La Biblioteca Nacional se deshoja
El centro valla el per¨ªmetro del edificio para evitar accidentes ante el peligroso deterioro de la fachada - No hay fecha ni recursos para arreglarla
Simb¨®licamente, quiz¨¢ no haya en la ciudad de Madrid muros m¨¢s solemnes, ricos y sustanciales que los que albergan m¨¢s de 30.000 manuscritos hist¨®ricos, 500.000 impresos anteriores a 1831, 134.000 mapas, 6 millones de monograf¨ªas modernas, cerca de 110.000 t¨ªtulos de revistas y una colecci¨®n de prensa estimada en 20.000 peri¨®dicos. Los de la Biblioteca Nacional Espa?ola. Abierta al p¨²blico en 1896, durante la regencia de Mar¨ªa Cristina, en el edificio inaugurado cuatro a?os antes como sede de las exposiciones conmemorativas del IV Centenario del Descubrimiento de Am¨¦rica.
Objetivamente, las mismas paredes no dejan de ser una construcci¨®n de piedra, cemento y ladrillo en el extremo norte del paseo de Recoletos, y 118 a?os de historia son suficientes para hacer mella. La fachada de la hist¨®rica instituci¨®n se est¨¢ cayendo a trozos.
La situaci¨®n es preocupante. Tanto, que los responsables de la Biblioteca decidieron hace un mes proteger a lectores y visitantes de posibles desprendimientos. Han cerrado la entrada principal del edificio, han colocado andamios de protecci¨®n sobre cada una de las otras cinco puertas de acceso y el garaje, y han dispuesto una valla fija en el contorno del inmueble, para evitar que alguien se aproxime.
Los administradores del centro cayeron en la cuenta de que la fachada del edificio sufr¨ªa un grave deterioro en octubre de 2009. M¨¢s bien, fue el problema el que cay¨® sobre ellos. Fue un desprendimiento de una de las piedras ornamentales que forman parte de la cornisa sur del edificio, construido por el arquitecto Francisco Jare?o y culminado por Antonio Ruiz de Salces.
"Se precipit¨® en una zona que, en principio, no ofrec¨ªa excesiva peligrosidad para los usuarios", asegura el responsable de comunicaci¨®n. "Entonces se acordon¨® el lugar, se tomaron las medidas preventivas pertinentes y se inform¨® tanto al Comit¨¦ de Seguridad y Salud de la Biblioteca como al Instituto del Patrimonio Cultural de Espa?a (IPCE), del Ministerio de Cultura", a?ade. "Lo que pasa es que arreglar la fachada de un edificio hist¨®rico como este (declarado monumento hist¨®rico-art¨ªstico en 1983 y Bien de Inter¨¦s Cultural en 1985), lleva much¨ªsimo tiempo. Sobre todo, por los informes y permisos que son necesarios".
La Biblioteca afirma que, desde que tuvo conocimiento de aquel peque?o derrumbe, adopt¨® medidas con car¨¢cter de urgencia. Una empresa se encarg¨® de realizar una inspecci¨®n preventiva de la fachada y de retirar peque?as piezas que pudieran presentar riesgo de desprendimiento. Despu¨¦s, el centro solicit¨® un estudio detallado y minucioso al IPCE. "Pero hasta julio de este a?o, no nos lo enviaron", afirma el portavoz.
El resultado del estudio era claro: la fachada necesitaba ser reparada. ?C¨®mo?, ?cu¨¢ndo?, ?con qu¨¦ dinero? Con esas inc¨®gnitas se toparon los responsables de la instituci¨®n, que se reunieron con el IPCE para estudiar la mejor v¨ªa de actuaci¨®n y les solicitaron presupuestos y estudios de viabilidad econ¨®mica. Por lo pronto, la Biblioteca prefiri¨® curarse en salud y por fin, en septiembre (casi un a?o despu¨¦s del primer aviso), vall¨® el per¨ªmetro del inmueble para evitar accidentes.
"La idea que se baraja en este momento es abordar una primera fase de rehabilitaci¨®n que comprenda la escalinata, la fachada principal y el front¨®n (obra de Agust¨ªn Querol)", explica el responsable de comunicaci¨®n. "Seg¨²n nuestras estimaciones presupuestarias, estas rehabilitaciones podr¨ªan rondar los 800.000 euros. La rehabilitaci¨®n integral de toda la fachada podr¨ªa estar en torno a los dos millones".
Por el momento el Ministerio de Cultura asegura que est¨¢ estudiando las v¨ªas de financiaci¨®n y la manera de proceder en el inmueble. "Pero de cualquier forma, se ha garantizado la seguridad de los usuarios, trabajadores y visitantes con los accesos que se han habilitado", tranquiliza el portavoz de la Biblioteca.
Mientras tanto Andr¨¦i, un turista moscovita, tira fotos a las esculturas de los cinco maestros que han quedado encerradas tras la valla de la escalinata principal del edificio. "Nebrija, Luis Vives, San Isidro, Lope de Vega, Alfonso X el Sabio y Miguel de Cervantes". Lee en alto el ruso. "El sitio es muy bonito", considera, "no deber¨ªa perder su pureza y su antig¨¹edad". "Pero se ve que necesita una reparaci¨®n", opina. M¨®nica y Sara, de 19 a?os, que empezaron la universidad hace un mes y desde entonces se han vuelto asiduas al centro, tampoco quieren que la Biblioteca Nacional pierda "su tono de antiguo". "Pero eso s¨ª", se explica una de las estudiantes, "que en las paredes est¨¦ todo bien pegadito a su sitio".
Historia de una instituci¨®n
- 1711. Felipe V funda la instituci¨®n. La denomina Real Biblioteca P¨²blica.
- 1712. La biblioteca abre sus puertas. Por un privilegio real, en esa ¨¦poca los impresores deb¨ªan depositar en la biblioteca un ejemplar de todos los libros impresos en Espa?a.
- 1836. La instituci¨®n deja de ser propiedad de la Corona y pasa a depender del Ministerio de la Gobernaci¨®n. Por primera vez recibe el nombre de Biblioteca Nacional Espa?ola.
- 1896. La BNE se instala en el edifico en el que se ubica ahora y se abre al p¨²blico.
- 1931. Se crea en el edificio la Sala General para estudiantes, obreros y lectores populares.
- 1983. El edificio es declarado monumento hist¨®rico-art¨ªstico.
- 1985. El edificio es declarado Bien de Inter¨¦s Cultural.
- 1990. La BNE se transforma en organismo aut¨®nomo dependiente del Ministerio de Cultura.
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