La sombr¨ªa indolencia de Benzema

"Hay seis millones de maneras de morir...", canta el rapero franc¨¦s Rohff, acr¨®nimo de Rimeur Original Hardcore Flow Fluide. Al m¨²sico le fascinan las ideas sombr¨ªas. A Benzema le fascinan las ideas de Rohff. El delantero del Madrid se sabe de memoria todas sus letras de destrucci¨®n, extinci¨®n y malhumor. Benzema cultiva una estrecha amistad con el m¨²sico. Ambos han tenido problemas con la justicia, han practicado la misma pose, entre indolente e intensa, y han acumulado fortunas en sus cuentas corrientes.

Benzema lleg¨® a la Nueva Condomina el martes en la Copa cubierto con sus cascos, inmerso en los rapeos gansteriles y sin la complicidad de sus compa?eros, que le observan desde la distancia, a excepci¨®n de Mahamadou Diarra. La primera media hora del partido de Copa, frente al Murcia, un equipo de Segunda B, transcurri¨® sin novedad. El t¨¦cnico, Jos¨¦ Mourinho, lo vio metido en la caseta . Hasta que el Murcia empez¨® a manejar el bal¨®n. Tic, tac, tic, tac. Lo tocaron los medios, los centrales, los delanteros. Por unos instantes, el p¨²blico se entretuvo: "Ooooool¨¦". Entonces Mourinho salt¨® del banquillo como catapultado. Mir¨® fijamente a Benzema, que a su vez contemplaba impasible las maniobras de Luciano sacando la pelota jugada. Luciano, suplente habitual en el Murcia, fue uno de los centrales que marc¨® a Benzema. Y Benzema le dej¨® hacer lo ¨²nico que alter¨® a Mourinho: que iniciara la jugada sin que Benzema cumpliese con el deber de molestarle. La actitud del entrenador debi¨® resultar amenazadora, porque Benzema no tard¨® en percatarse. Entonces fue a presionar. Pero lo hizo con retraso y sin constancia. De la misma manera que fue tarde a los centros, tir¨® a destiempo los desmarques, y no reaccion¨® ante los rechaces. Benzema solo remat¨® una vez, sum¨® un centro, perdi¨® cuatro balones y fall¨® los tres regates que intent¨®.

"A quien no se esfuerce al cien por cien, le pongo la cruz y para m¨ª est¨¢ muerto", dijo Mourinho el s¨¢bado. El lunes, el t¨¦cnico se ocup¨® de lanzar mensajes con varios destinatarios. Primero, dijo que Benzema dispondr¨ªa de 90 minutos para hacer m¨¦ritos. Despu¨¦s enunci¨® su argumento decisivo: "El que no pueda hacer un buen partido contra un equipo de Segunda B me demostrar¨¢ que no tiene calidad para jugar en el Real Madrid". El primer objetivo del recado no fue estimular al jugador. Fue avisar al presidente, Florentino P¨¦rez, que lleva un a?o abocado a buscar f¨®rmulas para recuperarlo. Cuando resolvi¨® despedir a Manuel Pellegrini, uno de los motivos capitales fue el franc¨¦s. "Ha hundido a Benzema", dijo el dirigente. Esta semana, Mourinho ha tenido mucho cuidado en informarle de lo que piensa del delantero sin siquiera mencionarlo. Por si quedaba alguna duda, le sustituy¨® en el minuto 63 del partido. Ayer Florentino P¨¦rez se present¨® en Valdebebas acompa?ado por Zinedine Zidane, que pasar¨¢ a integrar el cuerpo t¨¦cnico. Mantuvieron una reuni¨®n con Mourinho. Pero no est¨¢ confirmado que intentaran esclarecer el enigma de Benzema.

"Se le ve melanc¨®lico", observan en el club, sin poder explicarse los motivos. En los despachos, se imponen plazos de prueba cada vez m¨¢s cortos. Si no reacciona, los dirigentes se plantean traspasarlo el pr¨®ximo verano.

Benzema ha sido uno de los jugadores m¨¢s protegidos del f¨²tbol franc¨¦s desde que ten¨ªa 16 a?os y acudi¨® a su primera convocatoria internacional junto a Ben Arfa, la otra gran promesa de su generaci¨®n. Durante su etapa de formaci¨®n e integraci¨®n en el primer equipo del Olympique de Lyon nadie cuestion¨® su jerarqu¨ªa. Recibi¨® todo tipo de cuidados. Guy Roux, el legendario entrenador del Auxerre, experto en la cantera francesa, emite su dictamen sin dudarlo un instante: "Karim vivi¨® toda su vida en un barrio de Lyon, en un ambiente muy familiar, muy cuidado por todos. Sus amigos eran los chicos con los que jugaba al f¨²tbol en la calle. Y sus padres siempre estuvieron muy encima suyo. Pero en Madrid se qued¨® solo. Echa de menos a su mam¨¢".

A Madrid lo acompa?¨® su agente, el desenvuelto Karim Djaziri. Lo primero que hizo Djaziri al firmar el traspaso fue alcanzar un acuerdo de patrocinio con el mayor banco de Francia, el Cr¨¦dit Lyonnais. Acto seguido, contrat¨® a un director y a un productor para rodar un documental sobre la vida de su estrella en Espa?a. El representante so?aba con un DVD de gran ¨¦xito comercial en el que incluir¨ªa apariciones de Rohff interpretando sus temas.

Casillas, el capit¨¢n del Madrid, debi¨® esperar a cumplir 26 a?os y siete temporadas en el primer equipo hasta ver que su n¨®mina traspasaba los dos millones anuales y llegaba a los cuatro. Benzema ya cobr¨® esa cantidad desde que firm¨® el contrato, el verano pasado. Ten¨ªa 22 a?os y Florentino P¨¦rez hizo algo inaudito para convencerle. Algo que nunca hizo por un jugador: ir a ped¨ªrselo a su casa. "Quiero que juegues en el Real Madrid", le dijo, cuando se present¨® en el umbral del domicilio, en Lyon, a punto de pagar por ¨¦l 35 millones de euros.

Benzema recuerda el momento con menos entusiasmo del que emplear¨ªa para hablar de los seis millones de muertes de Rohff en El Juego de la Muerte: "El se?or P¨¦rez fue muy amable. Le ofrec¨ª una Coca-Cola. Y luego se march¨®".