La revuelta contra Sarkozy comienza a apagarse
Los estudiantes, de vacaciones, dan la espalda a la calle
Pierron Rudy, estudiante de sociolog¨ªa, de 25 a?os, admit¨ªa que la protesta de ayer frente al Senado, en el coraz¨®n de Par¨ªs, no hab¨ªa resultado un clamoroso ¨¦xito de convocatoria. Unos 1.000 j¨®venes, la mayor¨ªa universitarios, gritaban a los senadores que, m¨¢s all¨¢ del cord¨®n policial, votaban el texto definitivo de la reforma de las pensiones, que hoy, a su vez, ser¨¢ aprobada, solemnemente y por ¨²ltima vez, por la Asamblea Nacional.
Los estudiantes, encargados de insuflar ox¨ªgeno a un movimiento de protesta que parece desinflarse, convocaron hace una semana una jornada de manifestaciones en varias ciudades francesas. No fueron muy seguidas en ning¨²n sitio. Tal vez hubo un error de calendario y de t¨¢ctica: los estudiantes de instituto, los m¨¢s combativos, los m¨¢s visibles, los que dieron un impulso imprevisto e imprevisible a la protesta hace dos semanas, est¨¢n de vacaciones, y eso se nota.
El Partido Socialista recurrir¨¢ la reforma de la jubilaci¨®n ante el Constitucional
El Gobierno, de hecho, contaba con ello. "Pero hasta la manifestaci¨®n del jueves, convocada por los sindicatos, nada est¨¢ perdido. Si volvemos a ser tres millones de personas en la calle, el movimiento sigue", advierte Rudy.
Ya hay al menos tres refiner¨ªas que funcionan (el Gobierno las eleva a cinco), los basureros de Marsella han decidido tambi¨¦n volver a trabajar y los trenes cada vez funcionan mejor. La gasolina, poco a poco, fluye cada vez m¨¢s.
El ministro del Interior, Brice Hortefeux, asegura que la vuelta a la normalidad "es progresiva y regular", y el de Medio Ambiente, Jean-Louis Borloo, afirmaba que ayer se encontrar¨ªan abastecidas "el 80% de las gasolineras". Es decir, la protesta contra la reforma de las pensiones remite.
Hugo, otro estudiante de sociolog¨ªa de Par¨ªs, explica: "El movimiento ha cristalizado en la reforma de las pensiones. Pero yo creo que va m¨¢s all¨¢. Lo que nos estamos planteando es, simplemente, que este modelo de sociedad, simplemente, no funciona". Su compa?ero, Gabriel, a?ade: "Pase lo que pase, ya se ha ganado, con estas protestas que han sido espont¨¢neas. Si los sindicatos, con una tasa de afiliaci¨®n del 8%, han logrado esta movilizaci¨®n continuada, es porque la gente est¨¢ muy descontenta". Florien, un tercer universitario, concluye: "Se ha visto que los j¨®venes no solo se manifiestan contra el consumo o por la ecolog¨ªa, sino por problemas sociales".
Los tres conf¨ªan tambi¨¦n en que la manifestaci¨®n de ma?ana devuelva aliento a un movimiento que languidece. Pero hay s¨ªntomas de cierto desfallecimiento por muchos lados. El secretario general del sindicato CFDT, Fran?ois Ch¨¦r¨¨que, aunque acudir¨¢ a la manifestaci¨®n, manifest¨® el lunes que hay que "negociar el empleo de los j¨®venes y los mayores", una frase que ha sido interpretada como una eventual salida al conflicto. Por lo pronto, tanto la patronal como el Gobierno se han apresurado a recoger el guante y a aceptar esa negociaci¨®n.
Mientras, el Partido Socialista franc¨¦s (PS) ha anunciado que enviar¨¢ el texto de la reforma al Consejo Constitucional, lo que puede retrasar algunos d¨ªas la promulgaci¨®n de la ley por el presidente de la Rep¨²blica, Nicolas Sarkozy, prevista para mediados de noviembre. El proyecto de ley eleva de 60 a 62 a?os la edad m¨ªnima de jubilaci¨®n, y de 65 a 67 la edad a partir de la cual hay que jubilarse para recibir la pensi¨®n completa.
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