci¨® el doctor House.
Absentista, drogadicto, bocazas con los jefes, grosero con los pacientes, d¨¦spota con los empleados y al¨¦rgico a la plancha, House resulta un genio mucho m¨¢s realista que sus mil antecedentes de cart¨®n piedra. La ¨²nica raz¨®n de que los dem¨¢s se traguen todos esos sapos cap¨ªtulo tras cap¨ªtulo es que House es mejor m¨¦dico que todos ellos juntos: m¨¢s inteligente y creativo, menos lastrado por los prejuicios sociales y los sesgos irracionales. Tambi¨¦n dotado de una cultura cient¨ªfica enciclop¨¦dica (por ejemplo, se sabe de memoria en qu¨¦ brazo cromos¨®mico mapea cualquier enfermedad hereditaria). Y m¨¢s aficionado al mal h¨¢bito de pensar, mientras bota su pelota roja.
Es mejor m¨¦dico por creativo, porque no est¨¢ lastrado por prejuicios sociales
Hugh Laurie es tal vez el gran acierto en una serie repleta de ellos
En un episodio de hace un par de temporadas, Wilson -el jefe de Oncolog¨ªa del hospital, y el ¨²nico amigo que tiene- le regala el Tratado de cirug¨ªa general de Joseph Bell. Cuando dos de los empleados de House encuentran el libro un a?o despu¨¦s sin sacar del envoltorio, Wilson les explica falsamente que fue un regalo de Irene Adler, "el ¨²nico verdadero amor de House". Irene Adler fue en efecto "el ¨²nico verdadero amor", pero no de House, sino de Sherlock Holmes. Y Joseph Bell fue el profesor de medicina de carne y hueso en el que se inspir¨® Arthur Conan Doyle para crear al m¨¢s c¨¦lebre detective del mundo.
Los seguidores reconocer¨¢n enseguida el estilo de House en una famosa an¨¦cdota sobre el profesor Bell que se cuenta en la Universidad de Edimburgo: una vez llev¨® a clase a un paciente y pidi¨® a los alumnos un diagn¨®stico. "Hepatitis", prob¨® uno. "Enfisema", dijo otro. "?Artritis!", les corrigi¨® Bell con irritaci¨®n. "?O es que no han visto el bast¨®n que dej¨® al lado de la puerta?".
La serie est¨¢ llena de gui?os como el de Irene Adler y el tratado de cirug¨ªa de Bell, a veces solo para entendidos. El viol¨ªn de Holmes se ha transformado en el piano de House; la coca¨ªna en vicodina; el doctor Watson en doctor Wilson; y el domicilio de House sigue estando en el 221 B, como el de Holmes. Cuando el creador de la serie, David Shore, bas¨® el personaje de House en el c¨¦lebre detective de ficci¨®n londinense estaba, en cierto modo, celebrando un acto de justicia hist¨®rica: devolver a la medicina al mismo personaje que sali¨® de ella.
Con todo, estas ideas tan generales se quedan muy cortas para explicar el ¨¦xito de House. La serie es uno de los productos de m¨¢s calidad que ha salido de la televisi¨®n. Est¨¢ maravillosamente escrita, con unos di¨¢logos rebosantes de inteligencia y chispa, con gags muy divertidos y bien planificados, y con un sentido del equilibrio exquisito. Las discusiones m¨¦dicas, por ejemplo, suelen presentarse entreveradas con una trama secundaria -un caso com¨²n es que House se distraiga con la vida personal de alg¨²n miembro de su equipo- para no abrumar con tecnicismos. Los personajes, incluso los m¨¢s secundarios, est¨¢n caracterizados con solidez y sutileza. Y ese enorme Hugh Laurie, tal vez el gran acierto en esta serie repleta de ellos.
Y ahora basta de ch¨¢chara: es el momento de jugar otra vez a los m¨¦dicos.
En brazos del amor
- Romance. El amor entre House y Cuddy dar¨¢ mucho que hablar. Los dos tratar¨¢n de que la relaci¨®n salga adelante, aunque no todos lo ver¨¢n con buenos ojos. Con esta aventura arranca hoy el s¨¦ptimo curso de la serie m¨¦dica en Cuatro (22.35) y Fox (dial 21 de Digital +, 22.00).
- Actores conocidos. Candice Bergen, protagonista de pel¨ªculas como Ricas y famosas, el ¨²ltimo filme del gran George Cukor, o de la serie Murphy Brown pasar¨¢ por House como la madre de Cuddy. Amy Irving (Traffic) o Dylan Baker (Revolutionary road) tambi¨¦n participar¨¢n.
- Audiencia. El estreno de esta temporada (la 7?) en Estados Unidos reuni¨® a una media de 10,5 millones de espectadores, un dato muy similar al que logr¨® el desenlace de la sexta.
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